¿Cómo diferenciar una gripe de un resfrío?
En época de invierno los síntomas del resfrío suelen presentarse con mayor frecuencia y confundirse con una gripe, que ataca en su mayoría a los más vulnerables: niños y ancianos.
El descenso de las temperaturas reportado en los últimos días puede ser, sin duda, unos de los principales motivos para estar alertas a la aparición de estas afecciones, las cuales se contagian por vía aérea y comparten una serie de síntomas.
Para poder combatirlas de manera adecuada, es importante, primero, distinguirlas. Por eso, Javier Chávez, médico de MAPFRE brinda algunas recomendaciones para evitar que se presenten complicaciones que puedan desencadenar en otros problemas de salud más graves.
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda, que aparece bruscamente y se asocia con la fiebre. El virus de la Influenza y sus diferentes tipos y subtipos es el que trasmite este mal.
Síntomas:
La gripe tiene un periodo de incubación de 18 a 36 horas y provoca fiebre muy alta con dolores de cabeza y musculares muy intensos, sobre todo en las piernas y espalda; escalofríos, así como tos frecuente. Este malestar nos deja una sensación de cansancio elevada y falta de apetito. Los síntomas podrían durar unas dos semanas en promedio.
El resfriado es una enfermedad de las vías respiratorias, que involucra especialmente a la garganta y la nariz. Los virus que provocan el resfriado suelen ser el rinovirus y el coronavirus. Esta afección es más habitual y una persona puede presentarla varias veces al año.
Síntomas:
Tiene un periodo de incubación de 48 a 72 horas. Provoca irritación ocular, tos seca, congestión nasal y abundante secreción. El resfriado apenas provoca fiebre, o si lo hace es muy leve y genera malestar general y cansancio. A diferencia de la gripe, el resfriado llega de forma gradual y tiene una duración más corta.
En el caso de la gripe, los más vulnerables y con un riesgo más alto al contagio y a sufrir complicaciones si contraen el virus, son los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 65 años, las mujeres embarazadas, las personas con patologías crónicas, con enfermedades pulmonares o neurológicas, con obesidad o aquellas que tengan su sistema inmunitario debilitado.
En el caso de los resfríos, estos se presentan sobre todo cuando hay un cambio de estación, debido a la disminución en las defensas locales del cuerpo.
¿Cómo se previenen?
La gripe se previene principalmente a través de la vacunación, ya que se reduce el riesgo de contagio y de complicaciones.
Pero, en ambos casos, es fundamental cuidar la higiene, limpiar las superficies de contacto común, evitar el contacto cercano con personas que estén enfermas y taparnos la boca y nariz al toser o estornudar.
¿Cómo se combaten?
En el caso de la gripe solo se debe de administrar medicamentos que mejoran el estado general del paciente, como antitérmicos que reducen la fiebre, analgésicos, y en caso de tos seca, un antitusígeno.
El tratamiento para el resfrío es similar, pero los especialistas, además, sugieren que lo más importante es hidratarse bien para facilitar la eliminación de secreciones nasales y reducir el malestar.
Además, es importante mantener una dieta balanceada y practicar hábitos saludables para mantener un sistema inmune fuerte.
