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Covid-19 ha generado mayor pobreza y desigualdad en la niñez y adolescencia

Lima, 15 de octubre de 2020.- Unicef y el Banco Mundial alertaron que la pobreza y la pobreza extrema incrementarían de manera más pronunciada en estos grupos de edad, afectando especialmente a aquellos niños, niñas y adolescentes que provienen de hogares en los que madres y padres tienen empleos de baja productividad o informales. Dado el efecto esperado de la reactivación económica, 2021 será un año clave para priorizar políticas en favor del desarrollo de las generaciones más jóvenes para no perder los logros alcanzados en las últimas décadas.

La pobreza monetaria en niñas, niños y adolescentes peruanos aumentaría de 26.9% en el 2019 a 39.9% en el 2020 como consecuencia directa de la pandemia. En el caso de la población en general, el incremento proyectado es de 10 puntos porcentuales, de 20.2% a 30.3% mientras que en el caso de la población menor de 18 años el incremento sería de 13 puntos porcentuales.

De acuerdo con estas estimaciones realizadas por Unicef, 1.2 millones de menores de edad podrían caer en pobreza en 2020. Se estima que las niñas, niños y adolescentes de hogares rurales serían los más afectados, pues la pobreza se incrementaría de 47.3% en 2019 a 62.3% en 2020, pero los que viven en hogares urbanos también tendrían una afectación considerable, con un aumento de 10 puntos porcentuales en la pobreza monetaria en Lima Metropolitana y de 13 puntos porcentuales en la costa urbana, donde por lo menos tres de cada diez personas de 0 a 17 años estará en esta situación en 2020.

“Perú puede retroceder una década en la superación de la pobreza si no toma medidas para evitarlo. El análisis de la pobreza en la infancia y la adolescencia, de manera diferenciada, espera contribuir al diseño de políticas públicas orientadas a evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza”, comentó Ana de Mendoza, Representante de Unicef.

“Más de medio millón de ellos ya están careciendo de los ingresos para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas porque están cayendo en situación de pobreza extrema. Revertir esta situación y evitar que se mantengan en ella, no solo desde la perspectiva monetaria, sino también multidimensional, demandan más evidencia, más innovación, y más herramientas de política social pertinentes para cada contexto”, precisó la Representante de Unicef.

Los hogares peruanos con niños son los más afectados por los efectos económicos de la pandemia de acuerdo con los resultados de las tres rondas de encuestas a hogares aplicadas por el Banco Mundial. Aunque es muy temprano para saber por qué estos hogares están siendo más afectados, la evidencia para otros países sugiere que la falta de opciones de cuidado infantil ha limitado la oferta laboral de los adultos. La desnutrición y la falta de un acceso adecuado a la salud y educación son otras serias expresiones de la crisis que pueden afectar de manera permanente el capital humano de las futuras generaciones del Perú.

“Las encuestas aplicadas por el Banco Mundial revelan que millones de niñas, niños y adolescentes peruanos se encuentran en hogares cuyos ingresos han disminuido drásticamente, sin poder acceder a servicios básicos de educación o salud, y en muchos casos sin una adecuada nutrición”, afirmó Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.

“Es un momento decisivo que pone a todos los sectores del Estado y la sociedad peruana frente al doble reto de proteger el bienestar de la niñez y adolescencia peruana, y a la vez priorizar políticas que permitan aprovechar el potencial de toda una nueva generación de peruanos para innovar y afianzar el camino el hacia el desarrollo sostenible del país”, remarcó.

El informe y los resultados de las encuestas presentados destaca que pese a no ser identificados como población vulnerable frente a la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19, los efectos sociales y económicos de la pandemia en niñas, niños y adolescentes tendrán un impacto pronunciado que podría tener consecuencias duraderas en el desarrollo del país.

Frente a ello, destaca, son necesarias políticas que permitan mejorar la identificación de hogares con niñas, niños y adolescentes viviendo en pobreza; brindar apoyo inmediato para reducir la pobreza en estos grupos de edad; y fortalecer el sistema de protección social, así como su capacidad de respuesta ante emergencias.

Al clausurar el evento, el Viceministro de Políticas y Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, Javier Loza Herrera, comentó que antes de la pandemia parte de la población peruana ya estaba saliendo de la pobreza, pero el Covid-19 ha impedido que se consolide este proceso.

Unicef y el Banco Mundial coinciden en que el apoyo a los niños y sus familias debe ser integral y no limitarse solo a la transferencia de recursos, y señalan la necesidad de prestar especial atención a la educación, salud mental y violencia intrafamiliar que se han agudizado en este contexto. El Perú ha hecho esfuerzos enormes para garantizar educación a distancia. Sin embargo, la evidencia creciente adentro y fuera de la región sobre el malestar psicológico y emocional de los niños y adolescentes es uno de los elementos que nos obliga a estar listos para una reapertura de las escuelas cuando la situación sanitaria lo permita.

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