Debe garantizarse atención de enfermedades distintas al Covid-19 en hospitales de Abancay en Apurímac
La oficina de la Defensoría del Pueblo en Apurímac demandó al Hospital Regional Guillermo Díaz de la Vega y al Hospital II de EsSalud adoptar las acciones necesarias para garantizar la atención de pacientes con enfermedades distintas al COVID-19, mediante la máxima difusión de sus canales de atención para conocimiento de usuarias y usuarios.
La recomendación se efectuó tras una supervisión efectuada en ambos establecimientos de salud, como parte de la labor de la Defensoría del Pueblo de velar por los derechos de la ciudadanía, y para verificar cómo se viene realizando la atención de los pacientes no COVID-19 en el contexto de la actual pandemia.
Durante la inspección se verificó que ambos hospitales tienen suspendida la atención de pacientes en consultorios externos y la atención a la ciudadanía se está realizando mediante teleconsultas, telemonitoreo y llamadas telefónicas. En el caso del Hospital Regional la situación obedece a la falta de lineamientos, directivas o protocolos para esta modalidad de atención en temas de cuidados personal y bioseguridad.
En tanto, en el Hospital II de EsSalud se están realizando las coordinaciones para la habilitación del Policlínico Las Américas a fin de atender de forma presencial en algunas especialidades, como PADOMI, psicología, odontología, pediatría e inmunización.
Ante ello, la oficina de la Defensoría del Pueblo en Apurímac demandó al Hospital Regional y al Hospital II de EsSalud que difundan la información referida a los canales de atención en los consultorios, con especial énfasis en los números telefónicos, los horarios y las especialidades para la atención de los pacientes no COVID-19, a fin de garantizar el derecho de la ciudadanía a acceder a la salud.
De otro lado, la institución pidió a ambos hospitales que pongan atención al sistema de referencias y contrarreferencias para asegurar la atención oportuna de pacientes, pues se están presentando dificultades ante la negativa de los nosocomios de mayor capacidad resolutiva para recibirlos por el contexto del COVID-19 y debido también a la falta de camas disponibles.
