MULTIMASKING: La nueva tendencia para el cuidado de la piel

Originada en Corea del Sur, está práctica se está expandiendo por todo el mundo como la pólvora gracias a sus múltiples beneficios para la salud y el aspecto de la piel. Se trata del multimasking, una tendencia que consiste en la aplicación de diferentes mascarillas en el rostro, a la vez, en diferentes zonas. En la siguiente nota, los expertos en skincare de Mary Kay Perú brindan algunos consejos sobre cómo realizarla para obtener mejores resultados.

El objetivo principal de esta aplicación múltiple es que cada zona tiene necesidades específicas y, por lo tanto, debe tener un tratamiento específico. Estos cocktails de mascarillas tienen muchas ventajas para la piel, y suponen un ahorro de tiempo en tratamientos de belleza caseros.

¿Cómo hacer multimasking?
Para empezar se debe tener en cuenta que la piel normalmente no es una superficie uniforme, existen zonas grasas, zonas secas e incluso zonas más sensibles. Por eso es importante identificar estas áreas para poder darles el tratamiento adecuado.

 En la mayoría de las pieles, la zona T (barbilla, nariz y zona inferior de la frente) es la más grasa, donde hay más brillos y donde aparecen más espinillas.
 Las zonas más secas suelen ser las mejillas, la parte superior de la frente y el área alrededor de los ojos.

Paso a paso para un buen multimasking

1. Utilizar un limpiador facial para retirar los restos de suciedad, grasa y maquillaje. De esta forma se tendrá la seguridad de que las mascarillas penetran bien en el rostro y proporcionan a la piel todos los beneficios del tratamiento.
2. Antes de utilizar las mascarillas, se deberá aplicar un bálsamo hidratante en los labios para ayudar a protegerlos. De la misma manera, se deberán colocar parches de hidrogel sobre el contorno inferior de los ojos para ayudar a hidratar, refrescar, reconfortar y deshinchar esta zona tan delicada.
3. Lo siguiente será utilizar una brocha para base fluida de maquillaje. Son perfectas para aplicar las mascarillas, y al no usar los dedos, se evitará introducir suciedad en la piel. Eso sí, la brocha deberá estar limpia y libre de cualquier resto de maquillaje.
4. Con la ayuda de la brocha, se deberá aplicar una mascarilla de carbón en las zonas grasas del rostro. El carbón es perfecto porque atrae la suciedad de los poros, reduce los brillos y el exceso de grasa. Otra opción para las zonas grasas son las mascarillas de arcilla verde. Gracias a sus propiedades absorbentes, esta mascarilla dejará tu piel con una sensación “poro-fecta” y con un increíble aspecto mate.
5. Las zonas más secas, estresadas y sensibles deben ser tratadas con una mascarilla que proporcione a la piel la hidratación que necesita. Con la brocha se deberá aplicar una mascarilla hidratante que nutra la piel y suavice la zona a tratar.
6. Finalmente se debe dejar actuar las mascarillas el tiempo necesario para que hagan efecto. Lo ideal será seguir las instrucciones del envase y no retirar la mascarilla hasta que pasen los minutos indicados.

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