Rodrigo Santillán, medalla de bronce en Lima 2019: “con perseverancia se logra alcanzar los sueños”
Como pez en el agua. Muy emocionado, Rodrigo Santillán, medalla de bronce en 100 metros espalda, modalidad S2 en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, volvió a los entrenamientos en la piscina del Centro Acuático de la Villa Deportiva Nacional (Videna), administrada por el Proyecto Especial Legado Juegos Panamericanos y Paraparanamericanos, después de nueve meses de pandemia.
“Es algo increíble, muy emocionante, volver a los entrenamientos en la piscina que me vio ganar la medalla de bronce de Lima 2019. Es fantástico, todavía puedo escuchar el aliento del público y sus aplausos cuando gané. Agradezco al Proyecto Legado que ha mantenido la piscina en óptimas condiciones y ahora podemos volver a entrenar, junto con mis compañeros de la selección peruana de paranatación”, destacó.
Rodrigo, de apenas 15 años, tuvo que enfrentar muchos obstáculos en su vida hasta alcanzar a ser el deportista internacionalmente reconocido que es hoy. Desde que nació padece de una polineuropatía sensitivo motora, afección que causa una disminución en la capacidad para moverse o sentir debido a un daño neurológico. “Afecta mis brazos y piernas, disminuye las fuerzas y mis articulaciones, las debilita”, explicó.
A pesar de ello, nunca se amilanó, desde niño siempre trató de ser independiente y realizar todo por sí mismo, aunque a veces necesita ayuda, por ejemplo, subir a su silla de ruedas y movilizarse por la ciudad. “El valor que siempre me ha identificado es la perseverancia, también la resiliencia, pude salir de diferentes conflictos para lograr ser una mejor persona y mejor nadador”, resalta orgulloso.
“A la juventud del bicentenario le diría que luche por sus sueños. Esfuércense, con perseverancia pueden lograrlos. Nunca se rindan, si yo pude, porqué ustedes no. Soy un ejemplo de que no hay límites y cualquier anhelo se puede cumplir”, invocó a los jóvenes del país y también a sus compañeros del colegio «Juan Guerrero Quimper» de Villa María del Triunfo (VMT), donde cursa el tercer año de secundaria.
Y es que la perseverancia ha marcado su vida, incluso ahora, que llega a la Videna tras realizar un viaje de dos horas desde su querida Pachacamac. Desde noviembre empezó a entrenar en seco (ejercicios en tierra), en esta sede y llega siempre acompañado de su madre Mónica Cruz (43), profesora de primaria quien se ha convertido en su asistente y el motor de su carrera deportiva. Mientras, su padre, Ricardo Santillán (53), trabajador de una fábrica textil; y su hermanita Zoyla (6), son sus más acérrimos fans.
“Con la medalla obtenida en Lima 2019, logré mi clasificación a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y en el Mundial de Paranatación de Londres 2019, ratifiqué mi marca para esa competencia. Para Tokio 2020, mi principal objetivo es llegar a una final y bajar mis tiempos. Estoy mentalizado en eso. Estoy seguro que lo lograré. ¡Arriba Perú!”, finalizó.
