En un reciente boletín sobre la vigilancia del sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita en las Américas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó los esfuerzos del Perú por incrementar la cobertura de vacunación contra el sarampión, paperas y rubéola en niños y niñas menores de 5 años.
Siguiendo la recomendación que la OPS brindó en el 2023, debido al número de niños susceptibles frente al sarampión; durante el 2024, el Ministerio de Salud (Minsa) realizó un barrido nacional de vacunación, del 15 de septiembre al 30 de noviembre, y alcanzó una cobertura de 88 %. Esta intervención fue destacada por la OPS.
Teniendo en cuenta que, durante el 2023 y 2024, el Perú intensificó la vacunación contra el sarampión, paperas y rubéola, la OPS concluyó que, actualmente, el país sostiene la eliminación del sarampión con preocupaciones moderadas. La misma clasificación la tienen los países de Argentina, El Salvador, los territorios franceses, Guatemala, México, Panamá, Paraguay y República Dominicana.
Al respecto, la directora ejecutiva de Inmunizaciones del Minsa, Magdalena Quepuy Izarra, explicó que el año pasado, la OPS clasificó al Perú como país en situación indeterminada respecto a la eliminación del sarampión, de modo que, este año, se logró salir de dicha clasificación y avanzar a ser un país con eliminación sostenida de sarampión.
“Para lograr esta nueva clasificación, realizamos un barrido nacional de vacunación contra el sarampión trabajando con el padrón nominal para identificar a los niños que no estaban vacunados, además, se realizó una coordinación intersectorial para proteger a la población objetivo”, precisó Quepuy.
Cabe mencionar que la OPS también resaltó la implementación del carné digital de vacunación “Lo vacuno, lo protejo” del Minsa, porque facilita un registro electrónico de vacunación que permitirá hacer un mejor seguimiento de los niños que tienen vacunas incompletas.
Finalmente, Magdalena Quepuy indicó que, tras el barrido nacional de vacunación contra el sarampión, el Minsa seguirá las recomendaciones de la OPS para obtener una mejor clasificación. El trabajo se enfocará, principalmente, en documentar la ausencia de casos de sarampión y rubéola durante los procesos de vigilancia y búsqueda activa; y hacer seguimiento de los niños que no cumplen con las dosis contra el sarampión mediante un registro electrónico nominal de vacunación.