5 recomendaciones para usar y comprar tecnología de manera sostenible por fiestas de fin de año

Softline organización mundial con presencia en Perú y América Latina, siempre tiene en su ADN asesorar a sus clientes en adquisiciones inteligentes sobre bienes tangibles e intangibles en tecnología. Es por ello que, en el marco de las próximas fiestas navideñas y cierre de año, José Castro, gerente general de Softline Colombia, brinda cinco recomendaciones que pueden aplicarse tanto en ambientes corporativos como en nuestra familia:

1. Aplica un plan de depreciación tecnológica en casa: Si bien es cierto las campañas de marketing de grandes fabricantes cumplen con su objetivo de presentar un dispositivo atractivo al mercado, esto no hace que sea 100% necesario que tengas que hacer un cambio cada 12 meses de tus equipos celulares o portátiles, lo que nosotros deberíamos aplicar en casa es lo mismo que hacen las áreas de tecnología donde generan un plan de “depreciación”, con esto sabremos que el celular que compramos en 2020 perfectamente tendrá al menos 3 años más de vida sin tener riesgo a exponerse a no tener actualizaciones de software; esto mismo pasa con el mercado de las pantallas de televisión, vemos como cada 6 meses lanzan pequeños cambios en mejora de resolución de las pantalla haciendo incrementos de su coste en un 35% sobre el valor del modelo inmediatamente anterior y esto solo con el objetivo de generar más consumo de tecnología. Si nosotros podemos tomar en casa la disciplina de hacer ejercicios de depreciación a 5 años de nuestra tecnología, podríamos hacer hasta un fondo de renovación tecnología en casa para 5 años logrando tener un consumo responsable de tecnología.
2. Evita el consumismo: hoy en día para nosotros se volvió “normal” comprar lo que no necesitamos, unos claros ejemplos son la cantidad de material que consumimos por medios sociales como pueden ser TikTok, Instagram, Facebook, twitter, entre otras plataformas donde un montón de jóvenes “influencers” lo que hacen es incentivar el consumo de marcas donde presentan sus “unboxings” de productos que no necesitamos pero nos parecen útiles para comprar, y en este punto no estamos hablando de consumos de miles de dólares en tecnología, si no lo que conocemos hoy como tecnología barata o sheaptech que de alguna manera genera una “imagen moderna” del lugar de trabajo, de la cocina, de un accesorio, pero realmente no son necesarios para el día a día y mayormente su calidad es de corto uso, lo que causa incrementos de millones de toneladas diarias de tecnología desecha. Siempre que se quiera hacer una adquisición nuestra invitación es pensemos antes “realmente lo necesito” o puedo dejarlo pasar para más adelante.
3. Establece un proceso de baja de tecnología: Si hacemos un plan en casa donde tengamos una salida de pilas, focos, switches inteligentes, consolas, controles, consolas, video juegos entre otros, y hacemos una cadena de baja, podemos aportar a la cadena de abastecimiento de calcificación de objetos con un potencial uso a futuro. Así como hacemos clasificación de desechos orgánicos y no orgánicos, papel y vidrio, podemos hacer lo mismo con tecnología, tratar de separar la mayor cantidad de piezas, si es posible, y clasificarlas en pilas o baterías, lentes, bombillas y plástico.
4. Elabora un Plan de renovación tecnológica: Así como hicimos el plan de depreciación, podemos hacer un plan de adquisiciones donde precisar fechas definidas en el tiempo para hacer los cambios de equipos móviles, portátiles, pantallas. La recomendación de Softline es tener un inventario en casa con las fechas de adquisición y hacer tu plan de renovación. Si se vuelve una costumbre, este plan se convertirá en un ejercicio financiero fuerte para el hogar donde se pueden planear mucho las adquisiciones.
5. Sostenibilidad: Si hemos logrado implementar satisfactoriamente los 4 pasos propuestos, podemos decir que tenemos un entorno sostenible, seremos conscientes de lo que implica el consumo en términos de impacto ambiental y social para nuestro hogar y el país. En este punto podremos ver cuánto hemos gastado, en términos financieros, en adquisición de tecnología para el hogar y así mismo saber cuánto ha crecido este presupuesto año con año. Y lo más importante es que sabrás la cantidad de posible basura tecnológica que estás produciendo, solo entonces podrás ser consciente de cómo contribuimos a la sostenibilidad del medio ambiente.