Albergues de adultos mayores no están listos para pandemia
Lima.- En nuestro país, existen 3 497 576 personas adultas mayores que superan los 60 años. Según la Encuesta Nacional de Hogares 2017, tres de cada cuatro presentan una enfermedad crónica (cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedades respiratorias e infartos) y una de cada tres tiene alguna discapacidad. Ello las coloca en una situación de mayor riesgo frente al COVID-19.
Luego de recabar información de 146 centros de atención residencial de adultos mayores para hacerle frente al COVID-19, la Defensoría del Pueblo advierte que 90 de estos carecen de protocolos que orienten su actuación frente a eventuales contagios y 85 no tienen un plan de prevención.
Entre el 31 y el 6 de abril de 2020 se recogió información de 59 centros acreditados (40 %) y 87 no acreditados (60 %), todos en funcionamiento, ubicados en 21 regiones del país. Estos centros reúnen una población total de 3697 personas adultas mayores, de las cuales, 57 % son mujeres (2110) y 43 % hombres (1587).
La Defensoría del Pueblo encontró que 97 de estos centros no tienen un médico permanente las 24 horas del día, es decir, dos albergues de cada tres. Esto podría generar, en la práctica, demoras en la atención de la salud de las personas adultas mayores residentes con sospecha de contagio o las diagnosticadas con el COVID-19, poniendo en riesgo a todas las personas residentes y trabajadores del lugar.
Además, se identificó que, en 32 centros de atención residencial, las personas adultas mayores residentes no han recibido la vacuna contra el neumococo y en 46 centros no han implementado un plan de nutrición especial para las personas mayores residentes como medida de prevención frente al coronavirus.
En muchos centros, los principales obstáculos que enfrentan se vinculan al limitado acceso a implementos de protección (guantes, mandiles, mascarillas) y productos de limpieza y desinfección (alcohol, jabón, lejía, papel toalla). En algunos casos, esto responde a la escasez de tales productos en el mercado y en otros, a los elevados
precios. Por eso, en algunos centros, optan por confeccionar sus propias mascarillas, como en la Residencia de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados del distrito de Breña.
Frente a ello, dado que las personas adultas mayores residentes constituyen población en alto riesgo de contagio del COVID-19, se requiere que las autoridades gestionen para los centros de atención el acceso a implementos de protección, entre ellos, mascarillas y mandiles desechables.
La Defensoría del Pueblo considera que las acciones en favor de la protección de los derechos de las personas adultas mayores que residen en los centros de atención residencial deben ser abordadas de forma integral y articulada con los tres niveles de gobierno.
Frente a ello, se ha recomendado al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables la implementación de un plan de reforzamiento de los servicios de cuidado para esta población que incluya, entre otros, emitir una directiva técnica para la elaboración de planes regionales, garantizar la expansión de los centros de atención residencial públicos y asegurar la continuidad del funcionamiento de los que existen, fortalecer las acciones de supervisión y fiscalización, así como la implementación de una plataforma virtual específica para centros de atención residencial con la finalidad de compartir y recabar información disponible en tiempo real.
A su vez, al Ministerio de Salud se le recomienda, la emisión de un protocolo para la prevención y atención del coronavirus en centros de atención residencial y promover igualmente la prestación de servicios de telemedicina en dichos centros.
