Brujas Licorería Artesanal celebró 11 años de tradición pisquera
Brujas Licorería Artesanal se vistió de gala y celebró por primera vez su 11 aniversario con un emotivo evento abierto para el público en general.
Brujas Licorería es un cálido lugar en pleno corazón del Centro de Lima donde turistas y peruanos pueden encontrar bebidas artesanales con un concepto diferente.
En esta ocasión, el evento realizado en su acogedor local ubicado en Jr. Lampa 236 Galería San Francisco, reunió tanto a turistas extranjeros como peruanos amantes del pisco, el pasado 8 de agosto.
La algarabía fue desatada con la participación del cantante Harry Poma, Pedro Suárez Vertiz de Yo Soy, y el poeta, Adolfo, quienes deleitaron a los asistentes con diversas interpretaciones culturales. La moderación estuvo a cargo de Saúl, un antiguo cliente, que no dudó en contar diversas anécdotas entrañables con la marca.
En tanto, las colaboradoras de la licorería obsequiaron piscos, cócteles y botellas personalizadas- de la marca Piscospersonalizados.com-, mientras narraban la historia de nuestra bebida bandera al público. Estas bebidas 100% artesanales fueron parte de los brindis elevados en honor al cumplimiento de esta fecha especial.
Un hito
Para el gerente de Brujas, Julio Alejandro Sotelo, este acontecimiento fue “un hito”, ya que lo que empezó como un pequeño proyecto hoy es un emprendimiento exitoso.
Indicó que su vigencia se debe a dos factores esenciales: calidad de atención personalizada y calidad del producto. Dos parámetros muy valorados por el público.
Al ser consultado sobre las expectativas que tiene sobre la marca en unos cinco años, comentó que se visualiza con la apertura de un local adicional, el cual conserve la difusión del buen pisco.
Buen servicio, buen producto
Graciela Flores Chuquivilca es la trabajadora más antigua de la licorería. Confiesa que Brujas Artesanal “es su segunda casa”. Para ella, estos 11 años de aniversario, hicieron referencia a la retribución del buen servicio y buen producto que se le brinda a cada cliente.
“Es lindo ver que los clientes que atendiste vuelven después de varios años. Además, que continúen recomendándote por tu servicio y tu producto.”, dijo emocionada.
Lo que para otros el puesto de ventas puede ser un trabajo, para ella no lo es. “Siempre tengo experiencias muy agradables. He conocido gente que me ha enseñado su cultura, su idioma e historia”, puntualizó.
