Conmemorando 91 años de educación inicial en el Perú
Lima.- La educación inicial es fundamental para el desarrollo integral de los niños, especialmente en periodos extraordinarios como el que vivimos. Permite al niño interactuar y desarrollar habilidades sociales, cognitivas y motoras que lo impactarán a lo largo de su vida.
Según UNICEF, en dos años de cierre de aulas hemos retrocedido a niveles y cifras de hace diez. Esto nos pone en una situación todavía más vulnerable de la que ya nos encontrábamos, aumentando las brechas de desigualdad e incrementando la deuda histórica que el Estado tiene con los niños, niñas y jóvenes peruanos.
Sin duda, el sector educación es uno de los más afectados por la pandemia y la educación inicial la más golpeada. En el Perú, 7,000 nidos cerraron a causa de la pandemia entre 2020 y 2021; para finales de 2021, sólo un 37% logró abrir sus puertas a la semi presencialidad y se calcula que menos de la mitad funciona al 100% este año, situación que ha generado una oferta insuficiente para la demanda del país.
Un estudio presentado por The Learning Factor revela que, en las escuelas privadas durante 2021, más de 300,000 niños y niñas, entre 3 y 5 años, dejaron de estudiar y las consecuencias de esta deserción ya son notorias en muchos de los niños que han vuelto a las aulas.
“Sus capacidades de regulación afectiva emocional no corresponden a su edad”, explica Daniela Delgado, representante del Colectivo “Volvamos a Clases Perú”.
Por su parte, la coordinadora de Inicial de Innova Schools, Jimena Pinillos, señala que la educación inicial permite a las personas formarse desde pequeños como seres sociales cultivando valores que los acompañará en su vida. “Al compartir con otros desde una etapa tan trascendental, noble e inocente, vive y disfruta de los beneficios de buscar el bien común”, añadió.
“Con la pandemia todos hemos podido notar que si bien la tecnología facilita la vida y nos permite llegar a dónde antes era impensable, los seres humanos necesitamos de la interacción con otras personas”, explica Pinillos. Esta interacción no solo facilita desarrollar habilidades, hacer conexiones neuronales y adquirir hábitos, también nos ayuda a crear desde pequeños, estrategias que nos ayuden emocionalmente, fortalecer la autoestima, solucionar dificultades desde el inicio del desarrollo y crecer sabiéndonos seres importantes y queridos, lo que tiene un impacto directo en el sentido de comunidad de las personas.
La Ley General de Educación establece que todos los niños de 3 a 5 años tienen el derecho de ser educados y deben asistir a una institución educativa. “Es importante que las autoridades actúen conforme a lo establecido y todos los ciudadanos conozcan y exijan su cumplimiento. Las sociedades se reconocen por cómo tratan a sus niños y durante la pandemia quedó claro que no les estamos dando el lugar que les corresponde; es urgente corregir eso”, explicó Lenka Neyra, representante de la Asociación de Nidos y Guarderías privadas del Perú.
