Cuatro razones por las que es fundamental brindar apoyo emocional tras la COVID-19
Más de 1 millón de personas ha superado el virus de la COVID-19 en nuestro país, sin embargo, esta temible infección no solo presenta secuelas físicas, sino que además deja secuelas emocionales que son necesarias tratar para mejorar la calidad de vida del paciente.
“En estos momentos no solo el bienestar físico de las personas está en riesgo. La salud mental se ha visto fuertemente mellada debido a las circunstancias tan complicadas que estamos atravesando. En el caso de las personas que han superado la enfermedad, además de tratar las secuelas físicas que deja el virus, es importante atender posibles consecuencias emocionales propias de cualquier proceso de superación complicado”, explica la Dra. María Elena Escuza, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener.
La especialista señala que las personas que han superado la enfermedad muestran miedo al futuro y que las experiencias que han vivido al estar, por ejemplo, internadas en un centro de salud los marca profundamente. Es por esta razón que se generan cuadros de estrés post traumáticos que no pueden ser pasados por alto y es fundamental contar con apoyo psicológico.
En el contexto del Día Nacional del Psicólogo, la especialista nos menciona las razones por las que el apoyo emocional profesional a un paciente que ha superado el virus de la COVID-19 es tan importante:
- Ayuda al paciente a entender que no tiene la culpa de las circunstancias que se han presentado.
2. Identifica los principales temores del paciente para afrontarlos de manera sana y evitar cuadros de depresión que podrían tener desenlaces graves.
3. Establece qué pensamientos son los que más están afectando al paciente para ayudar a superar el episodio y los cuadros de ansiedad, depresión, entre otros, que esté atravesando.
4.Sitúa al paciente para entender que no es la única persona que está pasando por esta situación difícil y abre la posibilidad de recomponer su vida de manera paulatina.
