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Reservas naturales ideales para visitar en junio

Las diversas y emblemáticas festividades que se celebran durante el mes de junio en las regiones del Perú brindan la oportunidad de incluir en el plan de viaje una visita a las áreas naturales protegidas, lugares de incomparable belleza paisajística, extraordinaria biodiversidad, riqueza cultural e ideales para olvidar el estrés y recargar energías.

La exultante Fiesta de San Juan, celebración más importante del calendario jubilar y turístico de la Amazonía peruana, brinda la ocasión de visitar áreas naturales protegidas de las regiones Loreto, San Martín, Huánuco, Pasco, Junín, Ucayali y Madre de Dios, las cuales cuentan con sello Safe Travels que las acredita como bioseguras para recibir turistas.

Lo mismo ocurre con las áreas naturales protegidas de regiones como Cusco, epicentro de las festividades del Inti RaymiCorpus Christi, la peregrinación al Señor de Qoyllur Riti, entre otras; Apurímac, donde se celebra el Sondor Raymi; Pasco y Junín, donde se realiza la Semana Turística de la Selva Central; Moyobamba que festeja su Semana Turística; Ica y su Día de la Identidad e Integración Cultural Regional; Lambayeque, que celebra el Día de la Gastronomía Lambayecana, entre otras.

A continuación, conoce las áreas naturales protegidas ideales para visitar en junio.

Reserva Nacional de Paracas

A cuatro horas al sur de Lima por vía terrestre, se encuentra la Reserva Nacional de Paracas, un paradisiaco destino donde se conservan y anidan numerosas especies de aves residentes y migratorias, tortugas marinas, lobos marinos y delfines. 

Experimente el placer de caminar por la orilla de sus playas cubiertas con fina arena y sentir el sonido y la fuerza de los vientos Paracas. Este desierto, que aparenta quietud y calma, esconde vida que habita entre el mar y la arena, como las colonias de pingüinos, coloridas bandadas de parihuanas o flamencos, las bulliciosas gaviotas, entre otras especies.

Al igual que el Santuario Lagunas de Mejía, la Reserva Nacional de Paracas es un sitio Ramsar por ser un lugar clave de descanso y alimentación para especies migratorias. No deje de enriquecerse con esta experiencia ecológica degustando deliciosos platos marinos, como las emblemáticas conchas de abanico y el cebiche, cuyos ingredientes básicos se obtienen en la Reserva Nacional de Paracas: otra razón más para conservar su mar y desierto.

Desde el 22 de febrero se puede adquirir de manera rápida y segura desde la comodidad del hogar los boletos de ingreso a la Reserva Nacional de Paracas y a las Islas Ballestas, con el nuevo módulo de venta de boletos online implementado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).

A través de una plataforma muy amigable, el Sernanp brinda a toda la ciudadanía un método fácil, accesible y sobre todo seguro para adquirir los boletos de ingreso a estas dos áreas naturales protegidas que destacan entre los destinos más visitados.

La implementación de este módulo virtual forma parte de la estrategia impulsada por el sector Ambiente para reactivar el turismo de manera responsable, sostenible y bioseguro en estos espacios de naturaleza, para lo cual se han adoptado una serie de medidas que permitan reducir el riesgo de contagio frente al Covid-19.

Los usuarios podrán acceder a esta plataforma digital desde cualquier dispositivo móvil (tableta y/o celular) y de escritorio (pc y/o laptop) en cualquier parte del país con acceso a internet. En esta primera etapa, este módulo online permitirá adquirir los boletos de ingreso a estas dos áreas naturales protegidas de la región Ica, y progresivamente se irá habilitando la venta de boletos en otras de las áreas naturales protegidas habilitadas para el desarrollo de la actividad turística en nuestro país.

Reserva San Fernando

Ubicada a una hora de la ciudad de San Juan de Marcona, en la provincia de Nasca, región Ica, la Reserva Nacional San Fernando es un lugar único donde los Andes y el mar confluyen para dar paso a un escenario de majestuosas playas y un mágico desierto. Esta área natural protegida es refugio de una diversidad de especies siendo las más representativas el guanaco, los lobos marinos y el impresionante cóndor andino.

Un punto imperdible durante la visita a la Reserva Nacional San Fernando es Punta Gallinazo, lugar de avistamiento de formaciones rocosas como la catedral y hogar de grandes colonias de lobos marinos y pingüinos. De igual manera la ensenada San Fernando, en donde se puede disfrutar de la playa y observar la diversidad biológica de la zona.

En la bahía se puede apreciar el vuelo del cóndor andino sobre las dunas doradas y su acercamiento al océano Pacífico. También se puede disfrutar de la presencia de los guanacos, una especie de los camélidos sudamericanos.

La Reserva Nacional San Fernando concentra una variada diversidad biológica marina y marino-costera: pingüinos de Humboldt, zarcillos, pelicanos, la nutria marina, ostreros, lobos marinos.

El acceso a este lugar se da por el sector de Punta Caballas, que es la playa más hermosa de la reserva, donde se puede practicar deportes náuticos y pesca deportiva. El segundo ingreso es por el kilómetro 477 de la Panamericana Sur, donde se puede observar el desierto costero y las lomas.

San Fernando es la segunda área natural protegida, después de la Reserva Nacional Paracas, que protege áreas marítimas en una zona donde los afloramientos en el mar y la diversidad biológica resultante, las corrientes marinas, los bosques relicto, las lomas, los arrecifes y demás accidentes geográficos, los vientos, la belleza paisajística, los valores arqueológicos y el aislamiento, se concentran, originando lugares prioritarios para la conservación.

¿Cómo llegar?

Una primera opción de llegada es desde Ica hasta el desvío a Changuillo (kilómetro 410 de la Panamericana Sur) y luego avanzar otros 107 kilómetros (2 horas), después se continúa paralelo al río Grande por unos 50 kilómetros hasta Puerto Caballas.

La segunda alternativa de arribo es desde Ica hasta el distrito de Marcona, en un recorrido de 230 kilómetros (3 horas y 30 minutos) y luego avanzar otros 17 kilómetros desde Marcona hasta la Reserva Nacional de San Fernando. En ambos casos el ingreso es gratuito al área natural protegida.

Punta Coles

La Reserva Nacional Punta Coles se ubica cerca de la ciudad de Ilo, en la costa de Moquegua. El lugar es un paraíso para los amantes de la naturaleza y, en especial, para los que disfrutan descubriendo rincones inexplorados. Punta Coles destaca porque alberga a la colonia más grande de lobos marinos finos del Perú y el área más austral del país donde se reproduce el pingüino de Humboldt.

La Reserva alberga alrededor de 30 especies de aves entre las que destacan el guanay, el piquero, pelícano y pingüinos de Humboldt; además de una diversidad de aves migratorias. Al igual que en la reserva San Fernando, en Punta Coles podrá disfrutar de la tranquilidad que ofrece el mar. Hay pocos visitantes y el paisaje está para su exclusivo disfrute; además, el ingreso es gratuito.

Reserva Nacional Pacaya Samiria 

Conocida también como la “Selva de los espejos”, la Reserva Nacional Pacaya Samiria fue creada el 4 de febrero de 1982 para conservar ecosistemas representativos de la selva baja de la Amazonía peruana y preservar su diversidad genética. En ese sentido, protege especies de flora y fauna de la Amazonía en peligro de extinción, como el lagarto negro y el lobo de río.

Con un área de 2 millones 80,000 hectáreas, esta área natural protegida comprende parte de las provincias de Loreto, Requena, Alto Amazonas y Ucayali, del departamento de Loreto. Está ubicada en la depresión Ucamara, donde se da la confluencia de los grandes ríos Ucayali y Marañón, los cuales forman sus límites naturales. La parte suroccidental está delimitada por una franja de colinas bajas que forma la divisoria de aguas con el río Huallaga.

La Reserva Nacional Pacaya Samiria alberga una alta diversidad biológica y una importante población humana que aprovecha de sus recursos naturales. Comprende en su interior las cuencas de los ríos Pacaya, Samiria y Yanayacu-Pucate. Aunque mayormente se trata de una planicie de selva baja aluvial e inundable, presenta algunas colinas bajas en las nacientes del Pacaya.

Protege además el área de bosque inundable más extensa de la Amazonía. Este gigantesco humedal motivó su designación como uno de los primeros sitios Ramsar del Perú, en 1992.

En cuanto a la fauna se ha reportado la presencia de más 1,025 especies de vertebrados, lo que representa un 27% de la diversidad de estas especies en el Perú y el 36% del total registrado para la Amazonía

En lo que respecta a la flora, la Reserva Nacional Pacaya Samiria alberga 965 especies de plantas silvestres y 59 de plantas cultivadas. Su valor para la protección de la diversidad biológica está ampliamente justificado por la presencia de inmensas extensiones de aguajales o bosques de aguaje (Mauritia flexuosa) y bosques mixtos de otras palmeras.

En la Reserva Nacional Pacaya Samiria habitan numerosas comunidades, tanto nativas y tradicionales como de colonos relativamente recientes. Su territorio ofrece beneficios a miles de personas en la zona y en las ciudades vecinas, así como la posibilidad de realizar un turismo de primer nivel para conocer la Amazonía peruana. 

Existen tres circuitos turísticos principales: la cuenca Yanayacu-Pucate, desde la comunidad Veinte de Enero, cerca a Nauta, hasta la famosa cocha El Dorado. Es la zona donde se encuentra la mayor cantidad de refugios y zonas de campamento a lo largo del río. La laguna El Dorado es considerada el corazón de la Reserva Nacional Pacaya Samiria y uno de los lugares con mayor concentración de fauna. 

Existen también 15 zonas de campamento autorizado en las 8 áreas de uso turístico, tres refugios en la cuenca Yanayacu-Pucate y dos refugios en la comunidad de San Martín de Tipishca.

Reserva Nacional Allpahuayo Mishana

Esta emblemática área natural protegida ubicada en la provincia de Maynas, región Loreto, tiene un potencial excepcional para el turismo de naturaleza por su cercanía a Iquitos. Fue creada el 15 de enero de 2004 para conservar la diversidad biológica y el hábitat de los bosques de varillal y chamizal que crecen sobre arena blanca y que pertenecen a la ecorregión del Napo, así como la de los bosques inundables aledaños de la cuenca del río Nanay.

Su importancia radica también en que protege parte de las fuentes de agua que abastecen a la ciudad y garantiza el aprovechamiento tradicional de los recursos naturales renovables por las comunidades asentadas en la zona.

En su superficie de 58,069 hectáreas se ha registrado la presencia de cerca de 145 especies de mamíferos, varias de ellas muy raras y altamente vulnerables. Entre ellas destacan dos especies endémicas: el mono huapo ecuatorial y un roedor aún no muy estudiado. El primero, junto al tocón negro, son primates protegidos solo en este lugar.

Por otra parte, en toda la reserva existen 498 especies de aves, de las cuales 21 de ellas son exclusivas de los bosques de arena blanca, entre las cuales se incluye a seis especies nuevas para la ciencia y nueve endémicas de la ecorregión Napo. Asimismo, se ha reportado la presencia de 83 especies de anfibios, entre ellas varias especies endémicas. También se han encontrado 120 especies de reptiles y 155 especies de peces.

La presencia de los suelos de arena blanca le da a los ecosistemas forestales de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana características muy particulares y forman la concentración más representativa que hasta el momento se ha detectado en la Amazonía peruana. Su presencia garantiza la existencia de diversas especies vegetales endémicas de la zona como el aguaje de varillal, el caimito de varillal, el aguajillo, el carachacaspi, el irapay, el aceite caspi, entre otras.

Uno de los circuitos a realizar se encuentra entre los Kilómetros 25 y 26 de la carretera Iquitos-Nauta, en predios privados, donde se puede visitar un típico bosque varillal húmedo bajo. Allí se puede avistar a numerosas especies de aves endémicas de estos ecosistemas. En el Kilómetro 23 se encuentra un zoocriadero donde se puede apreciar el manejo sostenible de animales silvestres como el ronsoco y el sajino.

En el kilómetro 26 se encuentra el Centro de Investigaciones Allpahuayo (CIA) pertenecienteal Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), donde se puede apreciar plantas medicinales y frutales nativos en un circuito turístico con trochas interpretativas entre los varillales altos secos y bajos húmedos.

En el Kilómetro 28 se encuentra el puesto de vigilancia El Irapay, donde se inicia una trocha hacia la comunidad de Mishana. En el camino se puede observar numerosos varillajes. En la comunidad de Ninarumi, en las afueras de la ciudad de Iquitos, existe un embarcadero que comunica a las comunidades de la cuenca del río Nanay.

La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana fue una de las primeras en recibir visitantes cuando se inició la reactivación del turismo. 

Reserva Nacional Tambopata

Creada hace 21 años para conservar la flora, la fauna y los procesos ecológicos de una muestra de la selva húmeda tropical peruana, la Reserva Nacional Tambopata deslumbra al mundo por su espectacular belleza paisajística y la megadiversidad biológica que alberga y que estamos llamados a preservar. El aforo autorizado a esta área natural protegida es del 60%, dado que se encuentra en la región Madre de Dios, que tiene un nivel de alerta moderado.

La Reserva Nacional Tambopata se ubica al sur del río Madre de Dios, en los distritos de Tambopata e Inambari de la provincia de Tambopata. Fue creada oficialmente el 4 de septiembre del 2000, mediante Decreto Supremo Nº 048-2000-AG y tiene una superficie total de 274,690 hectáreas.

El destino turístico más visitado es el Lago Sandoval, ubicado en la cuenca del río Madre de Dios. Este espejo de agua de 127 hectáreas está rodeado de palmeras repletas de guacamayos y se encuentra a solo media hora por río de Puerto Maldonado. En sus aguas, que pueden ser recorridas en botes de paseo que alquilan los pobladores locales y los albergues, habita una numerosa familia de lobos de río a la que se le aprecia cazando y acicalándose sobre los troncos. También hay una torre observatorio para una vista panorámica.

Los atractivos característicos de Tambopata son las colpas que se hallan en la orilla de los ríos reuniendo a cientos de aves (guacamayos, halcones y loros) ofreciendo un espectáculo de color y sonido espectacular (todo esto en especial entre las 5:30 y 9:00 am).

La Reserva Nacional Tambopata es una de las primeras en el Perú en impulsar una propuesta para ampliar su oferta turística e incluir a todos los sectores de la población, incluyendo a personas con discapacidad, adultos mayores y familias con niños pequeños.

En agosto del 2019, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) inauguró un “sendero elevado de madera”, que tiene un largo de 2,800 metros. Parte desde el puesto de control de la Reserva Nacional de Tambopata y llega hasta el muelle de embarque del lago Sandoval. Esta vía ha permitido reducir el tiempo, de tres horas a 45 minutos. Además, cuenta con señalética interpretativa; zonas de embarque y desembarque en sus puntos de partida y llegada.

Parque Nacional del Manu

El Parque Nacional del Manu tiene una extensión de 1 millón 716,295.22 hectáreas y comprende parte de las provincias de Paucartambo (Cusco) y Manu (Madre de Dios).

Su establecimiento, el 29 de mayo de 1973, tuvo como propósito proteger una muestra representativa de la diversidad biológica, así como de los paisajes de la selva baja, ceja de selva y de los Andes del suroriente peruano. Asimismo, en él se pretende fomentar el turismo sustentado en criterios ecológicos y culturalmente compatibles.

La creación de esta área natural protegida apuntó a promover y facilitar la investigación, educación y recreación, así como contribuir a la preservación del patrimonio arqueológico. Su presencia contribuye al reconocimiento y protección de la diversidad cultural y a la autodeterminación de los pueblos indígenas del área.

El Parque Nacional del Manu protege una de las zonas más importantes del planeta en cuanto a megadiversidad de especies biológicas. Su gran extensión atraviesa frígidas punas que sobrepasan los 4,000 metros de altitud, agrestes montañas boscosas que dan origen a una multitud de pequeñas quebradas y valles, bosques nublados de selva alta, y finalmente el llano amazónico.

Este magnífico y único escenario natural incluye un amplio y complejo sistema hidrográfico y garantiza la presencia de una diversidad de ecosistemas poco intervenidos por el ser humano.

En estas circunstancias, la diversidad biológica que alberga el Parque Nacional del Manu se manifiesta en todo su potencial en un paisaje único en el planeta. Desde 1977 el Parque Nacional del Manu ostenta el estatus de Reserva de Biósfera. A su vez, en 1987 fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad otorgado por la Unesco.

Los bosques tropicales del Manu han permitido que los procesos ecológicos y evolutivos se realicen casi sin la presencia del hombre. Sin embargo, en la zona existe también una enorme riqueza cultural, representada por las actuales poblaciones indígenas en diferentes niveles de contacto con el exterior, y un patrimonio arqueológico aún no revelado en toda su magnitud.

En sus fronteras se encuentra la Reserva Territorial de los grupos étnicos Kugapakori y Nahua; el Santuario Nacional Megantoni y la Reserva Comunal Amarakaeri.

En el sector suroeste existe una asociación de agricultores conocida como Callanga. Además, en el sector noroeste adyacente al Parque Nacional del Manu, y en el interior, existe un número no determinado de poblaciones indígenas en aislamiento voluntario.

El Parque Nacional del Manu alberga una gran cantidad de especies de fauna silvestre. Se ha registrado cerca de 160 especies de mamíferos, más de 1,000 especies de aves (en su mayoría residentes), alrededor de 140 especies de anfibios, 50 especies de serpientes, 40 de lagartijas, 6 de tortugas, 3 de caimanes y 210 de peces.

Por otro lado, el número de insectos en el Parque Nacional del Manu se estima en cerca de 30 especies. Se ha registrado más de 1,300 especies de mariposas, 136 de libélulas, al menos 300 de hormigas (en un solo árbol se encontraron más de 40 especies) y más de 650 de escarabajos.

En lo que respecta a la flora del Parque Nacional del Manu, el número de especies vegetales es muy elevado. Los diversos registros indican que por lo menos existen 162 familias; 1,191 géneros y 4,385 especies identificadas. En una sola hectárea se llegó a encontrar hasta 250 variedades de árboles

Los bosques de aguajales son uno de los ecosistemas más resaltantes, donde las palmeras de aguaje y de asaí son las dominantes. Se desarrollan sobre áreas casi permanentemente inundadas, especialmente en la margen derecha del río Manu.

También destaca la presencia del cedro, del cético, del tornillo, de la castaña, de la lupuna y del jebe.

En la cuenca baja del río Manu se puede apreciar la exuberancia de la llanura amazónica. Se ha destinado cinco zonas para la visita, en donde se concentra una alta diversidad de flora y fauna silvestre. Se trata de las cochas (lagos en forma de herradura) Salvador, Otorongo y Juárez, así como los sectores de Pakitza y Limonal.

En estas zonas existe una gran variedad de circuitos y senderos para apreciar la belleza de la selva tropical. Destacan también las cochas donde es posible observar especies que en otros ecosistemas han desaparecido, como el lobo de río y el lagarto negro.

Otro atractivo son los bosques en ambas márgenes del río Manu, donde no sólo es posible observar gran variedad de flora, sino numerosa fauna asociada. Un hito de atracción son las colpas, donde acuden numerosas especies de fauna. Los aguajales también posibilitan la concentración de fauna típica, como los guacamayos.

El mirador de Tres Cruces, en el extremo sur del Parque Nacional del Manu, permite apreciar espectaculares salidas de sol a más de 3,600 metros sobre la llanura amazónica. A través de un fenómeno óptico que ocurre especialmente entre mayo y agosto, cuando el cielo está despejado, se tiene la impresión de que el sol aparece dos veces en un mismo amanecer. 

Además, se puede apreciar dos vistas panorámicas opuestas: la serranía al sur y el impenetrable bosque nublado al norte. Desde este lugar se puede tomar un circuito pedestre señalizado de aproximadamente siete kilómetros (3 horas de recorrido), desde el puesto de vigilancia de Acjanaco hasta el fundo Pillahuata.

El Parque Nacional del Manu posee uno de los más renombrados centros de investigación para los trópicos: la estación biológica de Cocha Cashu. Asimismo, en la cuenca baja del río Manu existen cinco zonas de campamento, tres miradores o espigones, así como tres albergues en cesión de uso.

También se instaló una torre metálica de 18 metros de altura en la cocha Otorongo y un sendero elevado con plataforma en el sector Limonal. Además, se puede visitar el Centro de Interpretación ubicado en el puesto de vigilancia El Limonal.

Parque Nacional del Río Abiseo

Está ubicado en la ladera amazónica de la cordillera Oriental de los Andes, al oeste de la localidad de Huicungo, en el departamento de San Martín. Consta de una extensión de 274,520 hectáreas. Su principal objetivo es proteger una muestra representativa de los bosques nublados de la ceja de selva y selva alta, que incluye diversas zonas de endemismo.

Su presencia busca además preservar las especies de flora y fauna y asociaciones en su estado natural, particularmente aquellas que se encuentran en situación vulnerable o en vías de extinción. También busca mantener el equilibrio ecológico de los bosques nublados, con la finalidad de asegurar la estabilidad hidrológica de las cuencas de los ríos Abiseo, Túmac Montecristo.

Este lugar es una excelente plataforma para apoyar y fomentar la investigación de nuestros recursos naturales y culturales. En su interior se conservan recursos culturales y bellezas paisajísticas, donde sobresale el complejo arqueológico del Gran Pajatén y Los Pinchudos.

Fauna y flora

Se ha registrado a la fecha cerca de 900 especies de fauna silvestre, distribuidas en 181 especies de mamíferos, 409 de aves, 17 de reptiles, 30 de anfibios, 14 de peces y cerca de 250 de invertebrados. De estas, 552 especies corresponden al sector occidental y 351 al sector oriental del parque nacional. Del sector occidental, no menos de 27 especies son consideradas endémicas del Perú y de distribución restringida al Parque Nacional Río Abiseo y a sus inmediaciones, con varias especies amenazadas. En el sector oriental se ha reportado 18 especies amenazadas: 11 mamíferos y 7 aves.

Por otro lado, de las 1,134 especies de plantas registradas, 986 corresponden al sector occidental. En las tierras de colina existen árboles de gran tamaño, como el renaco y el caucho

Entre las especies de importancia económica destacan la sangre de grado, la uña de gato, y entre las maderables, el cedro, la caoba y el tornillo. Se encuentra también a dos especies de árboles consideradas en vías de extinción: el cedro de altura y el romerillo.

Atractivos turísticos

Entre los atractivos naturales destacan la quebrada Oros, las cataratas El Oso, Velo de Novia, Shihui y Las Gemelas; los ríos Abiseo, Montecristo y Túmac; y las lagunas La Empedrada, La Escondida, La Colorada, Negra, Honda y Chúcara. También se puede visitar los bosques montanos, de nubes, enano, manchales de bosque andino y el tornillal; los paisajes y formaciones rocosas: Pampa de Venados, macizo montañoso, valles en forma de “U”, el farallón de los Pinchudos y la Cueva de los Muertos. En estos recorridos se puede contemplar la fauna y flora local.

La lista de atractivos culturales incluye los asentamientos prehispánicos de Gran Pajatén, La Playa, El Encanto, Las Papayas y Cerro Central. Así también se incluye a otros sitios arqueológicos como Los Pinchudos, Los Paredones, Pampa de Cuyes, Puerta del Monte, El Mirador, Apisuncho, Achiras, Alpamachay y Ochanache. Finalmente, en todos estos lugares se aprecian terrazas agrícolas, canales de irrigación, caminos prehispánicos y lugares de ofrendas, afloramientos de material lítico utilizado en la prehistoria y arte rupestre.

Gran Pajatén

Es un conjunto monumental impresionante por su especial arquitectura. Esta ciudadela fue construida por la civilización de los chachapoyas antes de ser sometidos por los incas. Destaca también el complejo funerario Los Pinchudos, construido en la estrecha cornisa de un gran farallón. Sus ídolos de madera, que representan a seres desnudos, fueron encontrados intactos y emplazados en su lugar original.

Otros restos encontrados incluye al Cerro Central, con alrededor de 200 edificios; al complejo de Las Papayas, con cerca de 100 estructuras, algunas de piedra labrada; el sitio arqueológico de Marcial (Pajatén II), también con más de 100 edificios; y muchos otros como La Playa, Apisunchu, Alpamachay y Manachaqui.

La presencia de numerosos y excepcionales restos arqueológicos dentro de una vasta área boscosa es única en el continente. Esto originó que la Unesco declare, en 1992, al Parque Nacional del Río Abiseo como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad, categoría mixta que en el país solo comparte el Santuario Histórico de Machu Picchu.

Parque Nacional Cordillera Azul

Se localiza entre los ríos Huallaga y Ucayali, en los departamentos de San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco, con una extensión de 1 millón 353,190.85 hectáreas. Su principal objetivo es proteger una serie única de especies, comunidades biológicas y formaciones geológicas típicas del bosque montano y premontano de la Cordillera Azul. Asimismo, su presencia resguarda las cabeceras de cuenca que brindan agua a toda la zona adyacente.

Esta área natural protege la mayor cantidad de selva alta intacta en el país y es hogar de plantas y animales únicos en el mundo. Su impresionante belleza se debe en parte a sus particulares características geográficas. Su pronunciada gradiente altitudinal, desde la selva alta hasta el llano amazónico, alberga diversos tipos de ecosistemas con una riqueza biológica de valor global. Esto permite la concentración de una diversidad de flora y fauna única donde también se encuentra un alto número de especies endémicas de la región.

Este gran paraíso es un lugar excepcional que ofrece un impactante recorrido por la selva alta hasta llegar a la llanura amazónica a fin de comprender la dinámica de nuestros complejos ecosistemas y reconocer su fragilidad. Visitar esta zona es una de las mejores clases sobre geografía, ecología y sobre la realidad en nuestro país.

Fauna y flora

La fauna silvestre del Parque Nacional Cordillera Azul es muy diversa. Se ha registrado la presencia de 71 especies de mamíferos grandes, 10 de primates, 516 especies de aves (se estima que en realidad existirían más de 800 en total, cifra que incluye 3 nuevos registros para el Perú y uno nuevo para la ciencia). También se ha reportado la presencia de 82 especies de anfibios y reptiles (8 nuevas de sapos y una nueva salamandra); así como de 93 especies de peces, de las cuales, 22 son nuevas para el Perú y más de 10 son nuevas para la ciencia.

Las aves son el grupo más diverso. Algunas son importantes por su atractivo turístico, este es el caso de los guacamayos y loros (23 especies), las grandes águilas (19 especies de Accipitridae y 9 de Falconidae), donde sobresalen el águila harpía y el águila monera. Abundan también las pavas de monte y otras especies típicas de la selva alta y baja.

Entre los mamíferos destacan los primates y felinos; así como el oso andino, la nutria de río, el lobo de río, el tapir o sachavaca, el sajino, la huangana, el venado rojo y roedores grandes como el majaz y el ronsoco.

En cuanto a la flora se ha registrado cerca de 1,600 especies de plantas, de las cuales, 12 son nuevas para la ciencia. Sin embargo, se estima que debe existir entre 4,000 y 6,000 especies. La vegetación es típicamente de bosque montano, aunque también incluye sectores más secos hacia el oeste y vegetación de llanura amazónica, caracterizada por grandes árboles hacia el este.

Asimismo, posee una alta diversidad de especies de palmeras, las cuales son un importante recurso alimenticio para mantener densidades altas de mamíferos y aves.

Atractivos turísticos

Dentro del área natural protegida destacan la “Laguna del mundo perdido”, en Chazuta; las enormes mesetas triangulares de hasta 7 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho, que en ciertos sectores se elevan hasta 350 metros. También destacan los bosques de neblina en la cuenca del río Cushabatay y en las montañas Cinco Puntos.

Asimismo, se puede visitar los cerros Manashahuemana (que significa “tortuga”, en idioma shipibo) y la colpa de guacamayos, ambos en el río Pisqui. Por otro lado, el mirador de Chambirillo ofrece vistas espectaculares de los bosques hacia el este del parque nacional. Adicionalmente, se puede apreciar los pantanos de altura, que son humedales ubicados en la cabecera del río Pucayacu sobre los 1,400 metros de altitud y que son únicos en el Perú.

Bosque de Protección Alto Mayo

Abarca territorios de las provincias de Rioja y Moyobamba en el departamento de San Martín y tiene una extensión total de 182,000 hectáreas. Su presencia busca proteger las cuencas hidrográficas, la vegetación boscosa, la vida silvestre y los valores paisajísticos de la zona, para promover el turismo, la recreación, la educación, la investigación, a fin de generar beneficios para los pobladores locales.

Posee paisajes únicos y una alta diversidad biológica. Las pendientes pronunciadas de sus bosques nubosos o de neblina, fuentes naturales de conservación de recursos hídricos de las cuencas, son idóneas para la preservación de la vida silvestre y el manejo de sus valores escénicos y científicos.

Si bien su diversidad biológica ha sido poco estudiada, el Bosque de Protección Alto Mayo ha sido considerado como una de las zonas prioritarias para la conservación a nivel nacional, debido a su ubicación al sur de la depresión de Huancabamba, además del endemismo en varios grupos de especies.

En esta área natural habitan desde siempre nativos del grupo Aguaruna o Awajún y desde hace unas décadas diversos colonos. Desde fines de la década de 1970 el flujo migratorio facilitado por la construcción de la carretera Marginal, que atraviesa el bosque de protección, se multiplicó. Hoy la excesiva y desorganizada presencia humana constituye una seria amenaza para la conservación de sus valores naturales. Sin embargo, aún se puede gozar de este fascinante lugar que corona una visita a la zona del Alto Mayo. Percibir la transición de lo andino a lo amazónico en armonía con la exuberante belleza es una experiencia única.  

Fauna y flora

Se ha registrado 17 especies de aves endémicas de distribución restringida y 23 especies consideradas amenazadas globalmente. Destaca la presencia de la lechucita bigotona, que con sus 12 centímetros es el búho más pequeño del mundo y habita los llamados “bosques enanos”. También es resaltante la presencia de cerca de 45 especies de colibríes. El alto número de falconiformes (27 especies entre águilas y halcones) indica una diversidad de fauna capaz de mantener a tantos depredadores.

Entre los mamíferos destaca el mono choro cola amarilla, el más grande del Perú y especie endémica de los bosques montanos de Amazonas y San Martín que fue redescubierto en 1974. 

Se ha reportado la presencia de otras especies, tales como el oso de anteojos, el puma, el musmuqui andino, el tocón andino, un mono raro y endémico, restringido a los bosques de tierras bajas del Alto Mayo (entre los 850 y 1,000 metros de altitud) y el ya casi extinto armadillo gigante.

En cuanto a la flora en el Bosque de Protección Alto Mayo, predominan los bosques nubosos o de neblina que ocupan cerca del 72% del área natural protegida. En ellos habita una alta diversidad de epífitas, orquídeas, helechos y bromelias como la piñuela.

Atractivos turísticos

Dentro del área protegida se encuentra diversas cataratas como las de Santa Patricia, en la cuenca del río Serranoyacu; la Caída del Oso, en la trocha de Aguas Verdes al caserío El Triunfo; Venceremos, en la subcuenca del río Serranoyacu; Sol de Oro, en la subcuenca del río Naranjillo; y Urcochaqui, en una trocha desde el caserío Naciente del Río Negro.

También se puede visitar diversas lagunas como Onercocha, siguiendo una trocha desde Aguas Verdes y Siete Lagunas, siguiendo una trocha desde olleros. Otro punto interesante es la cueva de los guácharos en la naciente del río Negro y Bellavista.

El Abra Patricia (2,300 metros de altitud) es un punto interesante para el avistamiento de aves. Asimismo, la importancia de las orquídeas de Alto Mayo debido a su belleza y diversidad se manifiesta en el festival anual de las orquídeas, el cual se realiza todos los años en noviembre en Moyobamba.

Área de Conservación Regional Cordillera Escalera

Es la primera área de conservación regional del país, creada en el año 2005, y se encuentra dentro de cuatro distritos de la provincia de Lamas y de cinco de la provincia de San Martín.

Comprende una extensión de 149,870 hectáreas y en ella se puede observar parte de la cadena montañosa conocida como Cahuapayas, que representa a las más jóvenes que se encuentran en los andes orientales peruanos. El sitio también es importante gracias a que alberga una importante muestra de los bosques nubosos montanos tropicales que abarcan más del 50% de su territorio. 

El Área de Conservación Regional Cordillera Escalera resulta valiosa además a causa de su capacidad de ser productora de una importante cantidad de agua que abastece a los más de 150,000 habitantes de los pueblos aledaños. Dentro de esta área protegida se pueden reconocer diversidad de paisajes posibles a causa de sus diferencias altitudinales y que son el hábitat de distintas especies de flora y fauna típica de cada uno de los ecosistemas que en esta se desarrollan. Entre estos se observan los bosques nubosos, que son importantes porque en ellos se originan importantes cuencas como Caynarachi, Chazuta-Chipesa, Sistema Mayo-Cumbaza, Shanusi y Pampayacu-Charapillo.

Otro escenario ecológico de esta área protegida son los bosques de colinas, que albergan a especies de animales en situación vulnerable. También destacan “Los domos de sal”, de gran interés para la investigación científica y el turismo. Los bosques de Pie de Monte son un cuarto escenario visible en esta Área, que comprenden un 17% de todo el territorio del área de conservación y se localiza entre los 200 y 500 metros sobre el nivel del mar.

Parque Nacional Tingo María

Ubicado a 12 horas desde Lima, esta área protegida alberga una hermosa cadena de montañas conocida como la Bella Durmiente, que asemeja la silueta de una joven doncella que descansa sobre la hierba.

Este impresionante destino nos invita a ingresar en su frondosa vegetación selvática con su complejo sistema de cavernas subterráneas, en que la más famosa es la Cueva de las Lechuzas, habitada mayormente por murciélagos y guácharos, uno de los mayores atractivos del Parque Nacional Tingo María. 

En el recorrido podremos deslumbrarnos con las enigmáticas formaciones rocosas, grutas, galerías y los diversos arroyos de agua dulce en relajantes caminatas bajo un cielo tropical de color azul intenso y el cautivante verdor de los bosques amazónicos.

Parque Nacional Yanachaga Chemillén

Esta área protegida se extiende sobre la cordillera Yanachaga, en la vertiente oriental de los Andes. Sus ecosistemas de Selva Baja, Selva Alta y Puna Húmeda, albergan más de 5,000 especies de plantas que representa al 25% de la diversidad de flora del Perú, de las cuales aproximadamente unas 600 son orquídeas. Asimismo, existen árboles amazónicos emblemáticos como el cedro, ulcumanu, tornillo, nogal y shihuahuaco. 

En cuanto a fauna destacan el oso de anteojos, la nutria de río, el jaguar u otorongo, la sachavaca o tapir, el venado rojo, el venado enano, el mono choro, el gallito de las rocas o tunqui, el relojero, el quetzal de cabeza dorada, el paujil y el águila harpía. 

En el lado occidental del área protegida se cuenta con tres lugares para disfrutar de la naturaleza. El sector Huampal, donde se encuentra el cañón más profundo de Selva Central, ideal para observar la maravillosa danza de los gallitos de las rocas.

También está el sector de San Alberto, caracterizado por su bosque de neblina, excelente lugar para el avistamiento de aves como el quetzal de cabeza dorada, el tucán andino y diversas especies de colibrís. 

Otro sector es San Daniel, caracterizado por tener una laguna rodeada de orquídeas, un bosque achaparrado y un pajonal, especial para la observación de aves, ubicado a 2400 metros sobre el nivel del mar. En el sector Paujil, ubicado en el lado oriental donde predomina el bosque amazónico, es perfecto para la observación de fauna como tapir o sachavaca, venado rojo, nutria de río, mono choro, el coatí, el lagarto enano y diversas especies de aves. 

En las zonas aledañas al Parque Nacional Yanachaga Chemillén se puede apreciar costumbres y tradiciones de la etnia Yánesha y de los colonos descendientes de pioneros austroalemanes.

Santuario Nacional Pampa Hermosa

Creado oficialmente el 26 de marzo del 2009, mediante Decreto Supremo Nº005-2009-MINAM, el Santuario Nacional Pampa Hermosa tiene una extensión de 11 543.74 hectáreas y comprende los distritos de Huasahuasi y Chanchamayo de las provincias de Tarma y Chanchamayo, respectivamente.

El Santuario Nacional Pampa Hermosa conserva una muestra representativa única de los bosques montanos tropicales remanentes en la selva central, la misma que incluye altos valores de diversidad biológica, resaltando especies endémicas o de distribución restringida y grupos taxonómicos relevantes para la ciencia.

En su ámbito se protege una serie única de especies y comunidades biológicas, en donde destaca una comunidad de cedros de altura. Sus territorios también protegen las cabeceras de cuenca de los ríos Cascas y Ulcumayo, importantes tributarios del río Oxabamba. 

Esto garantiza la estabilidad de los suelos y el aprovisionamiento, en cantidad suficiente, de agua de calidad a las poblaciones aledañas que permita el desarrollo de un manejo integrado y sostenible de los recursos naturales.

El santuario posee bosques premontanos y montanos que a nivel nacional están siendo fuertemente fragmentados y amenazados por la migración y el cambio de uso del suelo. Adicionalmente, el santuario nacional es uno de los pocos lugares de los Andes orientales tropicales que se encuentra poco intervenido. Su protección significa garantizar la existencia de un área clave para el tránsito de fauna y la conservación de los ecosistemas característicos de esta zona.

El Santuario Nacional Pampa Hermosa es refugio de algunas especies de fauna silvestre oriundas de Perú como el tunqui o gallito de las rocas, ave emblemática de nuestro país. Es una hermosa especie que en los machos presenta una cresta naranja que adorna su cabeza. Plumas blancas y negras cubren la espalda y las alas. 

Como en la mayoría de las aves, el color de la hembra es más sutil. En época de apareamiento suele hacer en grupo muestras de exhibición ritual o “leks”, junto con unos sonidos roncos y cacareos característicos. 

Otros animales silvestres que se reportan son el oso de anteojos u oso andino, el tucán de pico negro, la tucaneta esmeralda, el toropisco del Pacífico, el tigrillo y una rana venenosa.  El santuario es reconocido también como un área de endemismo en mariposas.

Casi la totalidad de los bosques de montaña conservados en esta área natural protegida se encuentran no intervenidos. Esto hace posible que en su interior existan especies que en otros ámbitos son actualmente muy escasas.

Este es el caso del ya mencionado cedro de altura, dado que supera los 40 metros de alto; del nogal negro, de la congona, del tulpay, del ulcumano, del diablo fuerte y de la quina o cascarilla. Asimismo, el santuario es el refugio de helechos y de diversas especies de orquídea aún no estudiadas.

En la actualidad, el sector denominado Los Cedros de Pampa Hermosa, es ofrecido a los visitantes por el Lodge Pampa Hermosa, para disfrutar del paisaje amazónico montano y de los grandes cedros de la zona.

Para acceder al santuario desde Lima se debe tomar la Carretera Central hasta la provincia de San Ramón, desde donde se debe continuar a través de una trocha carrozable de 24 Kilómetros, atravesando el puente Victoria y Lourdes hasta el poblado de Nueva Italia. El Lodge Pampa Hermosa es el final de la ruta, a 2 kilómetros de este último, e inicio de algunas rutas a pie para ingresar al santuario.

Santuario Histórico Bosque de Pómac

Se trata de un bosque seco biodiverso, cuna de historia preinca y naturaleza viva hasta nuestros tiempos. La cultura Sicán dejó en Pómac una huella imborrable de su riqueza cultural. 

Esta área protegida alberga casi 6,000 hectáreas de bosques de algarrobo, especie endémica de la costa norte peruana. Durante el recorrido podemos conocer el lazo existente entre esta cultura y su entorno natural, dos elementos que se unen para crear un paisaje cultural único, que comprende, además, diversas especies de aves endémicas y la mayor cantidad de pirámides prehispánicas de Sudamérica. 

Según la lengua muchik, Sicán significa “casa o templo de la luna” y fue una cultura de la costa norte del Perú, que se desarrolló entre el 900 y 1,100 d.C. cuya capital se estableció en la zona de Pómac. 

Al ingresar a la zona arqueológica, se puede apreciar a más de veinte pirámides de adobe distribuidas en un área de 45 kilómetros cuadrados, así como las tumbas de la élite Sicán, la mayor parte de ellas enterradas al pie de las pirámides.

En el bosque es imperdible la visita al mirador Las Salinas, desde donde se tiene una vista panorámica del bosque seco, las pirámides e incluso el curso del río La Leche. También conocer la casa de Karl Weiss (pionero de la actividad apícola en la región), el algarrobo con más de 500 años de antigüedad y de forma caprichosa, al que los lugareños atribuyen milagros y leyendas. También puede apreciarse la huaca Las Ventanas, una pirámide trunca de adobe con más de 10 metros de altura y que forma parte del Complejo Arqueológico Sicán, en donde se descubrió el famoso “Tumi” o cuchillo ceremonial de oro puro. 

Reserva Nacional Lago Titicaca

Próxima a cumplir 44 años de creación como área natural protegida por el Estado, la Reserva Nacional Lago Titicaca conserva una gran biodiversidad, apoya el desarrollo socioeconómico de la región Puno y mantiene las tradiciones culturales de las comunidades que habitan las inmediaciones del lago más alto del mundo.

Creada oficialmente el 31 de octubre de 1978, mediante Decreto Supremo N° 185-78-AA, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas continentales del Lago Titicaca, en las inmediaciones de las provincias de Puno y Huancané del departamento de Puno, a una altitud promedio de 3,810 metros sobre el nivel del mar. 

Tiene una extensión de 36,180 hectáreas. La totalidad del lado peruano del lago Titicaca ha sido reconocida por la Convención Ramsar, el 20 de enero de 1997, considerándose como un Humedal de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.

En el interior del lago se han establecido tres zonas: el lago Mayor o de Chucuito (con la máxima profundidad de 283 metros); el lago Menor o Wiñaymarca; y la bahía de Puno. El lago tiene cinco ríos tributarios principales: Ramis, Huancané, Coata, Ilave y Suches. La única descarga de sus aguas se efectúa a través del río Desaguadero (lo que representa solo el 9% del total), mientras el resto se pierde por evaporación. La temperatura de sus aguas varía entre 11° y 14° C.

Específicamente, la Reserva Nacional del Titicaca está ubicada en las aguas del lago Titicaca en dos sectores que no tienen continuidad física: el sector Ramis, con 7,030 hectáreas y que está ubicado en la provincia de Huancané, la cual incluye una zona de totoral y una parte pelágica en la margen derecha de los ríos Ramis y Huancané; y las lagunas de Yaricoa y Sunuco, en la margen izquierda del río Huancané. 

El otro sector es Puno, con 29,150 hectáreas, ubicado en la provincia del mismo nombre y que abarca diversos totorales comprendidos entre la isla Estévez y la península de Capachica. Gran parte de las conocidas islas flotantes de los Uros se ubica dentro de la reserva, mientras que otras colindan con ella. Asimismo, muchas de ellas están preparadas para recibir visitantes, mientras que otras permanecen solo con fines de vivienda. 

En la actualidad, muchos de sus pobladores se dedican al turismo y al negocio de las artesanías, actividades a las que han sumado la pesca y caza tradicionales, con lo cual   conservan su ancestral vínculo con los recursos naturales que el lago brinda, convirtiendo esta zona en uno de los potenciales turísticos más importantes de la reserva.

Las comunidades campesinas se han organizado para formar diversos Comités de Conservación, los cuales tienen guardaparques voluntarios que ordenan el uso de los recursos y apoyan en el control y vigilancia de la Reserva Nacional Lago Titicaca. Asimismo, dan cuenta a la asamblea comunal y al personal del área sobre actividades que ponen en riesgo la integridad de la zona protegida.

La Reserva Nacional Lago Titicaca es uno de los cinco destinos turísticos del Perú reconocidos con la Jerarquía 4, la máxima distinción que ostenta un recurso turístico en el mundo. De esta manera, se suma a Machu Picchu, las Líneas de Nasca, el Valle del Colca y el río Amazonas, atractivos que poseen también ese distintivo.

Santuario Nacional de Huayllay

Se ubica en el distrito de Huayllay, en la provincia y departamento de Pasco, a una altitud entre 4,100 y 4,600 metros sobre el nivel del mar.

Creado oficialmente como área natural protegida por el Estado el 7 de agosto de 1974, el Santuario Nacional de Huayllay tiene una extensión de 6,815 hectáreas. El 90% de las formaciones rocosas que se encuentra en el lugar es de origen volcánico y forman un bosque de rocas de gran belleza y singularidad.

La principal atracción es la forma de animales que tienen varias de las rocas en el lugar. Así, se encuentran figuras como la de la cobra, el elefante, el oso, el pez, el caracol, la tortuga, la alpaca pastando, entre otras.

Este conjunto de formaciones de piedra, de diverso tamaño, se encuentran en medio de la planicie más alta del país, la meseta de Bombón. La zona posee además numerosos vestigios arqueológicos, como las pinturas rupestres diseminadas en toda el área, las cuales suman más de 500 unidades y dan cuenta de una antigua relación entre el hombre y este singular ecosistema. Enriquecen el paisaje varias hermosas lagunas y fuentes de aguas termales.

El Santuario Nacional de Huayllay es uno de los mejores museos geológicos del mundo. Por su extensión y tipo de formación es tan interesante como el Jardín de los Dioses, en los Estados Unidos o el Bosque de Piedras de Shilin, en la República Popular China. 

Otro punto importante para visitar son los baños termales de Yanatuto, conformados por dos pozas. Una natural en lo alto de una pendiente rocosa y la otra construida debajo, rodeada de farallones y del paisaje. Se accede a ellas por una trocha carrozable hasta el sector Siete Llaves, y luego una caminata de 15 minutos. Es posible acampar en la zona, previa coordinación con la jefatura del área.

Santuario Histórico de Chacamarca

Está ubicado en el distrito de Junín, provincia del mismo nombre.  Tiene una extensión de 2,500 hectáreas sobre altiplano de Bombón, a 4,100 metros sobre el nivel del mar. Esta área protegida alberga uno de los más preciados escenarios históricos: el campo de la Batalla de Junín, que se libró el 6 de agosto de 1824. En este Santuario se encuentra el monumento «Vencedores de Junín», declarado en 1996 como Patrimonio Histórico Artístico, así como el museo de sitio.

La zona arqueológica, denominada Chacamarca, fue declarada en el año 2000 como Patrimonio Cultural de la Nación.  Asimismo, su territorio forma parte del recorrido del Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca.

En su ámbito se encuentran restos arqueológicos denominados “Colcas” o depósitos ubicados en el  cerro San Francisco, también conocido como Loma Chacamarca. Estos lugares eran importantes centro de acopio o almacenes incas en donde también se guardaban semillas, armas, alimentos, carne seca o “charqui”, tejidos, vestidos, herramientas, y otros.

El Santuario Histórico de Chacamarca alberga una muestra representativa de la biodiversidad de los  Andes centrales del Perú. Allí se encuentra una diversa población de aves, entre las que se encuentran especies residentes y migratorias. 

Entre las aves de mayor importancia destaca la perdiz de puna, el ganso andino, el pito, el yanavico, el lique lique, pamperos, churretes, varias especies de patos y otras aves.

Los mamíferos son escasos en el ámbito del Santuario y entre los más representativos se encuentran la vicuña, el zorro andino, el zorrino y el cuy silvestre. En cuanto a flora, la cobertura vegetal más frecuente está representada por los pajonales, el césped de puna y los bofedales u oconales.

Al interior del Santuario se ubica el Cerro Junín Punta y la Loma Chacamarca, los cuales son dos importantes miradores naturales. Desde su cima se puede observar el imponente paisaje y el escenario donde ocurrió la Batalla de Junín, el 6 de Agosto de 1824.

El Santuario Histórico de Chacamarca es parte importante de un circuito turístico y recreativo que comprende las provincias de Lima, Tarma, San Pedro de Cajas y Junín. Dicho circuito incluye además el Santuario Nacional de Huayllay y la Reserva Nacional de Junín, el cual se constituye en un importante complemento turístico para promover la actividad de turismo ecológico, vivencial, histórico-religioso y agrícola.

Reserva Nacional de Junín

Esta área natural protegida, creada el 7 de agosto de 1974, se encuentra en la pampa de Junín o altiplano de Bombón, donde aconteció la célebre Batalla de Junín.

Tiene una extensión de 53,000 hectáreas y comprende los distritos de Carhuamayo, Ondores y Junín del departamento de Junín, y los distritos de Ninacaca y Vicco del departamento de Pasco. La mayor parte de su superficie está ocupada por el lago Chinchaycocha o Junín y en su área de influencia por pequeñas lagunas como Lulicocha, Chacacancha, Tauli, Cusicocha, Ahuascocha y Rusquicocha. 

El lago Chinchaycocha es el segundo lago más extenso del Perú, después del lago Titicaca, y uno de los principales tributarios de la cuenca del Amazonas. Cumple, además, una serie de servicios ecosistémicos entre los que resaltan la regulación hídrica, la captación de agua, la generación hidroenergética y la conservación del equilibrio ecológico.

Se trata de una fuente de agua dulce reconocida por la Convención Ramsar desde 1997 como un humedal de importancia internacional, especialmente por ser un importante hábitat de aves acuáticas. Estos lugares son estaciones biológicas relevantes para varias especies donde los espejos de agua son los principales factores que controlan el ambiente y la vida de la fauna y flora asociada.

El lago Chinchaycocha o Junín alberga una diversidad de aves migratorias, endémicas y residentes que constituye una de las más ricas de los humedales altoandinos peruanos. Durante el Global Big Day se reconoció a esta área natural protegida como zona de observación de aves.

Allí se pueden observar especies únicas en su genero, siendo la más representativa el zambullidor de Junín y la gallinetita negra o gallareta de Junín. Ambas especies son endémicas del lago donde se les protege.

En cuanto a  fauna destacan pajonales, césped de puna, bofedales u oconales, totorales, entre otras especies de cobertura vegetal altoandina.

Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas

Esta área natural protegida por el Estado fue creada oficialmente, el 1 de mayo del 2001, para conservar la cuenca alta del río Cañete y la cuenca del río Pachacayo, que albergan ecosistemas paisajísticos de gran belleza y singularidad y coexiste, además, en armoniosa relación con las actividades de las comunidades campesinas asentadas en esas zonas.

Para llegar hasta este paradisiaco destino se debe avanzar por la carretera Panamericana Sur y llegar hasta la altura del kilómetro 142 de la citada autopista, y desde allí tomar el desvío hacía el distrito de Lunahuaná, pasando por el distrito de Imperial, ambos en la provincia de Cañete, hasta llegar al área natural protegida. 

En la ruta hacia este fascinante destino se recorren los distritos de Tanta, Miraflores, Vitis, Huancaya, Alis, Laraos, Tomas y Carania, ubicados en la provincia de Yauyos, los cuales conforman la reserva paisajística. También forma parte de ella el distrito de Canchayllo, de la provincia de Jauja, en la región Junín.

La Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas comprende un territorio de 221,268.48 hectáreas, y es una de las zonas de mayor belleza paisajística del Perú. Los días son calurosos con temperaturas superiores a los 20 grados Celsius, por lo que se recomienda protegerse con bloqueador solar y usar sombreros. En las noches, la temperatura desciende bruscamente hasta por debajo de los cero grados, por lo que se recomienda llevar siempre ropa de abrigo.

En las últimas dos décadas, la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas se convirtió en destino favorito de los amantes de la naturaleza que encuentran en este cautivante lugar y su gran biodiversidad a una sucursal del paraíso en los Andes.

Y para aquellos que buscan escenarios y momentos ideales de solaz y tranquilidad, así como para recargar energías y dejar de lado el agobiante estrés citadino, la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas reúne con creces esos atributos propios del edén.

El atractivo principal de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas son sus hermosos paisajes abrazados por montañas e irrigados con ríos de aguas turquesas, sus bellas lagunas, profundos cañones, impresionantes nevados tutelares como el Pariacaca.

La principal zona turística y recreativa se encuentra en las zonas aledañas a los centros poblados de Vitis, Huancaya y Vilca; y la zona que incluye a Marcatupe y la laguna Piquecocha

Todas estas localidades están ubicadas a lo largo del río Cañete. Entre las actividades más usuales y recomendadas están las caminatas, la pesca deportiva, el kayak, el andinismo, la espeleología, la observación de aves y los paseos en bicicleta.

En el largo listado de lugares por visitar destacan las cascadas de Huancaya y Vilca; las lagunas de Piticocha, Mullucocha y Paucarcocha, en Tanta.

La Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas cuenta con más de 40 restos arqueológicos que representan una diversidad cultural alta en la zona. No solo destacan estos restos en sí, sino de manera especial se registran diversas muestras de andenería que denotan un gran trabajo agrícola en la zona. 

Entre los sitios arqueológicos destaca Huamanmarca, en Carania, al que se accede desde Huancayo, a través de un camino arqueológico de una longitud de cuatro kilómetros que tiene varias escalinatas de piedra, una de ellas en forma de caracol; antes de llegar a las chullpas se aprecia una especie de muralla defensiva donde no hay obstáculos naturales. Las construcciones de piedra están enclavadas en zonas rocosas con pronunciada pendiente y grandes abismos; su ubicación estratégica sirvió a los antiguos pobladores Yauyos para defenderse de sus enemigos.

Las edificaciones muestran una influencia inca, y tenían un reservorio en la parte alta ubicado paralelamente al camino principal, que conduce agua desde la laguna Huilla, ubicada en la falda del nevado Kipala. En la parte baja de la ciudadela, se puede apreciar los andenes de Carhua, y el laboratorio inca de Huaytuya, así como morteros donde se procesaban minerales, vestigios que confirman que los antiguos moradores compartieron la actividad agrícola con la minería.

Otros sitios arqueológicos importantes son Huaquis, en el distrito de Miraflores; Vinchos y Andas en el distrito de Canchayllo. Asimismo, deslumbran las impresionantes andenerías de Laraos, Carania y Vitis, donde se puede observar cuatro tipos diferentes de andenes. También se recomienda visitar las pinturas rupestres de Cuchimachay, en Tanta y Quilcasca en Laraos.

Estas muestras avanzadas de ingeniería preinca e Inca son parte del patrimonio vivo que se mantiene dentro del lugar, puesto que muchas de estas estructuras se siguen utilizando hasta la fecha. En la reserva se puede divisar parte del antiguo Camino Inca o Qhapac Ñan que atraviesa todo el Perú. Se ha identificado un ramal que conecta Pachacamac con Jauja perfectamente demarcado con bordes de roca y caminos de tierra apisonada.

En la localidad de Laraos se encuentra la caverna más profunda de Sudamérica. Está ubicada a 4,400 metros sobre el nivel del mar y presenta un desnivel vertical de 630 metros. Por otro lado, en la misma localidad se encuentra también la cueva Qaqa Mach’ay que es la más alta del mundo a una altura ubicada a 4,930 metros de altitud, con 125 metros de profundidad.

En la cueva Pumacocha se han encontrado fósiles y otros vestigios muy antiguos que representan un gran atractivo para aficionados y para investigadores.

El nevado tutelar o apu Pariacaca es un símbolo de identificación y pertenencia cultural y natural, así como la figura central en la configuración de los asentamientos de la población de Yauyos, aspectos importantes que lograron la categorización de la primera Reserva Paisajística del Perú.

A través del tiempo, el apu Pariacaca ha significado un hito de identificación y pertenencia cultural, así como la figura central en la configuración de los asentamientos de la población de la provincia de Yauyos. Este nevado ejerce desde tiempos ancestrales una influencia en la cosmovisión y cotidianidad de las diversas poblaciones aledañas al Apu, ubicado en el distrito de Tanta, en especial las ubicadas dentro de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas.

Dentro del ámbito del apu Pariacaca se encuentra uno de los tramos de la red de Caminos Inca que unía al Cusco con diversos destinos del antiguo Tahuantinsuyo, como el Santuario de Pachacámac, al sur de Lima. Este tramo de 40 kilómetros comprende el abra de Saqsha, a 4,745 metros sobre el nivel del mar, hasta el pueblo de San Lorenzo de Quinti.

La ruta es considerada por los historiadores como el camino de peregrinaje más importante que conduce al nevado tutelar, vinculando prácticas culturales y religiosas en torno al apu Pariacaca. Por este sendero ceremonial transitaba todo tipo de peregrinos, los que subían desde Pachacamac (en la costa) y los que descendían desde Xauxatambo (en la sierra), rumbo al santuario de Pariacaca.

Esta área natural protegida alberga una variada biodiversidad que en el caso de la flora destacan los bosques de queñuales y rodales de puya Raimondi, que florece solo una vez en su existencia de más de cien años.

En cuanto a la fauna se pueden apreciar aves entre las que destacan diversas especies de zambullidores, el huaco, el yanavico, la huallata, y diversas especies de patos, entre otras.

Respecto a los mamíferos, se reporta la presencia del zorro andino, el venado, el gato andino, la vizcacha, el puma, el gato cimarrón, la taruca, la vicuña, la llama, la alpaca, un marsupial y varias especies de roedores.

Los pobladores de las comunidades ubicadas en el interior de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas han conformado asociaciones de turismo rural comunitario que les ha permitido obtener ingresos.

Los pobladores ofrecen paseos turísticos, como al mirador del Cóndor, a los bosques de puya, y a las pinturas rupestres. También ofrecen sus trabajos en artesanía.

Durante su estadía los visitantes podrán degustar platos típicos como la crema de habas, el chupe verde preparado con papa, queso, huevo y huacatay; así como el dulce de chapana preparado con yuca molida.

Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes

Creado el 2 de marzo de 1988, esta área natural protegida por el Estado, el Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes abarca una extensión de 2 972 hectáreas y se ubica en el litoral de la costa norte del Perú, en el distrito y provincia de Zarumilla.

Es un lugar único pues alberga la mayor extensión de manglares del país. El manglar o mangle es una especie de árbol que crece en zonas tropicales donde desemboca un río, por lo que se nutre tanto de agua dulce como salada procedente del mar. En Tumbes se encuentra desde el delta que forma la desembocadura del río Tumbes hasta Punta Capones, en la frontera con Ecuador.

Es por eso que el valor de este ecosistema no solo se debe a su diversidad biológica, sino también a que muchas poblaciones humanas obtienen beneficios directos a través de la extracción, comercialización y consumo de los productos hidrobiológicos que obtienen de allí. El Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes fue reconocido como Sitio Ramsar el 20 de enero de 1997. 

Manglares

Los manglares son un ecosistema único donde surgen, crecen y se desarrollan los mangles que son árboles que toleran tanto el agua dulce como el agua salada, y constituyen una de las pocas especies vegetales que se han adaptado para vivir en condiciones de inundación.

A simple vista, los bosques de mangles lucen como hileras anchas de árboles con raíces y ramas retorcidas y delgadas, que se entrelazan semisumergidas en playas, desembocaduras de ríos y lagunas de zonas costeras tropicales y subtropicales. 

En los manglares hay gran cantidad de materia prima como madera de calidad para la construcción de casas (su madera es resistente a las termitas). También es muy preciada para la construcción de barcos y muelles debido a su densidad y resistencia a la putrefacción.

De sus ramas y hojas se obtienen hierbas medicinales, tinturas, entre otros. La miel del mangle es muy preciada por su dulzura y a la vez por su matiz salado. De sus árboles también se extrae sal. Del mismo modo, son lugares claves para el desarrollo de la pesca familiar y artesanal.

Los manglares son los únicos bosques del mundo que representan una suerte de muro natural que hace frente a las tormentas. Si los manglares desaparecieran, las comunidades también se quedarían sin una de las barreras de protección para mitigar la erosión del suelo.

Los bosques de mangle se han convertido en parte del atractivo ecoturístico de las costas y son importantes áreas para la investigación científica, el desarrollo de campañas de sensibilización pública y la educación ambiental.

Asimismo, constituyen el principal medio para la obtención de alimentos e ingresos y, de una u otra forma, los servicios de aprovisionamiento derivados de estos ecosistemas benefician a todos.

Los manglares sirven como refugio para una gran variedad de especies, entre las que destacan aves, peces, moluscos y crustáceos. Entre estos últimos destaca el cangrejo del manglar o cangrejo rojo, una especie emblemática que, hasta hace algunos años, corría el peligro de desaparecer del Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes por la captura indiscriminada debido a la creciente demanda, sobre todo en el mercado gastronómico. 

Sin embargo, desde el 2015 se está revertiendo esta amenaza gracias al trabajo conjunto entre las autoridades y los pescadores artesanales de la zona. Gracias al contrato de administración suscrito entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y el Consorcio Manglares del Noroeste, se estableció un hito en la conservación del cangrejo rojo y de otras especies.

Otra especie emblemática del Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes es la concha negra, molusco bivalvo de la familia e los árcidos o arcidae, cuyas valvas, de forma ovalada, son de paredes gruesas y estriadas y con una cubierta externa cubierta pilosa de tono oscuro, que le da el nombre.

Las conchas del manglar, en particular la concha negra, y el cangrejo rojo, son parte fundamental de algunas de las especialidades culinarias más conocidas de la región costera, como el cebiche de conchas negras, la parihuela o los sudados hechos con ambas especies, entre muchos otros platos, por lo que su comercialización son una fuente fundamental de ingresos para las familias de los extractores artesanales.

El Ministerio de Cultura declaró, el 11 de febrero de este año, como Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos, saberes y prácticas relacionados a la extracción de moluscos de manglar, en particular de las especies conocidas como concha negra y cangrejo rojo, del ecosistema conocido como los manglares de Tumbes.

La norma afirma que, en la actualidad, se trata de una actividad económica artesanal poco intrusiva y sostenible, siendo en ese sentido un factor indispensable para la preservación del ecosistema del manglar y de la forma de vida asociada al mismo.

La zona de uso turístico y recreativo del Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes está comprendida por el estero Zarumilla, a la altura del estero Camarones, y continúa por el estero Matapalo hasta el estero La Envidia, a la altura del sector El Palmal.

Tiene un área total de 137.5 hectáreas (4.61 % del área) y en ella se puede visitar las orillas del manglar y recorrer los canales en canoas y/o kayak, observar aves y apreciar las actividades extractivas sostenibles de recursos hidrobiológicos (ecoturismo y turismo vivencial).

En el puesto de control El Algarrobo, ubicado en la zona de amortiguamiento del área protegida, se encuentra el Centro de Interpretación, cuya visita es obligatoria. En la zona de amortiguamiento existe también un sendero turístico peatonal de 60 metros de longitud denominado “El Oscuro”, que está implementado en el corazón del manglar con material de la región, así como dos circuitos para la visita en embarcaciones pequeñas.

Uno de los circuitos comprende el Puerto 25-canal Zarumilla-poza El Toro-canal Zarumilla-canal Paracas-Puerto 25. El otro circuito está formado por Puerto 25-canal Paracas-canal Zarumilla-punta Capones-canal Zarumilla-canal Paracas-Puerto 25

También se puede visitar Puerto Pizarro, ubicado a 15 kilómetros de Tumbes, que es el único puerto de pesca artesanal dentro del bosque de manglar en el país. Alberga, además, al zoocriadero de cocodrilos de Tumbes donde hay aproximadamente 350 ejemplares.

El 28 de junio de 2021, la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) de Tumbes otorgó el sello internacional Safe Travels al Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, que lo acredita como destino turístico bioseguro por la correcta aplicación de los protocolos sanitarios para prevenir la propagación del covid-19.

Reserva Nacional de Lachay

Creada el 21 de junio de 1977, la Reserva Nacional de Lachay ocupa un área de 5,070 hectáreas en medio de la franja desértica costera. Constituye un refugio para la variada fauna de la costa del Perú y una muestra representativa de la exuberante vegetación de las lomas costeras, que se caracterizan por su abundante humedad que se expresa en la densa neblina que se adueña del paisaje. 

Este frágil ecosistema es único, y como todo espacio intervenido ha sufrido amenazas tales como el pastoreo excesivo y la tala de árboles. Al convertirla en área protegida se hace posible que conservar una muestra representativa de las lomas costeras y fomentar el aprovechamiento sostenible de estos recursos.

Resulta fascinante observar durante la visita a la Reserva Nacional de Lachay como hasta las telas de araña sirven para captar la humedad. Es así como el impresionante mundo natural se adapta a través de los años a implementar y mejorar técnicas para su supervivencia. 

Y dado que el tema del agua dulce tiene cada día más relevancia para la humanidad debido a los presagios de escasez que se avecinan como consecuencia del cambio climático, se puede tomar como ejemplo este ecosistema que nos enseña como la naturaleza puede desarrollarse en condiciones difíciles.

La Reserva Nacional de Lachay cuenta con una infraestructura para albergar a los visitantes como el centro de interpretación, servicios higiénicos, parqueo para automóviles, entre otros.

La principal actividad dentro de la Reserva Nacional de Lachay son las caminatas y la observación de aves. Todos los senderos están señalizados lo que facilita el recorrido.

El recorrido por las zonas autorizadas en el área protegida toma alrededor de dos horas. En esta interesante caminata se pueden apreciar los diferentes pisos de la reserva. En la parte opuesta al mar se encuentra una cadena de cerros y en los alrededores algunos cerros abruptos con rocas de caprichosas formas, producto de la erosión del viento y del agua. Estas rocas reciben la humedad a través de la neblina que se condensa en agua que luego discurre hacía las partes más bajas.

Las especies forestales que destacan son la tara, el palillo, el mito, el huarango, los cuales tienen gran capacidad de captación de neblina.

Al caminar por estos senderos se pueden contemplar diversas especies de aves y con suerte algunos mamíferos. Entre las aves destacan: el cernícalo, el aguilucho común, el canastero de los cactus, el chorlo del campo, el aguilucho grande, el turtupilín; y especies endémicas de la zona como la perdiz serrana, así como el pampero pico grueso.

Además, se pueden apreciar tortolitas, pericos, chorlos, picaflores, lechuzas de los arenales y otras aves. En total se han identificado cerca de 60 especies de aves. Entre los mamíferos residentes más representativos se encuentran los roedores como los ratones orejudos y otras especies como el zorro costero y diversas especies de murciélagos. Entre los mamíferos ocasionales encontramos el gato del pajonal.

Entre los restos arqueológicos encontrados en el área de la Reserva Nacional de Lachay destacan los petroglifos o pinturas ideográficas precolombinas, ubicadas principalmente en el sector norte de la reserva. 

Se estima que existen más de 40 petroglifos en Lachay. En algunas quebradas de la reserva existen sistemas de terrazas o andenes de piedra que posiblemente sirvieron para el desarrollo de la agricultura de pueblos ancestrales ahí asentados.

En su mayoría, los puquiales u ojos de agua se encuentran reforzados con estructuras de piedra, lo que muestra el manejo del agua que practicaban los antiguos pobladores del área.

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