La celulitis no es exclusivamente un problema estético
El 98% de mujeres sufre de celulitis o “piel de naranja” en algún momento de su vida. Esta condición está muy lejos de ser solo un problema estético. En la actualidad, es considerada una enfermedad que afecta la salud física y emocional, provocando desde una alteración cosmética de la piel de los glúteos, piernas, abdomen, etc., conjuntamente con anomalías circulatorias e inflamación con o sin dolor, hasta inseguridades y baja autoestima.
La celulitis, conocida médicamente como “Paniculopatía Edemato – Fibro Esclerótica” (P.E.F.E), es una alteración fisiológica del tejido graso que se encuentra debajo de la piel. Su aparición puede deberse a diversos factores: problemas hormonales, métodos anticonceptivos, raza, sexo, obesidad, mala postura, malos hábitos alimenticios, entre otros. Reportes médicos revelan que el 30% de las personas con estrés, fatiga y fumadores, incrementan el grado de celulitis.
Siendo un problema cada vez mayor en la población, la doctora Sisi Cuadra, médico del Centro de Medicina Estética de la Clínica Ricardo Palma, explica los tipos de celulitis.
Tipo 1: Es rápido de identificar; comprimiendo la piel con los dedos se observan pequeños acúmulos de grasa que no son visibles normalmente.
Tipo 2: Al alisar la piel o tensar con los dedos aparece la “piel de naranja”, o al contraer los músculos se notan pequeños bultos de grasa.
Tipo 3: Cuando la persona se pone de pie, la piel de naranja se hace más visible.
Tipo 4: La celulitis se hace más notoria y el tejido graso se endurece, creando molestias y problemas de salud. Esta condición es recurrente en mujeres posmenopáusicas, con obesidad, personas inactivas físicamente o simplemente por genética.
Para prevenir esta enfermedad debemos decirle adiós al sedentarismo y realizar ejercicios, beber mucha agua para eliminar el exceso de grasa y hacerse masajes anticelulíticos, los cuales nos ayudarán a activar la circulación de la zona afectada. También podemos optar por un procedimiento no invasivo, por ejemplo:
• Radiofrecuencia: Permite estimular la piel con el ultrasonido, generando la producción de colágeno, eliminando el exceso de grasa y tensando la piel. El número de sesiones dependerá del estado de la zona a tratar.
• Ondas de choque: Actúa directamente sobre las células grasas, responsables de la aparición de la celulitis, disminuyendo su tamaño y volumen. A la vez, mejora la circulación sanguínea permitiendo un drenaje de la grasa de forma natural y acelerada.
Entre otros tratamientos se encuentran la carboxiterapia, drenaje linfático y presoterapia, todos indicados de manera personal, de acuerdo a un diagnóstico médico y acompañados siempre de asesoría nutricional.
La celulitis genera complicaciones y trastornos en las personas que la padecen como dolores, trastorno del sueño, irritabilidad, estrés y depresión. Por ello, acuda al especialista para que evalúe su caso y pueda recomendarle el tratamiento más adecuado.
