Empresarial

Cinco recomendaciones para prevenir accidentes eléctricos en el trabajo

La electricidad es un recurso indispensable para el desarrollo de cualquier actividad productiva. No obstante, una mala manipulación, la falta de mantenimiento o el no contar con los implementos de seguridad idóneos pueden exponer a los trabajadores a sufrir lesiones graves e incluso fatales por electrocuciones, cortocircuitos o incendios.

De acuerdo con Fernando Yupanqui, Jefe de Ingeniería de Productos de CELSA, los accidentes eléctricos se encuentran entre los más peligrosos que se pueden presentar en un centro de labores. Entre las consecuencias se encuentran las quemaduras, que pueden ser leves o mortales, la contracción muscular, que impide separarse del contacto eléctrico, la asfixia, en caso de que la corriente atraviese el tórax o la fibrilación ventricular, si pasa por el corazón.

Con el fin de mejorar la seguridad eléctrica y evitar consecuencias fatales, el especialista ofrece cinco recomendaciones que se deben implementar en el lugar de trabajo:

1) Capacitación. Es importante que los empleados reciban una formación adecuada sobre el manejo de los equipos y la seguridad eléctrica. Esto incluye la comprensión de los riesgos y los procedimientos para minimizarlos. La capacitación debe ser periódica y actualizada según sea necesario. Los empleados deben ser conscientes de los peligros eléctricos en su lugar de trabajo y saber cómo actuar en caso de una emergencia.

Además, se deben proporcionar capacitaciones específicas para los trabajos que implican el uso de electricidad, tales como soldadores, electricistas, y técnicos.

2) Inspecciones regulares. Los equipos eléctricos deben ser revisados regularmente para detectar posibles fallos o daños en el equipo. Esto incluye la inspección de los cables, enchufes, interruptores, transformadores, etc. Los empleados deben informar inmediatamente cualquier problema que detecten y se deben tomar medidas para corregirlos.

3) Protección personal. El personal debe utilizar equipo de protección personal adecuado al trabajar con electricidad, como guantes, gafas, cascos, calzado de seguridad, etc. Además, se deben proporcionar dispositivos de seguridad, como extintores y detectores de humo, en áreas donde se maneja electricidad.

4) Etiquetado y señalización. Se deben etiquetar adecuadamente los equipos eléctricos y señalizar las áreas de alto voltaje, para alertar al personal sobre los posibles peligros. Los empleados deben ser conscientes de los diferentes tipos de etiquetas y señales eléctricas, y saber cómo interpretarlas.

5) Mantenimiento preventivo. El mantenimiento preventivo regular de los equipos eléctricos es necesario para evitar fallos o daños en los mismos y minimizar el riesgo de accidentes eléctricos. Esto incluye la limpieza y lubricación, la reparación de las partes dañadas, la actualización de los componentes y la realización de pruebas eléctricas de rutina para garantizar su correcto funcionamiento.

“La responsabilidad de la seguridad en el centro de labores es un deber compartido por todos. Como señala la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, tanto el Estado, en su rol de fiscalización y control, el empleador, con su obligación de proveer las condiciones y recursos de seguridad, y los trabajadores, al promover, difundir y cumplir la normativa, son los encargados de generar una cultura de prevención que beneficie a todos los implicados en la actividad productiva”, finaliza Yupanqui.

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