Actualidad

Jugar con fuego

Por Jerónimo Centurión – comunicador y analista

La clave del “éxito” del presidente Vizcarra ha sido la polarización. En tiempos donde la lectura de la realidad se ha reducido a la confrontación de buenos contra malos, el presidente no dudó, pasó a la ofensiva y conectó con la ciudadanía. Aparecía un nuevo líder, sin partido político ni bancada, capaz de escuchar al pueblo y hacer eco de sus pedidos.

El pueblo pidió que se impida la reelección congresal, Vizcarra planteó un referendo y se logró. El país entero, avergonzado e indignado por el nivel del peor parlamento que recordemos, pidió el cierre del congreso. Vizcarra, aprovechó la denegación fáctica a la cuestión de confianza y lo cerró.

La calle celebró la audacia. Sin embargo, fue difícil no pensar “y ahora que”.

Con todo a su favor, la responsabilidad del presidente era y sigue siendo enorme. Por eso, es legítimo reclamarle que esté a la altura de las circunstancias, de la confianza que el pueblo le brindó. No fue elegante, por ejemplo, instar al procurador del Estado para que acuse a Olaechea de usurpación de funciones cuando este le pidió al TC que se pronuncie sobre el cierre del Congreso. No era necesario. Pero atacar a Olaechea era un gusto del que no quería privarse. En fin.

Tampoco le suma a su liderazgo no comentar el escándalo de, precisamente corrupción, que alcanza a su mano derecha y ex primer ministro. ¿No hubiese sido más honesto algún mea culpa en el CADE?

Dijo en cambio que en el Perú no ocurren las protestas que suceden en Chile y Colombia porque (él) se cerró el Congreso. Puede tener cierta razón, pero no deja de sonarme un poco pedante y polarizador, más en un país como el nuestro donde existe más razones que en Chile para protestar, que él se atribuya la relativa paz social que vive el Perú en este momento. Casi como jugar con fuego. O tentarlo.

Y vaya si tuvo suerte. Poco después de sus declaraciones el presidente se vio involucrado en un escándalo aun no resuelto referido al despido del presidente del Instituto Nacional de Radio y Televisión. Existe consenso mundial sobre el nivel de excelencia con el que se venia desempeñando Hugo Coya. Premios nacionales e internacionales no solo por los noticieros en lenguas originarias, sino por la calidad tanto de Tv Perú como del canal Ipe.

Se sabe que Coya tiene claro que los medios responden al Estado y no al gobierno, división, al parecer, demasiado sutil para algunos miembros del ejecutivo. Como no podía ser de otra manera la cabeza del tenor rodó y antes que se eligiese su remplazo en el ministerio de Cultura, un nuevo escándalo alcanzó al presidente. Según la contraloría, cuando estaba a punto de culminar su gestión como gobernador de Moquegua, se realizó un sospechoso y apresurado desembolso de dinero para la construcción del hospital regional. Esta vez, la persona involucrada es de su entera confianza: Edmer Trujillo. El ex gerente regional de Moquegua fue ministro de Transportes en la gestión de PPK y se vio obligado a renunciar luego que autorizó el funcionamiento de más de 100 terminales terrestres, entre ellos el de Fiori, donde murieron 17 personas en un incendio.

La polarización que el presidente Vizcarra aprovechó muy bien podría comenzar a jugarle en contra si no está a la altura de la imagen que él ha construido.

Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial
YouTube
YouTube
Instagram