Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. Cada año un promedio de 17.9 millones de personas mueren por esta razón. Dada la gravedad de la situación, es fundamental comprender cómo los factores ambientales como las bajas temperaturas pueden afectar la salud de los pacientes cardíacos.
Diversos estudios han encontrado que las temperaturas extremas, tanto de calor como de frío, se asocian con un aumento en la mortalidad y morbilidad por afecciones cardiovasculares. En el caso del frío, se ha observado que las bajas temperaturas pueden generar complicaciones cardiovasculares, especialmente en personas con patologías preexistentes.
El cardiólogo Edgar Quispe, de la Clínica Ricardo Palma, explica que el frío ejerce un efecto adverso sobre el sistema cardiovascular de distintas maneras. Por ejemplo, para mantener la temperatura corporal el organismo tiende a aumentar la circulación sanguínea hacia la piel, lo que incrementa la demanda metabólica y la carga de trabajo del corazón.
De igual modo, el frío puede causar vasoconstricción periférica, lo que eleva la presión arterial y la resistencia vascular, generando así mayor esfuerzo cardiovascular. De este modo, los pacientes con enfermedades cardiovasculares pueden experimentar un agravamiento de su condición durante períodos de bajas temperaturas.
Cuide su corazón
No solo el frío puede tener un impacto negativo en su salud cardiovascular, también los cambios de temperatura. Por ello, es fundamental tener ciertas precauciones para evitar complicaciones. Tome en cuenta los siguientes consejos:
Limite los esfuerzos físicos en horas en que las temperaturas son más bajas: amanecer y anochecer.
Abríguese adecuadamente, sobre todo la cabeza, las manos y los pies.
Vacúnese contra la gripe.
El alcohol no aumenta la temperatura corporal.
Mantenga una dieta sana y equilibrada, con alto consumo de vegetales y frutas, y moderado consumo de carnes rojas.
Evite ambientes muy húmedos y con mucho viento frío.