El sector construcción ha optimizado su desarrollo y modernización de procesos apoyándose en la facturación electrónica, y actualmente experimenta un momento positivo al registrar un crecimiento de 3.8% en el primer trimestre del 2024 debido al avance en la ejecución de obras públicas, que fue de 16.2%, según datos de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), donde muchas empresas de construcción utilizaron la facturación electrónica para adecuarse a las exigencias regulatorias.
“En este sector, la facturación electrónica minimiza el tiempo y los recursos usados en acciones administrativas, además de propiciar el acceso a financiamiento a través del factoring, que puede ser invertido en innovación, desarrollo de proyectos y en el crecimiento del propio negocio”, comentó Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact.
Una ventaja notable que esta tecnología brinda a las constructoras es el acceso al factoring electrónico, permitiendo que conviertan sus cuentas por cobrar en efectivo, a fin de mejorar la liquidez. En un sector donde la competitividad incrementa cada vez más, la facturación electrónica aporta un valor agregado facilitando la obtención de factoring mediante la precisión de datos, reducción en el riesgo de fraude, agilización de las gestiones de cuentas por cobrar e integración con los sistemas financieros.
Bengtsson afirma que la consolidación de esta herramienta en el sector construcción se debe a la necesidad de modernización y abre oportunidades para integrar la facturación con otros sistemas empresariales y de gestión de proyectos.
La lucha contra el fraude fiscal se apoya en la facturación electrónica, al crearse un registro claro y transparente de las transacciones realizadas en una constructora, lo que impide que se manipulen documentos o se falsifiquen. Esto también asegura que las empresas del sector construcción cumplan con las normas y tengan un control más rígido sobre sus finanzas.