El mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso, impulsado por la era digital, que ha revolucionado todas las industrias y elevado significativamente las expectativas de los usuarios hacia los servicios que utilizan.
En este entorno empresarial cada vez más tecnológico, el talento digital es crucial, pues impulsa la innovación y creación de nuevas oportunidades para que las organizaciones se mantengan competitivas en un mercado globalizado y dinámico. Además, permite a las empresas adaptarse rápidamente a las nuevas demandas, aprovechar oportunidades emergentes y enfrentar retos con soluciones diferentes. Sin embargo, aún existe una brecha significativa entre la demanda de habilidades digitales de las empresas y la oferta disponible en la fuerza laboral peruana. Prueba de ello es que una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado “Estudio talento digital en el Perú 2023” muestra que muchas empresas no encuentran el talento adecuado para cubrir sus necesidades digitales. De igual manera, un estudio de la consultora global International Data Corporation (IDC) señala que el 70% de los jóvenes en el mundo busca trabajar en empresas que inviertan en sus aptitudes digitales; sin embargo, aún la oferta es limitada. Es decir, ni las organizaciones ni los jóvenes profesionales están encontrando lo que buscan.
Al respecto, Steven Lavado, CEO de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL) identificó dos grandes barreras que lo causan: la primera es que la formación de las universidades no se centra en lo que las empresas necesitan y, el segundo, que las empresas no tienen un “terreno fértil” para atraer y retener a este nuevo talento. Es claro que las universidades deben cambiar su formación, pero ¿a qué se debe que las empresas aún no cuenten con un “terreno fértil” para atraer talento?
Por tres motivos. El primero está relacionado con el concepto de innovación. Las organizaciones limitan la idea de innovación al lanzamiento de un producto diferente y que transformará radicalmente una industria, cuando en realidad es algo que debe aplicarse de forma transversal y en todos los procesos y áreas de una empresa. “Todo está sujeto a ser mejorado y transformado, y la innovación puede jugar un rol ahí. Se trata más bien de un concepto que debe democratizarse en más compañías y en el país en general”, explicó.
El segundo punto aborda un tema cultural y de brecha generacional. “Los jóvenes de ahora tienen muchas ganas de dejar huella, de proponer ideas disruptivas para problemas y desarrollarse en empresas con propósito. Esto, sumado al acceso y empoderamiento de información que los rodea, los hace idóneos para abordar de mejor manera los grandes cambios que ya se están dando; sin embargo, las oportunidades que cumplen con estas características son aún limitadas y por eso no encuentran el terreno fértil para desarrollarse”, comentó el CEO de UCAL.
Como tercer punto, explica que la estrategia de las compañías debe ser definida con el amplio contexto y señales de cambio que se visualizan; no deben enfocarse solo en mantener sus industrias, sino más bien en poder servir a todos los segmentos desatendidos que tenemos en el país y la región.
“Lo que queda claro es que con la receta actual aún tenemos problemas no resueltos y personas desatendidas; y por eso debemos probar cosas diferentes para poder servir a ese público y la manera es contando con profesionales que reten el status quo de cada organización en todos sus frentes”, agregó.
El papel de la academia
En ese contexto, el CEO manifestó que las instituciones del sector educativo juegan un papel importante en la formación de estos jóvenes. Mencionó que la academia puede ayudar a paliar esta situación. Por eso, desde UCAL, buscamos apoyar a las organizaciones para acabar con estas barreras, con la finalidad de que puedan encontrar el talento que requieren y además que las empresas sean terreno fértil para este nuevo talento que busca liderar un cambio consciente.
“Esta ecuación es lo que buscamos propiciar en UCAL, donde nuestros estudiantes, desde el ciclo uno, tienen cercanía con las empresas y en cada uno de sus cursos resuelven retos reales y de diferentes áreas que nos traen las organizaciones. Así, no solo facilitamos la interacción entre compañías y estudiantes, sino también que nuestros alumnos viven experiencias de trabajo reales potenciando su empleabilidad”, detalló el CEO de UCAL.
“Nuestro modelo busca que las empresas nos puedan traer retos de diferentes niveles de complejidad que se asignan y alinean al nivel de formación de los jóvenes con lo cual las empresas pueden encontrar en UCAL una fuente de propuestas innovadoras para todos sus retos sin tener que invertir y correr riesgos. Las propuestas tendrán la mirada de esta nueva generación que serán sus potenciales consumidores en el futuro y por eso la relevancia de entenderlos desde ya para que la estrategia de la compañía responda a esas futuras demandas”, complementó.
“Las organizaciones no deben subestimar el potencial de esta nueva generación; por el contrario, deben preparar un entorno fértil para atraerlos. Un entorno donde la innovación no sea una moda, sino una herramienta para liberar el potencial de todos los colaboradores, maximizando la creación de valor y sostenibilidad para todos. El país necesita esa capacidad de innovación en todas las empresas para impulsar el desarrollo colectivo”, concluyó.