A pesar de contar con abundantes fuentes hídricas en Perú, se evidencian retos importantes en la gestión de este recurso. De acuerdo con la Autoridad Nacional de Agua, la vertiente del Pacífico, que alberga casi dos tercios de la población peruana, se enfrenta a una disponibilidad de agua notablemente reducida.
Esta realidad, pone en relieve la necesidad de abordar las disparidades en el acceso al agua y desarrollar soluciones efectivas para garantizar su disponibilidad en todas las regiones del país. De acuerdo con el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), para 2030, casi el 60% de los peruanos vivirán en áreas con escasez de agua. Además, el reciente estudio titulado “Crisis de Agua” revela que, de 10 millones de habitantes, aproximadamente 1,5 millones carecen de acceso al agua potable y cada residente tiene solo 125 m³ de agua al año, una cifra significativamente inferior al umbral de escasez establecido por la Organización Mundial de la Salud, que es de 1.700 m³.
En este contexto, AQUAFONDO, el Fondo de Agua para Lima y Callao, está comprometido con la conservación, protección y restauración de las cuencas de los ríos Chillón, Rímac y Lurín. Conscientes de los desafíos que enfrenta el recurso hídrico en el país, invita a considerar las siguientes acciones para contribuir al cuidado y acceso del agua:
- Mitigación de la escasez: Invertir en la rehabilitación de sistemas hídricos es fundamental para mejorar la disponibilidad de agua en áreas críticas. Proyectos como el de rehabilitación de Amunas, que son antiguos sistemas de recarga de acuíferos, juegan un papel crucial en el aumento del suministro de agua, debido a que permiten restaurar y optimizar infraestructuras que son esenciales para la recarga de acuíferos y el incremento del suministro de agua.
- Alianzas efectivas: La colaboración entre empresas privadas, organizaciones, comunidades y la cooperación internacional es esencial para enfrentar los desafíos relacionados con el agua. Un ejemplo destacado es el compromiso de la Compañía Coca-Cola Perú, que desde 2021 ha invertido en AQUAFONDO para la restauración de amunas. Este año, la empresa ampliará su impacto al rehabilitar kilómetros adicionales en la subcuenca de Santa Eulalia, proporcionando agua para consumo doméstico durante un año a las comunidades aledañas. Estas iniciativas no solo benefician directamente a la comunidad de San Pedro de Casta, sino que también refuerzan la seguridad hídrica en toda la región.
- Protección a largo plazo: Invertir en infraestructura hídrica no solo resuelve la escasez inmediata, sino que también garantiza un suministro sostenible. Los proyectos de infraestructura natural, o Soluciones Basadas en la Naturaleza, promueven una gestión integral del agua. Revitalizando sistemas hídricos clave, estos proyectos aseguran la resiliencia de nuestros recursos y fomentan prácticas de conservación a largo plazo.
- Conciencia y acción comunitaria: Invertir en agua también implica educar y movilizar a las comunidades sobre la importancia de conservar este recurso. Los proyectos que involucran a las comunidades locales en la protección y gestión del agua fomentan un sentido de responsabilidad compartida, asegurando un impacto positivo y duradero.
La preservación y gestión adecuada del recurso hídrico en Perú es esencial para asegurar el bienestar de las actuales y futuras generaciones. A través de la inversión en proyectos sostenibles y la colaboración entre diversos sectores, se pueden abordar los retos sobre el recurso hídrico.
“Nuestra estrategia se fundamenta en adaptarnos a los desafíos con acciones efectivas y colaborativas. Las alianzas con socios clave, como Coca-Cola Perú, son esenciales para garantizar el acceso universal al agua potable y asegurar la preservación de nuestros recursos hídricos para las generaciones futuras”, afirma Mariella Sánchez, directora ejecutiva de AQUAFONDO.