Los tiempos recientes no solo han transformado la manera en que trabajamos, sino también la forma en que lideramos. Los líderes de hoy deben enfrentar retos sin precedentes, desde la gestión de equipos remotos hasta la rápida adaptación a un entorno económico y social en constante cambio. Hoy, el concepto de liderazgo está evolucionando para adaptarse a una nueva realidad marcada por la incertidumbre, la resiliencia y, sobre todo, la necesidad de una mayor empatía.
Marlith Segura, docente de la Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica del Perú (EPGUTP), explicó que el liderazgo actual se define por su dinamismo y capacidad de transformación, con un enfoque en el talento humano, la comunicación afectiva y la escucha activa.
Transformación y enfoque en el talento humano
«El líder de hoy ya no solo dirige o resuelve problemas, sino que también forma líderes a su paso», afirmó Marlith Segura. «Un verdadero líder trasciende; transformando tanto a su equipo como a sí mismo, y ve el liderazgo como un proceso en constante evolución».
Como segundo punto, aseguró que un líder debe de enfocarse en el talento humano porque sin personas no hay empresas. “Hay que reconocer a nuestros equipos, a las personas. El conocimiento más habilidades, multiplicado por la actitud, es el valor de una persona”, puntualizó.
En el mundo de hoy lleno de cambios continuos, Marlith Segura destacó la importancia de poner el foco en el talento humano. “Sin personas, no hay empresas. El reconocimiento es clave: el conocimiento más las habilidades, multiplicadas por la actitud, dan el valor de una persona. Y todos necesitamos ser reconocidos en nuestro trabajo y valor que generamos”, subrayó.
Comunicación afectiva y escucha activa
Hace 5 años la comunicación era efectiva y directa. «Las compañías simplemente ofrecían productos o servicios. Pero esto cambió, hoy tenemos un enfoque por preguntar primero por el bienestar de las personas. El speech era: «Hola, ¿cómo estás? Espero que tu familia esté bien”, porque no sabían si detrás de ese teléfono la persona estaba en un hospital, si había perdido el trabajo o estaba pasando momentos difíciles. Es decir, la comunicación se volvió afectiva.
Para Marlith Segura, otra de las características del liderazgo debe ser el manejo de la comunicación afectiva, afirmó que esta ayuda a generar un mejor ambiente laboral. “El líder debe ser cercano y empático con su equipo”, enfatizó.
La comunicación afectiva ha llegado para quedarse. Para la especialista, este cambio ha permitido que los líderes generen entornos laborales más cercanos y humanos. “El
líder debe ser empático y cercano. Hoy, un líder exitoso no se limita a gestionar resultados, sino que también se preocupa por el bienestar emocional de su equipo”.
Este cambio ha transformado la dinámica tradicional jefe-empleado. “Muchos temían ser llamados a la oficina, asumiendo que habían cometido un error. Ahora, el enfoque está en el ‘feedforward’, anticiparse a las necesidades y prevenir problemas antes de que ocurran”, manifestó Marlith Segura.
Escucha activa: Una nueva manera de resolver problemas
La escucha activa se ha convertido en una herramienta indispensable para el liderazgo moderno. “El líder debe ser un oyente atento. En lugar de señalar errores, debe escuchar para entender las causas y colaborar en la búsqueda de soluciones”, indicó la experta.
Asimismo, la docente de la EPGUTP, manifestó que el trabajo en equipo ayuda y que la comunicación es la base, sin ella no funciona. Añadió que también debe haber confianza, que se traduce en permitir que te equivoques y poder manejarlo.
Durante su charla magistral «Desarrollando líderes para el siglo XXI», organizada por la Escuela de Postgrado de la UTP en Arequipa, Marlith Segura señaló que el liderazgo de hoy no se trata solo de gestionar, sino de transformarse continuamente y guiar a otros hacia el mismo camino.
Una nueva era de liderazgo humanizado
El liderazgo de hoy marca el inicio de una era donde la transformación, la empatía y la colaboración son los pilares fundamentales. Las empresas que adopten estos principios no solo sobrevivirán en este nuevo entorno, sino que prosperarán, construyendo equipos más comprometidos y resilientes.
Este enfoque humanizado del liderazgo es la clave para navegar un futuro lleno de incertidumbre, pero también de posibilidades infinitas para quienes están dispuestos a adaptarse y evolucionar.