Como parte de su misión en la difusión de la cultura, el ICPNA Cultural presenta “UN JARDÍN Y ALGUNAS SELVAS” de la artista Nancy La Rosa. La exposición, que se exhibe bajo la curaduría de Susan Quillinan y Dorota Biczel, se presentará hasta el domingo 20 de octubre en el Espacio Venancio Shinki del ICPNA Miraflores (Av. Angamos Oeste 120). El horario de visita es de martes a domingo de 10 a. m. a 7 p. m.
“Un jardín y algunas selvas” condensa los resultados de una investigación visual en torno a la deforestación en la Amazonía por la actividad extractiva vegetal. Desde imágenes de archivo, material sonoro, video y dibujo, la muestra busca tomar distintos caminos para indagar en las capas de realidades territoriales y pensar críticamente las estructuras de poder que subyacen a las formas en que se configura el presente y futuro de lo que entendemos por jardines y selvas.
En este proyecto, la artista emplea estrategias de apropiación, superposición, collage y reconfiguración para explorar la constante negociación entre la intimidad y la distancia, y cómo esta dinámica se relaciona con la explotación y la extracción. Una dimensión de esta negociación está relacionada con la forma en que las imágenes en 3D y de diversos archivos construyen el imaginario del jardín con escenarios de encuentros controlados en el mundo que llamamos natural. “Como una forma de respuesta a este distanciamiento, en varias obras las plantas persiguen las imágenes de archivo, con lo que se niega a separar claramente el pasado del presente, aludiendo a nuestro continuo enredo en las lógicas coloniales”, comenta Quillinan.
En la instalación Hablaremos de semillas, algunas de las cerámicas contienen piezas sonoras, convocando a los espectadores a acercarse y escuchar con atención, un gesto de intimidad que invita a una relación de complicidad con las semillas y las historias que contienen. La instalación crea un espacio de relación entre las voces y los contextos que evocan a la teoría de la bolsa de transporte como ficción. En este sentido, la semilla es una bolsa de transporte que contiene multiplicidades.
Una serie de dibujos de grafito, Las plantas cansadas, se basan en imágenes de plantas de palma aceitera, soya, coca y cacao, provenientes de bases de datos de imágenes 3D o archivos. Esta representación cuestiona nuestras obligaciones hacia la vida vegetal y funciona como nuestro espejo, fomentando la capacidad de extender el cuidado y reconocer la necesidad de las plantas de descansar del esfuerzo incesante que requiere sobrevivir bajo condiciones de explotación.
A lo largo de la exposición, La Rosa incorpora capas, glitches y reconfiguraciones —las tácticas que nos recuerdan los peligros de distanciarnos y crear «otros»—, en lugar de entender a los humanos como colaboradores en procesos metabólicos con el mundo vegetal. “Su trabajo insiste en habitar el envase, donde los límites entre el jardín y la selva se desdibujan, donde el pasado acecha al presente y donde el reino vegetal nos habla cuando nos tomamos la molestia de escuchar”, explica Quillinan.