1 de cada 4 personas sufrirá un accidente cerebrovascular (ACV)

La enfermedad cerebrovascular (ECV) o Ictus es una de las principales causas de morbilidad, mortalidad y discapacidad en el planeta. La Organización Mundial de la Salud revela que la incidencia de esta afección es de 200 casos por cada 100 000 habitantes al año y estima que para el 2025 su prevalencia incremente un 27%, es decir, 1 de cada 4 personas sufrirá un accidente cerebrovascular (ACV) en algún momento de su vida.

Los ACV se pueden prevenir con un estilo de vida saludable y, a diferencia de lo que mucha gente pueda pensar, no son exclusividad de los adultos mayores. Cada vez hay más personas entre los 18 y 45 años que padecen esta patología debido al consumo excesivo de alcohol, tabaquismo, dieta inadecuada, falta de actividad física y obesidad, refiere la doctora Marla Gallo, neuróloga intervencionista y coordinadora de la Unidad de Ictus de la Clínica Ricardo Palma.

“El ACV es la interrupción de sangre al cerebro y puede ser de dos tipos: isquémico cuando se obstruye una arteria y se produce la muerte de una parte del cerebro; y hemorrágico cuando se rompe una arteria. El primero es más frecuente y representa el 85% de los casos; mientras que el segundo, a pesar de ser menos común es más mortal”, advierte la especialista, quien recalca que reconocer los síntomas de un ACV es clave para reducir el riesgo de sufrir secuelas.

Señales de alerta

Pérdida de fuerza de un brazo y/o una pierna, asimetría facial, dificultad para hablar o comprender son los principales síntomas de un ACV. Aprender a reconocerlos es vital para acudir lo más pronto posible a un centro de salud que pueda brindar un tratamiento agudo y/o subagudo a fin de reducir el riesgo de quedar con secuelas irreversibles; ya que por cada minuto que pase mueren dos millones de neuronas. Se recomienda recibir atención médica antes de las 4.5 horas de presentarse el primer síntoma.

En la actualidad, existen dos tipos de tratamiento de reperfusión. Uno que se coloca en una vena del brazo y otro endovascular que por medio de catéteres se llega hasta arterias del cerebro y se extrae de forma mecánica el trombo o la causa de interrupción del flujo sanguíneo. La especialista subraya que es esencial que en el tratamiento subagudo existan protocolos de cuidado a los pacientes con ACV. Por ejemplo, pruebas para ver si puede deglutir, cuidado de temperatura y glucosa para mejorar el pronóstico del paciente.

Prevención

Gracias a los avances de la medicina existen varios estudios que permiten identificar si existe el peligro de sufrir un ACV. Estudios de neuroimagen, como la resonancia magnética cerebral y el estudio de dúplex carotideo y trascraneal, permiten evaluar el estado de las arterias y el aporte de sangre hacia el cerebro.

El ACV es una enfermedad que se puede prevenir. El 90% de los casos se debe a 10 factores de riesgo modificables. Aquí radica la importancia de evitar el consumo de tabaco, mantener un peso adecuado, mantener controlada la presión arterial, diabetes, afecciones cardiacas, estrés, tener un nivel adecuado de colesterol, reducir la ingesta de alcohol. Visite a su neurólogo una vez al año.

Tome nota:

  • El sábado 26 de octubre de 9 de la mañana a 1 de la tarde, las personas interesadas en participar en una charla presencial sobre: Prevención de accidentes cerebrovasculares y novedades en los últimos tratamientos médicos, pueden registrase gratuitamente aquí.
  • Con el fin de que la población tome conciencia sobre la prevención de esta afección, la Clínica Ricardo Palma invita a la comunidad en general a participar en la iluminación del frontis de la institución el martes 29 de octubre a las 6:40 p.m., con motivo del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV).

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