Con la certeza de que la música peruana es imperecedera, Eva Ayllón ofreció anoche una espectacular Serenata a la Canción Criolla en el Teatro Víctor Raúl Lozano de Trujillo. El potente espectáculo con el que la laureada cantante se ganó el aplauso de cientos de trujillanos y con el que celebra esta importante efeméride de nuestro folclore nacional se repetirá hoy.
Emocionada con el cálido recibimiento del público, “Este 30 y 31 de octubre son días para festejar nuestro folclore, nuestra canción criolla. Gracias por tener el teatro a casa llena, gracias por su cariño… Esta es nuestra propuesta para que ustedes tengan un poco más de diversión y sigan consintiendo a la música peruana”, afirmó la artista, como preámbulo a un espectáculo con renovado repertorio y vistosa escenografía, con bien logradas estampas de baile, zapateo y elementos audiovisuales cuidadosamente ensamblados, en los que participaron cada uno de los miembros de su sólida banda.
Tras la obertura, Eva apareció en escena enfundada en un traje morado, inspirado en su devoción por el Cristo Moreno. Desde los primeros acordes de “Yo te canto”, un popurrí de “Alma, corazón y vida”, “Extravío” y “Ódiame”, y otro de “Mamá Luchita” y “Chacombo”, los vítores de la audiencia no se hicieron esperar. Ayllón recordó también a sus mentores, Los Kipus, junto a quienes en sus inicios recorrió el Perú entero. En memoria de Paco y Genaro, interpretó junto a sus coristas, July Pumarada y Sofía con Z, un medley de “Ansias”, “Amorcito” y “Perdiste”.
Eva también le pidió permiso al auditorio para cantar a dúo con su hijo Carlos Ayllón (percusión) los temas “Semblanza” y “La abeja”. Luego, invitó al percusionista Gigio Parodi a cantar con ella una nueva versión “Un vals y un recuerdo”. Los temas “A que muevan la cola” y “Alcatraz” siguieron en el programa.
Agradecida con cada uno de los autores y compositores que ella interpreta, Eva rindió otro homenaje a Augusto Polo Campos, de quien cantó: “Cariño bueno”, “Cariño bonito”, “Cariño malo” y “Cariño ausente”. Luego vendrían temas como “Negra presuntuosa”, “Callejón de un solo caño”, “Jarana”, “Trokimoki” y “Saca las manos”, acompañados de las vistosas coreografías de los hermanos Gusell y Eder Campos.
Buscando a su sucesora
Con el objetivo de seguir promoviendo grandes talentos de la música peruana, Eva Ayllón no dudó en volver a compartir su escenario con Lita Pezo. “Tuve la genial idea de traer una invitada. Es mi consentida, es muy educada y canta bonito. Canta mejor que yo. Estoy justo en eso, buscando en el semillero”, dijo Ayllón en respaldo de Pezo, ante la posibilidad de tener que elegir a una sucesora musical. Juntas interpretaron magistralmente “Acaríciame” y “Desesperado”, con el fervoroso respaldo de la concurrencia.
El bolero “Que somos amantes”, con nuevos arreglos y la extraordinaria participación de la trompeta de Reynier Melón y el saxo de Renzo Dalí, dio paso a un número de percusión mientras Eva cambiaba su vestuario. Enfundada en un traje verde, la artista regresó para cantar el clásico “Toro mata”. Inmediatamente después, hizo un homenaje a Lucha Reyes, de quien fue telonera al inicio de su carrera, por casi ocho años, con los temas “Regresa”, “Como una rosa roja” y “Propiedad privada”. Su aclamado “Mal paso” y “Compárame” anunciaban el final de una noche llena de peruanidad.
Para complacer a sus anfitriones, Eva también cantó marineras: “Así baila mi trujillana” y «Trujillo de mis amores”, acompañada visualmente por dos parejas del tradicional baile norteño. “Voy a cantar marineras trujillanas, espero estar a la altura porque me las acabo de aprender”, dijo, ante la emoción de la platea.
Tras los agradecimientos a todos los integrantes de su banda, conformada además por Mariano Liy (bajo), Moisés Lama (piano y director musical), Jorge Vega (guitarra) y Edú Campos (percusión negra), llegó la despedida con “Ritmo, color y sabor”. Tras una larga y sonora ovación, Eva Ayllón volvió a escena para cerrar la noche con su emblemático tema “Enamorada de mi país”. Sin duda, un concierto memorable.