Marketing y diseño Perú, cómo aplicar inteligencia artificial para trabajar mejor y destacar

La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa tecnológica: es una herramienta que está transformando el marketing y el diseño en el Perú. Automatiza tareas, acelera la producción de contenido y permite segmentar mejor al público. Su uso crece, pero aún está lejos de aprovecharse de manera estratégica.

Un reciente informe del Marketing AI Institute revela que el 64 % de los profesionales de marketing en América Latina ya utilizan herramientas de IA para crear contenido, y el 42 % las emplea para diseño visual. Sin embargo, menos del 30 % cuenta con una estrategia formal para su implementación.

En el Perú, esta adopción ha sido rápida, pero desigual. Según el estudio Panorama Digital Perú 2024 (Attach), el 76 % de los profesionales de diseño y marketing ya ha probado IA generativa, pero su uso se concentra en tareas básicas como redacción o lluvia de ideas. La aplicación en procesos técnicos como SEO o análisis de datos sigue siendo limitada.

Para Deivis Guevara, docente de Diseño Gráfico en Zegel, el principal desafío es cultural.

“Muchos profesionales ya usan IA, pero de forma intuitiva y sin claridad sobre el impacto. El reto no es aprender más herramientas, sino entender cómo usarlas con criterio y alinearlas con los objetivos del negocio”, afirma.

La IA no solo permite ahorrar tiempo. También mejora la personalización de los mensajes, amplía las posibilidades visuales, y ayuda a analizar mejor los resultados de las campañas. Sin embargo, para que esto funcione, es clave dejar de verla como un “atajo creativo” y empezar a integrarla como parte del proceso profesional.

¿Por dónde empezar? Algunas acciones concretas:
● Automatizar la redacción de contenidos para redes sociales, correos o piezas comerciales.

● Utilizar plataformas de diseño con funciones de IA para agilizar la producción visual.

● Analizar métricas con asistentes como ChatGPT o Gemini para tomar decisiones con datos.

● Capacitar al equipo para un uso ético y estratégico de estas herramientas.

“La inteligencia artificial no reemplaza el pensamiento creativo, pero sí cambia la forma en que trabajamos. Nos obliga a repensar procesos, delegar tareas repetitivas y enfocarnos en el valor diferencial que aporta lo humano”, explica Guevara.

En un entorno digital cada vez más competitivo, incorporar la IA no es una ventaja exclusiva de grandes empresas. Es una oportunidad concreta para optimizar tiempos, reducir errores y mejorar la conexión con los públicos.

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