Más allá de la comodidad, sostenibilidad está redefiniendo la experiencia hotelera

Lima.- El turismo atraviesa un momento clave de transformación. Frente a un visitante más consciente del impacto ambiental y social de sus decisiones, el sector hotelero está incorporando la sostenibilidad no solo como una tendencia, sino como un eje estratégico para garantizar su viabilidad futura. La búsqueda de experiencias auténticas, la necesidad de mitigar el cambio climático y la valorización de las culturas locales están marcando un nuevo paradigma en la forma de viajar y hospedarse.

Hoy, hablar de sostenibilidad en hoteles va más allá del uso de paneles solares o de iniciativas aisladas. Se trata de adoptar una visión integral que abarque la gestión eficiente de recursos, la innovación operativa, la relación con las comunidades del entorno y el respeto por el patrimonio natural y cultural. Esta evolución responde a una demanda creciente de viajeros que esperan transparencia, responsabilidad social y coherencia en las acciones de las marcas que eligen.

“La sostenibilidad dejó de ser un valor agregado. Hoy es un eje fundamental para la competitividad del sector. Un hotel que no entienda esto, está quedando fuera del mapa de las preferencias globales”, señala Gonzalo Calderón, CEO de Aranwa Hotels, cadena peruana que ha implementado estrategias para reducir su impacto ambiental, fomentar el trabajo con proveedores locales e impactar positivamente a sus comunidades.

En ese camino, distintas cadenas hoteleras están aplicando medidas que apuntan a transformar la manera en que los huéspedes se relacionan con el destino. Entre las acciones más destacadas figuran:
● Gestión eficiente de agua y energía, mediante iluminación LED, aireadores en griferías, switches inteligentes o el uso de agua de mar para inodoros.
● Reducción y reciclaje de residuos, con envases biodegradables, amenities recargables, acciones de reciclaje de aceite y disminución del plástico de un solo uso.
● Consumo local responsable, privilegiando la compra de frutas, verduras y artesanías a comunidades vecinas, de manera que el valor generado por el turismo permanezca en la región.
● Proyectos de valor ambiental, como biohuertos y producción orgánica que abastece las cocinas, además de iniciativas de educación ambiental para colaboradores y visitantes.
● Integración comunitaria, a través de empleos locales —en algunos casos, más del 60% de la planilla corresponde a pobladores de la zona— y la cesión de espacios para la venta de artesanías.
● Impacto en las comunidades, a través de iniciativas como Sabores Aranwa, orientada a complementar la alimentación de comunidades cercanas en coordinación con el Banco de Alimentos Perú; la posta de Urquillos, en el distrito de Huayllabamba (Urubamba), que brinda más de 1,400 atenciones al año; y el programa Dog Friendly, mediante el cual se realizan aportes a Voz Animal Perú para apoyar sus acciones de rescate.

En distintos departamentos del Perú, varios hoteles ya aplican medidas sostenibles desde paneles solares y sistemas de oxigenación en altura hasta puntos de agua filtrada y alianzas con comunidades locales que permiten reducir el impacto ambiental y brindar una experiencia de viaje más consciente.

Con el cambio climático como telón de fondo y un turista cada vez más informado, la sostenibilidad se consolida como la herramienta más poderosa para redefinir el turismo del futuro. Hoy, ser sostenible ya no es una opción: es una exigencia que aporta valor económico, social y cultural para todos los actores del sector.

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