¿Cómo se encuentra la salud mental en el Perú?

La salud mental en el Perú atraviesa un escenario preocupante. Según el Ministerio de Salud (MINSA), en lo que va de 2025 los establecimientos del sector han registrado 1 235 184 atenciones por problemas de salud mental, una demanda sostenida que reafirma la urgencia de fortalecer los servicios psicológicos y psiquiátricos en el país. Solo entre enero y junio de 2024 se contabilizaron más de 900 mil atenciones por trastornos de salud mental y problemas psicosociales, de los cuales 220 749 corresponden a casos de ansiedad.

De acuerdo con la psicóloga Alessandra Cifuentes, directora y psicóloga del Centro Psicológico Integral LIBRE, este incremento refleja un contexto social marcado por la sobreexigencia, la incertidumbre económica y la hiperconexión digital, factores que están impactando directamente en la estabilidad emocional de las personas.

“Vivimos en una época donde todo se exige para ayer: trabajo, estudios, familia o relaciones. Esa presión constante genera un estado de alerta permanente y termina agotando los recursos personales. En muchos casos, el cuerpo empieza a manifestarlo a través de síntomas físicos o conductas impulsivas”, explica Cifuentes.

Una tendencia en alza
Según datos del MINSA, más de un tercio de los peruanos presenta síntomas compatibles con ansiedad o estrés crónico, mientras que la demanda por atención psicológica ha crecido significativamente en jóvenes y adultos. A nivel global, la OMS estima que más de 1 000 millones de personas viven con algún trastorno de salud mental, principalmente ansiedad y depresión.

“Datos recogidos en consultas psicológicas recientes muestran que la mayoría de los usuarios presenta un incremento en sus niveles de ansiedad y estrés, especialmente desde el inicio de la crisis sociopolítica y económica del país. También influye la dificultad para acceder a servicios públicos de salud mental y los entornos laborales demandantes o poco empáticos”, señala Cifuentes.

Factores y señales de alerta
La especialista advierte que el aumento de los cuadros de ansiedad está relacionado con la sobrecarga laboral, la exposición constante a redes sociales y los efectos emocionales post pandemia.
Entre las señales más frecuentes se observan problemas de sueño, irritabilidad, aislamiento, tensión física sin causa médica y pensamientos autocríticos o ansiosos.

“Estos síntomas no deben normalizarse. Cuando la ansiedad interfiere con el trabajo, el descanso o las relaciones, es momento de buscar acompañamiento terapéutico”, enfatiza Cifuentes.

Estrategias para manejar la ansiedad
Para afrontar los cuadros de ansiedad y estrés, la psicóloga recomienda incorporar pequeñas rutinas de bienestar:
● Realizar pausas conscientes durante el día.

● Mantener rutinas de descanso y autocuidado.

● Practicar respiración o mindfulness.

● Reducir la exposición a noticias alarmistas y redes sociales.

● Hablar abiertamente de lo que se siente.

“La regulación emocional se entrena día a día. No se trata de eliminar las emociones, sino de aprender a relacionarnos mejor con ellas y responder de manera más consciente”, agrega la especialista.
Cómo apoyar desde la familia o el entorno laboral.

El acompañamiento del entorno cercano cumple un rol fundamental en el bienestar emocional y la recuperación. Escuchar sin juzgar, ofrecer apoyo práctico y validar lo que la persona siente puede marcar una gran diferencia. En casa, es importante evitar minimizar el malestar con frases como “no es para tanto” o “solo tienes que relajarte”, y en su lugar, fomentar espacios de conversación y comprensión.

De acuerdo con la psicóloga Alessandra Cifuentes, “el soporte emocional del entorno puede ser determinante para que una persona busque y mantenga su proceso terapéutico. En los espacios laborales, promover pausas activas, canales de comunicación abiertos y una cultura empática hacia la salud mental contribuye no solo al bienestar individual, sino también al equilibrio y productividad colectiva”.

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