Lima.- El tejido ancestral Away, una técnica milenaria heredada de la época incaica ha sido preservado y revitalizado por las maestras tejedoras de Cusco, quienes han transmitido este arte de generación en generación. Cada diseño refleja la identidad de las comunidades altoandinas, utilizando colores vibrantes obtenidos de la naturaleza para contar historias que mantienen viva su cultura.
Los colores, extraídos de insectos, plantas y minerales, no solo embellecen los tejidos, sino que también simbolizan la profunda conexión de estas comunidades con la naturaleza. A lo largo de los siglos, el Away ha sido una herramienta para transmitir historias y valores comunitarios, y hoy, esta tradición sigue viva, adquiriendo un nuevo propósito como medio educativo y de concienciación.
«En el pasado, estos tejidos contaban historias de guerras y victorias. Hoy los utilizamos para combatir un problema que afecta directamente a nuestros niños. Tejer estas historias en los telares nos permite imaginar un futuro más respetuoso para ellos», indicó Virginia Yupanqui, maestra tejedora en Cusco.
Alianza contra el bullying
En el marco de esta tradición, Belmond, PeruRail y Nosotras, la marca de cuidado femenino de Essity, lanzaron el programa ”Tejiendo Historias Contra el Bullying”. Esta iniciativa utiliza el arte del tejido cusqueño como medio para educar y concienciar a los estudiantes sobre la menstruación y el acoso escolar, fomentando un entorno inclusivo mediante charlas y actividades de sensibilización.
«Los telares cusqueños son más que simples telas, son narrativas visuales. Al incorporar mensajes contra el acoso escolar en estos tejidos, creamos un puente entre la sabiduría milenaria y los desafíos que enfrentan los adolescentes hoy en día. Queremos que el tejido no solo sea un arte, sino una herramienta para el cambio social», señaló Gabriela Espinar, gerente de marketing de Essity.
Verónica Arbulú, Directora Legal y de Asuntos Corporativos de Belmond, también destacó el impacto de la iniciativa: “En Belmond creemos en el poder de las alianzas. Este programa no solo honra la gran tradición del tejido cusqueño, sino que también nos permite trabajar juntos para construir un entorno escolar más inclusivo y respetuoso. Nos enorgullece ser parte de esta iniciativa que fortalece tanto la cultura como la educación de nuestra comunidad”.
De esta manera, los coloridos diseños de los telares cusqueños sirven como una herramienta visual para transmitir mensajes positivos y abrir el diálogo sobre temas como la menstruación, uniendo a tejedoras, estudiantes y comunidades para transformar el arte en un medio de cambio social.