En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra cada año durante la primera semana de agosto, se busca sensibilizar a las personas sobre los múltiples beneficios para el desarrollo de los niños.
Desde ahorros económicos hasta mejoras en la salud infantil y el bienestar mental de las madres, la conmemoración es la fecha idónea para reflexionar sobre la importancia del apoyo y la igualdad de la promoción de la lactancia.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), bajo el lema “cerrar la brecha: apoyo a la lactancia materna para todos”, se concentrarán los esfuerzos en el apoyo que deben recibir las madres, independientemente de las circunstancias diversas de cada mujer y familia.
“En nuestro país, esta forma de nutrición constituye un derecho fundamental que debe ser promovido y protegido por el Estado y la población en general”, sostiene Mariana Guevara, Coordinadora de Salud y Bienestar de Pacífico Salud. “Por ello, es fundamental reconocer sus ventajas, pues permiten comprender el valor de la lactancia materna en la sociedad”, agrega.
La OMS estima que la lactancia materna prolongada disminuye el riesgo de sobrepeso y obesidad en un 13%, lo cual permite prevenir enfermedades no transmisibles asociadas con la obesidad en niños. Además, atenúa el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 35% y fortalece el sistema inmunológico de los bebés.
En el ámbito económico, el amamantamiento alivia la carga financiera de las familias y la gestión del sistema de salud público. “Esto no solo representa un ahorro significativo al evitar la necesidad de fórmulas costosas, sino que también implica menos gastos médicos por una menor incidencia de enfermedades infantiles”, dice Mariana Guevara, quien coordina los Programas de Salud y Bienestar de Pacífico Salud desde el frente de maternidad, niño sano, vacunación y la anemia infantil.
Otro punto esencial es su impacto positivo en la salud mental. “El vínculo emocional entre la madre y él bebe permite disminuir el riesgo de depresión postparto y fomenta el bienestar emocional”, detalla la especialista. Mientras que, en cuanto a la salud física, contribuye a reducir el riesgo de anemia y hemorragias postparto, actúa como un anticonceptivo natural y facilita la conservación del peso.
De acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2023, el 69,3% de la población menor de seis meses de edad recibió lactancia materna, aumentando 3,4 puntos porcentuales en relación con el 2022. Esto es importante al considerar que, por los aspectos mencionados, la OMS y Unicef aconsejan que los bebés inicien la lactancia materna en la primera hora del nacimiento y sean amamantados exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida.
Esta semana resalta la importancia de garantizar que todas las madres, en particular quienes se encuentran en situaciones vulnerables, reciban el apoyo adecuado para un amamantamiento correcto. Esto, en consecuencia, ayudará a menguar las desigualdades en el acceso a la lactancia materna.
