Lima. Por su curiosa naturaleza, los gatos han sido compañeros leales de los humanos durante miles de años, ganándose un lugar especial en los hogares. Sin embargo, a medida que van pasando los años, las necesidades y cuidados de los mininos van cambiando conforme van creciendo. A partir de los 10 a 15 años, los gatos considerados mayores, requieren de atenciones especiales, ya que pueden sufrir de enfermedades crónicas que implican un monitoreo constante.
Consuelo Rojas, médico veterinaria de Aristocat, explica que entre los signos más comunes que evidencian el envejecimiento de los felinos, se encuentra la pérdida del sentido del olfato, gusto y audición, los que en conjunto influyen en su falta de apetito; además son más propensos a sufrir de enfermedades degenerativas, como la osteoartritis, y vulnerables a sufrir otras enfermedades. “A nivel de comportamiento, los gatos mayores también presentan cambios en su comportamiento, ya que prefieren dormir más y evitar la interacción o jugar”, destaca Rojas.
Si bien los gatos no suelen manifestar señales evidentes de algún malestar; es importante estar atento a cualquier cambio de comportamiento y recibir la atención de un médico veterinario para realizar una revisión completa para descartar complicaciones en su salud.
En el marco del Día Internacional del gato, la médico veterinaria Consuelo Rojas, explica los principales cuidados que deben recibir los gatos mayores para tener una mejor calidad de vida.
Nutrición balanceada. Los gatos mayores necesitan una dieta balanceada que sea baja en calorías, pero rica en nutrientes. Ya que las dietas convencionales no son suficientes para los gatos de esta edad, se requieren alimentos formulados específicamente para ellos. Antes de incluirlos en su dieta, es importante contar con el asesoramiento del médico veterinario que indique cuáles son los suplementos alimenticios que debe consumir el gatito, según cada caso.
Chequeos veterinarios regulares. Se debe llevar a los gatitos mayores al veterinario al menos dos veces al año para detectar y tratar cualquier problema de salud de manera temprana. Durante estas revisiones se les realizan pruebas de sangre, análisis de orina, revisiones dentales y otros exámenes necesarios que permiten detectar enfermedades de manera temprana.
Hidratación constante. Los gatos mayores son propensos a la deshidratación, y a padecer de enfermedades urinarias; por ello, siempre deben tener acceso a agua limpia y fresca. Para promover su consumo, se pueden usar las fuentes de agua y complementar con alimentos húmedos.
Mantenerlos ejercitados. La estimulación física y mental de los gatos mayores es necesaria para ayudarlos a prevenir el aburrimiento y el deterioro cognitivo. Se pueden usar juguetes interactivos y realizar juegos suaves que los mantengan activos sin realizar grandes esfuerzos.
“Tener un gato implica una responsabilidad para toda la vida, que incluye su vejez. Al ser un compañero de muchos años, cuidar de su salud y brindarles calidad de vida representa un acto de amor hacia ellos. Cuidarlos durante su vejez también es una manera de devolverle el cariño que nos ofrecen desde pequeños”, finaliza Consuelo Rojas.