El avance de la inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo del marketing digital, permitiendo a las marcas no solo personalizar sus contenidos a gran escala, sino también interactuar con sus audiencias de una manera más directa y significativa. Esta tecnología ha abierto nuevas posibilidades, desde la segmentación precisa de audiencias hasta la creación automatizada de campañas publicitarias, generando experiencias más relevantes y ajustadas a las necesidades individuales de los consumidores. Sin embargo, este mismo poder trae consigo desafíos éticos que no pueden ser ignorados.
En Perú, la adopción de IA en el marketing digital está en pleno desarrollo. Empresas en sectores como el financiero, el retail y el entretenimiento están implementando algoritmos avanzados para optimizar sus operaciones y mejorar la experiencia del cliente. Un ejemplo claro es el uso de chatbots en la banca, que emplean IA para brindar atención personalizada en tiempo real, resolviendo dudas y gestionando operaciones con una eficiencia sin precedentes. Asimismo, en el sector retail, las recomendaciones automatizadas basadas en el comportamiento del usuario están transformando la manera en que los consumidores interactúan con las marcas.
En este contexto, la consultora global de comunicaciones LLYC ha desarrollado el concepto de “Identidad Conversacional” en su reciente informe sobre la construcción de marca en la era de la IA. La Identidad Conversacional se refiere a la capacidad de una marca para interactuar de manera coherente, empática y humana a través de diversas plataformas digitales. En un entorno donde las interacciones se realizan cada vez más a través de interfaces conversacionales, como asistentes de voz y chatbots, es fundamental que las marcas desarrollen una personalidad clara y consistente que resuene con sus valores y conecte emocionalmente con sus audiencias.
Sin embargo, la implementación de la IA conlleva riesgos éticos significativos, como la perpetuación de sesgos y la amenaza a la privacidad del usuario. La transparencia es clave para mantener la confianza del público en estas tecnologías. Las marcas deben ser claras sobre el uso de la IA, asegurando procesos justos y equitativos.
Jimena Villavicencio, Directora de Brand & Ad para Perú y Ecuador en LLYC, afirma: «La transparencia es la clave para mantener la confianza del público en las nuevas tecnologías. En un mundo donde la personalización es cada vez más sofisticada, las empresas deben ser claras sobre cómo utilizan la IA y el impacto que esto tiene en su audiencia.» Este enfoque no solo fortalece el cumplimiento regulatorio, sino que también construye relaciones más sólidas y duraderas con consumidores cada vez más exigentes.
Adoptar un enfoque ético en la IA implica evitar la discriminación y proteger los derechos fundamentales. En un entorno digital cada vez más complejo, las marcas que integren la ética y la transparencia en su Identidad Conversacional estarán mejor posicionadas para sobresalir en un mercado competitivo y en constante cambio.