Seis de diez espinacas que venden en mercados mayoristas, son no consumibles

Lima.- Un reciente Monitoreo Ciudadano sobre Agroquímicos en los Alimentos reveló que el 60% de las espinacas analizadas en cinco mercados de Lima Metropolitana no son aptas para el consumo humano, debido a los altos niveles de pesticidas que superan los límites máximos permitidos por la normativa peruana.

El estudio fue desarrollado con muestras recolectadas en los mercados Minka y Centro Comercial Bellavista (Callao), Mercado San José (Jesús María), Mercado Lobatón (Lince) y
el Gran Mercado Mayorista de Santa Anita. Los análisis fueron realizados por el laboratorio Merieux, acreditado internacionalmente y autorizado por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA).

Los resultados evidencian que tres de las cinco muestras superaron los Límites Máximos de Residuos (LMR), mientras que, de aplicarse los estándares de Estados Unidos, el 80% habría sido desaprobado.

“Estos hallazgos son sumamente preocupantes. Es urgente fortalecer la fiscalización del SENASA y aprobar un marco normativo que garantice la inocuidad de los alimentos”, señaló Juan Sánchez, vicepresidente del Consorcio Agroecológico Peruano (CAP).

La muestra más contaminada fue la del Mercado Minka del Callao, que contenía hasta seis tipos de pesticidas con concentraciones que superaron los límites hasta en 3,600%. Entre las sustancias detectadas destacan Fipronil, Carbofurán, Dimetoato, Ometoato, Pirimetanil y Tebuconazol, todos con efectos tóxicos sobre el sistema nervioso, hepático y reproductivo. Según informes recientes del SENASA, esta problemática no es nueva: en 2024, el 76.5% de las muestras de espinaca analizadas resultaron no conformes, y en 2023, el 57% también excedió los límites de seguridad.

Producción de espinaca en el Perú
La producción de espinaca en el Perú se concentra principalmente en los departamentos de Lima (específicamente en Cañete, Chancay y Huaral) y Tarma (Junín). Se realiza
generalmente en pequeñas parcelas, principalmente durante las estaciones de otoño e invierno. La cosecha se hace manualmente, cortando la planta a nivel del cuello cuando las
hojas están abultadas y han alcanzado su máximo desarrollo, lo cual ocurre entre 40 a 50 días después de la siembra.

“Un manejo integrado de plagas, con rotación de cultivos, adecuada fertilización, control de malezas y métodos de control biológico, pueden evitar el uso de sustancias químicas, pero lamentablemente es usual el uso de enormes cantidades de pesticidas, sin tener en cuenta el daño que éstos pueden ocasionar a los consumidores”, añadió Sánchez.

Consejos prácticos
El especialista señaló que, si bien no es posible reconocer a simple vista si una espinaca contiene o no agroquímicos, es importante comprar de proveedores que le garanticen el origen o procedencia de las espinacas y el uso de buenas prácticas agrícolas. Pueden ser las ferias agroecológicas, mercados o supermercados que tengan identificados claramente al agricultor y le otorguen cierta garantía.

Otra opción es sembrar en casa sus propias espinacas y otro tipo de verduras. Se pueden utilizar semillas o los propios tallos de la espinaca, colocándolas en un vaso de agua. Al cabo de unas semanas echarán raíces y brotarán nuevas hojas. El recipiente debe colocarse en un lugar luminoso, sin embargo, se debe evitar la luz solar directa, ya que puede quemar los tallos jóvenes. Luego se pueden trasplantar a una maceta.

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