Lima.– La inteligencia artificial ya no es exclusiva de las grandes tecnológicas. Su expansión hacia sectores como la industria, la energía, la banca o la salud marcará el ritmo de la transformación digital en los próximos años. De acuerdo con IDC, el 80 % de las organizaciones de América Latina planea invertir en IA generativa y automatización avanzada para 2026, y se prevé que esta tecnología aporte más de 1,3 billones de dólares al PIB global para finales de la década (McKinsey Global Institute, 2025).
El crecimiento acelerado de los centros de datos en América Latina refleja la transformación digital de la región. De acuerdo con el informe Latin America Data Center Market Landscape 2024 de DCD, el número de instalaciones de colocation y edge aumentará más del 25 % anual hasta 2026 en Latam, impulsado por la demanda de servicios cloud, IA y analítica avanzada. Este contexto posiciona a la región como un punto estratégico para el despliegue de infraestructura digital sostenible y de alto rendimiento.
Megatendencias de IA que marcarán el 2026
- IA generativa aplicada a los negocios
Según Gartner, más del 80 % de las empresas habrán utilizado interfaces de programación de aplicaciones de IA generativa (GenAI APIs) o implementado aplicaciones habilitadas por GenAI en entornos de producción para 2026, frente a menos del 5 % en 2023.
Esto implica que la IA ya no se limita a experimentos aislados, sino que pasará a formar parte del núcleo operativo de las organizaciones. Por ejemplo, en el sector financiero, los modelos generativos entrenados con datos propios permitirán diseñar productos personalizados, generar informes regulatorios automáticamente y optimizar la experiencia del cliente en tiempo real. En manufactura, esta tecnología podrá simular procesos de producción, diseñar prototipos digitales y acelerar el time-to-market con menor coste y riesgo.
- Automatización cognitiva y operaciones autónomas
Las organizaciones ya planean implementar tecnologías de automatización inteligente, integrando IA, machine learning y edge computing a lo largo de los próximos tres años. En industrias críticas como energía, telecomunicaciones o centros de datos donde la confiabilidad es clave, estos sistemas autónomos permiten reducir errores operativos, escalar frente a la demanda y mejorar la resiliencia general. Por ejemplo, en centros de datos, la implementación de automatización cognitiva puede traducirse en detección temprana de fallos, optimización de la carga térmica y mantenimiento proactivo que evita interrupciones costosas. - Data centers sostenibles y neutros en carbono
La sostenibilidad se ha convertido en un eje estructural para el futuro de los centros de datos. Según el Uptime Institute (Global Data Center Survey, 2024), para 2026 el 90 % de las nuevas instalaciones integrarán estrategias de eficiencia energética y monitoreo de huella de carbono como parte de su diseño base. Esta transformación no solo responde a la presión regulatoria y a los compromisos de descarbonización global, sino también a una nueva economía digital que exige infraestructura más eficiente y resiliente.
“La inteligencia artificial ya no se mide solo por su capacidad de automatizar, sino por su impacto en la sostenibilidad, la seguridad y la eficiencia. En los próximos años, veremos cómo las empresas que integren IA con una visión ética y estratégica lograrán no solo operar mejor, sino anticipar el futuro. Esa será la verdadera ventaja competitiva en 2026”, afirma Luis Santamaría, líder del área Cloud & Service Providers en Schneider Electric.
- Infraestructura híbrida y resiliencia distribuida
El auge de la inteligencia artificial, el edge computing y los modelos cloud está redefiniendo la forma en que las organizaciones construyen su infraestructura crítica. De acuerdo con el informe IDC FutureScape: Worldwide Digital Infrastructure 2025 Predictions, anticipa una adopción acelerada de arquitecturas híbridas y edge computing, especialmente en países como Brasil, Chile, Colombia y México, por su alta demanda de servicios cloud y su expansión de conectividad regional (IDC Latin America Digital Infrastructure Trends, 2024). La resiliencia, por tanto, ya no depende solo de la redundancia, sino de la capacidad de anticipar, aislar y recuperar operaciones críticas en tiempo real.
Aprovechar estas megatendencias significa construir una estrategia basada en datos, sostenibilidad y resiliencia. Las organizaciones que logren integrar plataformas inteligentes como soluciones de monitoreo energético, software predictivo o analítica avanzada, no solo reducirán costos, sino que también optimizarán sus operaciones con menor impacto ambiental.El 2026 será el año en que la IA deje de ser un complemento y se convierta en el núcleo operativo de los negocios. Las empresas que hoy ya están recorriendo este camino, estarán listas para liderar la próxima era digital.
