Nomofobia, el 50% de peruanos siente ansiedad cuando se aleja de su celular

La ‘Nomofobia’, o el miedo a estar desconectado del teléfono móvil, es una realidad también en Perú. Según un estudio reciente de Nomophobia.com, un portal especializado en esta “enfermedad tecnológica”, el 50% de los peruanos siente ansiedad cuando se aleja de su celular. Además, el 49% cree que podría estar sufriendo de este problema, y el 76% se considera dependiente de sus smartphones para sus actividades diarias. La encuesta incluyó a más de 3.000 latinoamericanos de seis países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

El uso de smartphones en el Perú no ha dejado de aumentar: el 61% de los encuestados afirma poseer uno de ellos, mientras que el 36% expresa tener dos. La constante evolución de la tecnología le ha aportado numerosas posibilidades a los celulares, de esta manera, el 76% lo usa para el trabajo, el 79% para uso bancario y el 93% para revisar redes sociales.

Pese a que los smartphones ahora sirven para muchas cosas útiles, el uso excesivo trae consecuencias negativas y los peruanos son conscientes de ello. De esta manera, 47% afirma sentirse perdido cuando no tiene su teléfono consigo, el 50% señala molestarse cuando el celular no funciona y el 58% lo revisa regularmente porque teme perderse una notificación interesante. En general, un 57% asegura que pasa demasiado tiempo mirando su teléfono móvil, lo que refuerza la idea de un estilo de vida centrado en el teléfono.

El perjuicio no solo es para quien utiliza el dispositivo, sino también para quienes lo  rodean, por ejemplo, el 62% encuentra más fácil comunicarse con familiares y amigos por el móvil que en persona. Además, el 42% lo usa hasta cuando está acompañado de ellos e incluso, un  20% considera al celular más importante que los amigos y familia.

«La encuesta muestra que los latinoamericanos son cada vez más dependientes de sus teléfonos celulares, lo cual es preocupante dadas las implicaciones psicológicas y físicas que esto tiene en las poblaciones», dijo Patrick O’Neill, creador de Nomophobia.com y del término. «La ansiedad relacionada con estar sin teléfono está aumentando en todo el mundo, y esta encuesta muestra que América Latina no es una excepción».

9% de los peruanos se tomó ‘selfies’ mientras conduce

La necesidad de estar constantemente conectado, ya sea por trabajo, el uso de las redes sociales o los servicios bancarios, es una fuerte tendencia que puede afectar las relaciones interpersonales de los ‘nomófobos’, y en casos más extremos, estas dependencias pueden traer consecuencias fatales. 


En Perú, el 9% de encuestados expresó que usa el smartphone cuando conduce, y otro 9% aceptó haberse tomado un selfie mientras manejaba, cifras directamente relacionadas con el 31% de entrevistados locales que recuerdan haber tenido un accidente, susto o tropiezo por el uso del móvil.

Asimismo, el uso excesivo del teléfono provocó problemas personales y/o profesionales en un 25% de los encuestados peruanos e incluso ha hecho perder el trabajo al 11% debido a esta conducta.

La ‘Nomofobia’ también lleva a ciertos comportamientos inapropiados que pueden significar un gran daño a la imagen de las personas. En este asunto encontramos que el 34% de encuestados peruanos usó su smartphone en momentos delicados como un funeral o una boda, el 18% admitió utilizar el teléfono durante actos religiosos, e incluso un 8% ha usado o respondido su teléfono durante las relaciones sexuales.

Brasil, líder en adicción al celular en Latinoamérica

Brasil lidera la tendencia de dependencia al smartphone en la región. La encuesta indica que el 71% de los brasileños se siente perdido al no tener teléfono, seguido por el 55% de los chilenos, el 54% de los mexicanos y el 47% de los peruanos. 

El 79% de los encuestados de Brasil también sostuvo que usa  dispositivos móviles en exceso, y el 51% indicó que se siente presionado a tener  su teléfono siempre debido al trabajo. 

El estudio  plantea debates cruciales sobre las implicaciones psicológicas de la creciente dependencia de los dispositivos móviles. A medida que la dependencia se convierte en una parte fundamental de la vida cotidiana, surgen preguntas sobre su impacto en las normas culturales, las relaciones interpersonales y la dinámica social.

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