Bruxismo: Conoce las soluciones para los dientes que rechinan

Lima.- El bruxismo es una actividad parafuncional que consiste en el rechinamiento y/o apretamiento dental, el cual puede producirse de día o de noche durante el sueño. Su origen puede estar relacionado a factores psicológicos, como períodos de estrés o ansiedad y puede estar asociado también a interferencias oclusales, es decir, un inadecuado engranaje entre los dientes, por lo que es importante acudir tempranamente al odontólogo cuando se tienen sospechas de bruxismo.

“Este suele   presentar desgaste dental excesivo no correspondiente a la edad, dolor articular y/o muscular facial, movilidad, sensibilidad o fracturas dentales”, afirma al respecto el doctor Arturo Kobayashi Shinya, coordinador de la Especialidad de Rehabilitación Oral de la Universidad Norbert Wiener.

Teniendo en cuenta que el bruxismo es una condición que puede afectar progresivamente a dientes, periodonto, músculos y articulaciones de la mandíbula, se recomienda:

1. Ejercicios de relajación. Técnicas como la meditación y yoga ayudan a controlar la ansiedad y disminuir los niveles de estrés. Asimismo, es ideal visitar a un fisioterapeuta para aliviar las patologías que produce el bruxismo a nivel de músculos y articulaciones.
2. Actividad física. Los ejercicios no solo ayudarán a que los niveles de ansiedad disminuyan, sino también serán un gran aliado para combatir el estrés y conciliar el sueño.
3. Terapia psicológica. Siendo el factor psicológico una de las principales causas del bruxismo, visitar a un especialista brindará las herramientas necesarias para poder sobrellevar etapas de estrés y ansiedad.
4. Autoregulación para evitar el rechinamiento y apretamiento en vigilia. Colocando stickers en lugares visibles en los que suele producirse el bruxismo, por ejemplo, mientras se trabaja en la computadora, de manera que al verlos se recuerde separar los dientes.
5. Uso de férula oclusal. Se trata de un dispositivo adaptado a la dentadura del paciente que debe ser usado durante las horas de sueño o de día según indicación y control realizados por un odontólogo. Su función es aliviar el dolor, relajar y proteger de mayores daños a los dientes, periodonto, músculos y a la articulación témporo mandibular, además de restauraciones, prótesis o implantes dentales.