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Lima.- La presidenta del Poder Judicial, Elvia Barrios Alvarado, fue condecorada con la medalla María Trinidad Enríquez Ladrón de Guevara en mérito a su trabajo, así como por su contribución y compromiso al servicio de la justicia, al conmemorarse hoy el Día de la Abogada Peruana.
Esta distinción fue otorgada por el Colegio de Abogados del Cusco y la Junta de Decanos de los Colegio de Abogados del Perú, en un acto protocolar realizado en la sala Machu Picchu de la Municipalidad del Cusco.
El reconocimiento a la magistrada suprema estuvo a cargo Mayk Pilares Rado, decano y presidente, respectivamente, de ambas instituciones.
El representante de los abogados ante el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, Vicente Espinoza Santillán –en representación de la autoridad judicial– recibió la medalla, la resolución respectiva, el pin institucional y un recordatorio.
A través de una comunicación telefónica, Barrios Alvarado agradeció este reconocimiento y renovó su compromiso de trabajo en favor de un mejor servicio de justicia no solo como presidenta del Poder Judicial, sino también como abogada.
La autoridad consideró un privilegio que hoy se festeje el Día de la Abogada Peruana. “Ejercer la profesión es una tarea compleja, de gran responsabilidad, porque a través de un ejercicio digno contribuimos a consolidar una sociedad de paz y afirmamos el valor justicia”, dijo.
Durante la ceremonia también fueron condecoradas un grupo de abogadas que destacan en el ejercicio de la profesión.
En el acto protocolar participaron el alcalde provincial del Cusco, Víctor Boluarte; la vicegobernadora regional Delia Condo Salas; los decanos de diversos colegios de abogados del país, entre otras autoridades.
María Trinidad Enríquez fue la primera peruana que cursó estudios universitarios en el Perú y Sudamérica, así como la primera jurista de nuestro país. En 1878 se graduó como bachiller en Jurisprudencia, no como abogada, porque en esa época estaba prohibido entregar un título profesional a las mujeres.
Demandó su caso ante el Poder Judicial y el Congreso. No obtuvo un pronunciamiento favorable, pero ayudó a que la idea de permitir la instrucción profesional de las mujeres sume adeptos en nuestro país.
