Cortes de Ancash y Lima Sur son incorporadas en proyecto de modernización del despacho judicial en juzgados civiles
Lima.- En el marco de la política de fortalecer la celeridad y transparencia en los procesos judiciales, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (CEPJ) dispuso la incorporación de las Cortes de Justicia de Áncash y Lima Sur en el Proyecto Piloto para la Modernización del Despacho Judicial en los Juzgados Civiles.
Este plan piloto consiste en reemplazar el método escrito en los procesos judiciales civiles por el de oralidad con el objetivo de hacer transparente la administración de justicia y acelerar la resolución sobre este tipo de procesos.
Con la incorporación de Áncash y Lima Sur ya suman en total quince las cortes superiores que forman parte del “Proyecto Piloto para la Modernización del Despacho Judicial en los Juzgados Civiles”.
Las demás son las cortes de Amazonas, Apurímac, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Lambayeque, Madre de Dios, Moquegua, Puno, Tacna y Ucayali.
Cabe anotar que, mediante Resoluciones Administrativas 110-2020-CE-PJ y 111-2020-CE-PJ, el CEPJ estableció que el Equipo Técnico Institucional de Implementación de la Oralidad Civil, presidido por el juez supremo Héctor Lama More, brinde asesoramiento técnico a los equipos distritales en la elaboración del proyecto y el llenado de la Matriz de Control de Componentes Mínimos.
Debe recalcarse que los presidentes de los mencionados distritos judiciales solicitaron su incorporación al proyecto piloto para la modernización del despacho judicial en los juzgados civiles.
En las referidas resoluciones, el CEPJ dispone también que las cortes de Áncash y Lima Sur prevean la infraestructura necesaria para la instalación y funcionamiento del Módulo Civil Corporativo de Litigación Oral.
Actualmente son ocho las cortes superiores que aplican la oralidad en los procesos civiles: Arequipa, La Libertad, Lima, Ventanilla, Ica, Lima Norte, Callao y El Santa.
Según diversos análisis, la eficiencia de la oralidad está evidenciada en una mayor producción, así como en una notable reducción en el tiempo de tramitación de los procesos judiciales marcando una clara diferencia con los procesos llevados a través del modelo tradicional en base a la escrituralidad.
