Educación: Qué necesitan las poblaciones vulnerables para un retorno seguro a las aulas
El pronto inicio de las clases presenciales genera una nueva preocupación en familias vulnerables, no solo por el riesgo de contagios de la Covid 19 en los menores, sino por cómo solventarán los gastos que implica. “En el contexto del año pasado, Buckner Perú pudo apoyar a familias en condición de vulnerabilidad, logrando la adquisición de dispositivos tecnológicos y conexión a internet que beneficiaron a 360 niños, niñas y adolescentes en su educación. Pero, ahora la preocupación girará en torno a la compra de mascarillas, productos para la higiene personal, gastos en pasajes, compra de útiles y almuerzos que ponen en duda la decisión de los padres de familia en enviar a sus hijos a las aulas”, enfatiza Ana
Patricia Navarro, Directora de los Centros de Esperanza Familiar de Buckner Perú.
En ese sentido, la organización presenta las prioridades y necesidades a atender en las comunidades en condición de pobreza y pobreza extrema para un retorno a clases seguro.
1) Acceso a las vacunas: Si bien ya se ha iniciado la inoculación en menores de edad, muchas familias viven en lugares muy alejados de los centros de vacunación, por lo que se les dificulta acceder a ellas. Un plan de vacunación a domicilio como se ha empleado en otros lugares del país podría asegurar la protección de los niños en condiciones de vulnerabilidad y reducir el riesgo de contagio en las aulas.
2) Generación de empleo: Muchos padres de familia prefieren que sus hijos continúen con las clases a distancia porque no cuentan con capacidad
económica para costear pasajes, útiles escolares, refrigerios y elementos de protección e higiene personal. Por lo tanto, generar empleo en estas
comunidades impactará positivamente en el sector educativo, así como activar un área especial en los colegios para atención a la salud por Covid 19 en donde se otorguen elementos de protección de bioseguridad gratuitos.
4) Intervención en salud psicológica y física: Se necesita la intervención médica para combatir los efectos del uso excesivo de la tecnología, ya que ha
tenido consecuencias en el estado emocional de los niños, niñas y adolescentes, generando ansiedad y estrés; y a nivel físico, problemas en la
vista. De igual forma, se ha afectado la capacidad de socialización, disminuyendo la comunicación con los miembros de la familia y el desinterés
en formar vínculos de amistad con sus pares.
Ahora, a menos de dos meses del retorno a clases presenciales, Buckner busca enfrentar los próximos desafíos para potenciar la educación en poblaciones vulnerables. Con este fin, es de gran ayuda el apoyo de aliados que puedan sumarse a sus iniciativas.
