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Maricarmen Alva constató las necesidades de dos ollas comunes del Rímac

Lima.- La presidenta del Congreso de la República, Maricarmen Alva Prieto, visitó esta mañana dos ollas comunes del distrito del Rímac para departir con sus integrantes, y constatar su ritmo de trabajo y sus necesidades, ya que es un deber –dijo- “saber dónde y cómo viven, porque hay que recorrer la ciudad, que es lo que todas las autoridades deben hacer”.

Se trata de las ollas comunes “María y Jesús” y “Mi buen pastor”, que benefician a 61 y 80 familias, respectivamente, ubicados en el asentamiento humano Mariscal Castilla. En promedio, cada una de ellas atiende, entre 200 y 300 personas.

“Para mí es muy importante estar aquí para saber en qué podemos ayudarlas desde el Congreso”, manifestó Alva Prieto a las madres luchadoras de esta zona de Lima, a quienes también precisó sobre las funciones que cumplen el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo.

“Nosotros legislamos, representamos, y fiscalizamos (…) Todas las necesidades que tienen en cuanto a luz, agua y desagüe, nosotros las trasladamos a las autoridades competentes para que volteen su mirada hacia ustedes, y puedan solucionar esos problemas”, expresó.

La titular del Parlamento recorrió diferentes ambientes donde constató las carencias de esos comedores populares y departió desayuno con las madres de familias. A la vez, fue informada de la importante labor que cumplen esas iniciativas ciudadanas a favor de la población más necesitada de la capital y de todo el país.

La coordinadora de la olla común «María y Jesús», Socorro Quispe Alarcón, expuso el trabajo cotidiano que realizan desde las nueve de la mañana, cuando se reúnen, “porque a esa hora llega el agua”, líquido vital que tan solo reciben en la zona durante veinte a treinta minutos en el día.

“Nos organizamos por grupos. A un grupo le toca una semana, y a otro grupo otra semana. Hay otro grupo que viene en la tarde a lavar lo servicios y a dejar limpia toda la olla. Así hacemos todos los días nuestros alimentos”, detalló.

Quispe Alarcón rememora con aflicción que en la peor época de la pandemia bajaban a preparar los alimentos las personas más saludables, y los niños y adultos mayores se quedaban arriba.

“La pandemia nos dejó mal paradas, nos sentó, pero hemos salido adelante en base a la unión, al trabajo de todas. Creo que eso es lo más importante”, enfatizó.

Por su parte, la dirigente de la olla común «Buen pastor», Daysi Díaz, mostró su agradecimiento a Maricarmen Alva por haber tenido la iniciativa de visitar estas ollas comunes y constatar las necesidades de su asentamiento humano.

“Estamos sin agua. Hay un proyecto de agua y desagüe que, prácticamente, la empresa lo ha abandonado. Necesitamos el agua porque es bien difícil que venga la cisterna. Tenemos que jalar con mangueras desde la parte baja todos los días”, indicó.

Antes de retirarse del asentamiento humano Mariscal Castilla, la presidenta del Congreso extendió a todas las mujeres luchadoras de las ollas comunes sus mejores deseos por celebrarse este domingo 8 el Día de la Madre, y que sea una fecha para reafirmar el compromiso a favor del prójimo y la unión familiar.

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