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Minsa: Especialistas brindan pautas para reconocer si su hijo es víctima de bullying o un posible abusador

Lima.- ¿Es posible identificar si mi hija o hijo es víctima de bullying o es un posible abusador? ¿Cuáles son esas señales a las que debo estar alerta? ¿Qué debo hacer como padre o madre para abordar este problema? Diferentes preguntas que aparecen con relación al bullying o acoso escolar y que dos especialistas nos ayudarán a resolver. 

En principio, se debe conocer que el bullying implica que la persona pueda agredir de dos maneras: física y verbal. Existe un agresor y un agredido (víctima), esa agresión genera mucho daño y problemas emocionales, por lo tanto, los padres de familia y los maestros deben estar muy atentos para identificar el problema e iniciar una intervención oportuna.

Katherine Arias, médico psiquiatra del Centro de Salud Mental Comunitaria (CSMC) Kuyanakusun, explica que existen signos resaltantes que pueden ser detectados en el ambiente escolar y familiar en donde los niños y adolescentes pasan la mayor parte de su tiempo. 

Una posible conducta agresora, comenta la psiquiatra, se puede identificar desde temprana edad. A ello, se suma que los niños pueden vivir en un ambiente disfuncional, donde la violencia es normalizada y, a la medida que crecen, ejercen un tipo de poder sobre sus otros compañeros, ya sea por la edad, tamaño, factores económicos, etc. 

“En el ámbito familiar ejercen el poder sobre sus hermanos menores o mascotas, tienen dificultad para ponerse en el lugar del otro, carecen de empatía, no comprenden el sufrimiento de la otra persona ni sus sentimientos y ello le impide darse cuenta que la otra persona sufre”, alerta Katherine Arias. 

Arias Gutiérrez señala que hay factores que disponen a una persona a convertirse en víctima de bullying, desde físicos hasta algún grado de discapacidad y ahí tiene mucho que ver la familia; pues si también vive en un ambiente hostil, en donde se siente inseguro, siente que su opinión no tiene voz ni voto y su autoestima es baja, el agresor puede cogerse de cualquiera de estos puntos para hacer bullying. 

¿QUÉ HACER?

El psicólogo Iván Lizárraga, jefe del Departamento de psicología del Hospital Víctor Larco Herrera resalta que los padres de familia deben estar atentos a conductas como que el niño o la niña, evita comunicarse con sus padres sin comentar lo sucedido en el colegio, otro signo es la pérdida de sus cuadernos, libros o celular sin mencionar el motivo real. 

Asimismo, de aisla de sus compañeros, disminuye su rendimiento escolar, pero no saben qué es lo que pasa. Además, se queja de dolores físicos como estómago, cabeza y otros, los cuales pueden ser signos de alertas de bullying. 

“Es importante aclarar a los padres que la mayoría de casos de bullying no es denunciado por la víctima, por lo cual, debemos darle la confianza a nuestros hijos para que lo hagan”, sostiene Lizárraga.

En ese sentido, el psicólogo menciona la importancia de trabajar en la prevención de la violencia y socializar la importancia de lo que es el apoyo profesional a las víctimas de acoso escolar porque a futuro, esa persona, tendrá problemas en su vida diaria.

“El Minsa cuenta con los CSMC, en donde puede ser la primera intervención, pues si los niños proceden de familias en donde hay violencia y problemas de comunicación, van a necesitar terapia”, indica Lizárraga.  

Para la psiquiatra Katherine Arias, es importante la escucha abierta al menor, no minimizar cualquier tipo de violencia, ya sea verbal o psicológica, pues los niños vienen con mucho miedo e inseguridad. 

Además, se debe desterrar la idea de que » la víctima lo busca «y si vemos que nuestro hijo llega con la ropa rota o alguna lesión física, sin excusas, debo brindarle la confianza y el soporte emocional, y tomar las medidas respectivas. 

Sin embargo, existe un actor importante que aparece entre la víctima y el acosador, y son los espectadores, las cuales se movilizan por temor, llegando a  una conducta pasiva, pues pueden ser las nuevas víctimas, pero también están quienes incitan el abuso y refuerzan la violencia que ejerce el agresor. 

“Muchos padres les dicen a sus hijos, no te metas, no digas nada, pero en ese punto, cuando recibimos la noticia de que hay bullying en el aula de mi hijo, debo reportarlo con la profesora y brindar la seguridad a mi hijo que su información es confidencial y en ello tienen que ver muchos los profesores para mantenerla y no generar alguna represalia”, destaca Katherine Arias. 

Para los especialistas, es necesario que la familia identifique que su hijo es víctima de bullying, para brindarle el apoyo profesional, de lo contrario habrá repercusiones a largo plazo, aparecen serios problemas como perder la confianza en sí misma o al rechazo social. 

En el caso de los agresores, tendrán un impacto en su rendimiento académico, como suspensiones a nivel escolar por medidas conductuales, van a generalizar la violencia y ello va a extrapolar a todos sus medios; es decir en pareja, hijos, familia, es decir, se perpetúa la violencia si no tomamos las medidas ahora. 

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