Rectoras peruanas de Universidades Públicas sobre la recuperación de la Autonomía Universitaria
Actualmente el pueblo peruano observa con satisfacción que varias mujeres logramos ser elegidas rectoras de universidades públicas; haciendo prevalecer nuestro talento, capacidad intelectual, poder de convocatoria y compromiso democrático; ejercitando un liderazgo comprometido con las legítimas aspiraciones de superación; calidad de la enseñanza en las instituciones de educación superior y la aspiración de representar dignamente al conjunto de mujeres que integran la nación peruana.
Este importante protagonismo femenino, hoy en día se ve enriquecido y complementado a través de la lucha que emprendemos, en aras de recuperar la Autonomía Universitaria, la misma que está siendo vulnerada a consecuencia de la intromisión política e intereses económicos, plasmados en la Ley 30220 que de forma arbitraria, prevé que el Ministerio de Educación y la Superintendencia de Educación Superior Universitaria – SUNEDU, operen y actúen como entidades supra universitarias, en franca violación del Art. 18 de la Constitución Política del Perú que consagra la Autonomía Universitaria.
La SUNEDU se ha atribuido facultades supremas, que nadie le ha dado, como el reconocimiento de las firmas de las autoridades universitarias, lo cual es una atribución que no le corresponde. Una vez que las autoridades universitarias han sido elegidas y proclamadas por el Comité Electoral, ya son autoridades, lo que se confirma al otorgarles su credencial. Si hubiera un reclamo, solo el Comité Electoral puede resolverlo según art. 72 de Ley 30220. Entonces SUNEDU sólo tiene que registrar las firmas para efectos de validación de los grados y títulos.
El silencio, advertido en años anteriores por diversas autoridades académicas, viene permitiendo semejante atropello, y que hoy ha sido interrumpido por la posición valiente de las mujeres rectoras que, haciendo prevalecer principios y dignidad, defendiendo el insoslayable derecho de las universidades a regirse por sus propias normas, tal cual prevé el principio constitucional.
Consideramos que, mediante la modificación de la ley 30220, se puede materializar parte de la recuperación de la Autonomía Universitaria, por ser una conquista histórica de los pueblos latinoamericanos, la cual no puede ser extinguida en el país para resguardar intereses ajenos a los objetivos académicos.
Podemos afirmar con orgullo y respeto que la comunidad de docentes y estudiantes de nuestras universidades están dignamente representados y decirles que tengan la confianza plena que sus Rectoras harán prevalecer los derechos de ustedes en todas las instancias.
