Lima.- En el Perú, las problemáticas de salud sexual están en aumento. Médicos de EsSalud han informado, por ejemplo, que, en los últimos dos años, los casos de disfunción eréctil han crecido entre pacientes de 20 a 30 años, atribuido principalmente a factores psicológicos como el estrés. Esta y otras afecciones como la prostatitis e incontinencia urinaria afectan a muchos peruanos, pero existen tratamientos disponibles que, junto a una detección temprana, permiten una mejoría en la salud.
La disfunción eréctil no solo afecta la capacidad de tener relaciones sexuales, sino que también puede impactar negativamente en la autoestima y deteriorar las relaciones de pareja. Pero este problema puede ser un indicativo de diversas afecciones subyacentes que requieren una pronta atención médica.
Según José Antonio Grandez, urólogo de InSalud, “Los hombres pueden ver afectadas sus erecciones en distintos grados, presentándose de manera ocasional, indefinida o no logrando ser sostenidas el tiempo requerido, afectando seriamente su bienestar físico y emocional”.
Existen diversos tratamientos para controlar esta condición, uno de lo más innovadores son las ondas de choque. Este procedimiento se
realiza en varias sesiones, generalmente seis, de 15 a 20 minutos cada una, aplicándose en la parte superior del pene hasta el escroto. “El tratamiento es bien recibido por los pacientes dado que es breve, indoloro y no requiere anestesia, ni ingreso a quirófano o postoperatorio”, explica el Dr. Grandez.
Prostatitis: Un problema silencioso
De acuerdo con información de InSalud, el 90% de los peruanos presenta agrandamiento de próstata en grados bajos, y la gran mayoría no consulta a un especialista. “Aunque el agrandamiento sea leve, es importante que los hombres se atiendan a tiempo, ya que hábitos como el consumo de alcohol y el sedentarismo pueden agravar los síntomas”, enfatiza el urólogo.
Los síntomas del agrandamiento prostático más frecuentes incluyen la polaquiuria (orinar con frecuencia, pero en poca cantidad), ardor al orinar, y la sensación de vaciamiento incompleto al terminar de orinar. Además, puede haber incontinencia urinaria y secreción uretral ocasional al despertar, pero es menos constante que en las infecciones de transmisión sexual.
Para la detección de problemas prostáticos, se recomienda realizar el examen de Antígeno Prostático Específico (PSA) que mide el nivel de PSA en sangre, y la ecografía vesico-prostática, utilizada para evaluar el correcto funcionamiento de los órganos urogenitales.
Incontinencia urinaria: Un desafío social y psicológico
La incontinencia urinaria, que representa un problema social y psicológico para hombres y mujeres, afecta a 1 de cada 4 personas, según la Organización Mundial de la Salud. Hay diferentes enfoques de tratamiento: “El tratamiento conservador incluye medidas dietéticas, modificación de conducta y rehabilitación del suelo pélvico. También existe tratamiento farmacológico para la incontinencia de urgencia y esfuerzo, así como opciones quirúrgicas mínimamente invasivas para quienes no responden a las terapias previas”, detalla el especialista.
Una alternativa novedosa es la silla Emsella, que utiliza energía HIFEM para generar contracciones profundas en los músculos del suelo pélvico. Una sola sesión puede provocar miles de contracciones, esenciales para la reeducación muscular y el bienestar íntimo.
Todos estos problemas de salud son tratables y es importante consultar con un médico especialista para abordar cada caso adecuadamente. La detección temprana y el tratamiento oportuno son clave para mejorar la calidad de vida.