Cada 4 de octubre, en la celebración del Día Mundial de los Animales, es usual ver publicaciones sobre la importancia de cuidarlos y respetarlos, principalmente refiriéndose a los considerados “mascotas”, por lo que se incentiva por lo general, a la tenencia responsable y adopción. Pero ¿dónde quedan los demás animales? ¿Es acaso el respeto una cuestión de selectividad?
Actualmente la extinción de especies de animales es una de las problemáticas que más evidencia el poco respeto que se le tiene a sus vidas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), más de 163.000 especies están en la Lista Roja y más de 45.000 en amenaza de extinción. Las causas principales incluyen la destrucción de sus hábitats naturales, el cambio climático, la caza furtiva y el tráfico ilegal de fauna. Esto ha puesto en peligro a animales como el rinoceronte de Java, cuya población ha disminuido a menos de 80 individuos y los elefantes, quienes han disminuido su población de doce millones a 400.000 ejemplares debido a la caza furtiva, según cifras de la ONU.
En América Latina muchas especies se encuentran en peligro crítico de extinción, como el tití cabeciblanco, debido al tráfico ilegal de sus ejemplares y destrucción de su hábitat, el pingüino de galápagos como consecuencia del cambio climático y el manatí blanco por la desmedida caza para usar su carne y piel.
Estos son solo algunos ejemplos de las miles de especies que han sido vulneradas porque muchas personas ven a los animales como objetos de consumo, lo que lleva a una protección selectiva de ciertas especies mientras se ignoran o explotan a otras.
Por ello, es importante la labor de diferentes ONGs, como Fundación Veg, donde trabajamos promoviendo el respeto a la vida animal, creando conciencia sobre la importancia de reconocer su sensibilidad, sin distinción de especie.
A través de recursos educativos, mostramos las crueles realidades que enfrentan millones animales y ofrecemos acompañamiento en la transición hacia una alimentación más ética, por medio de desafíos como el Veggie Challenge, en el que durante un mes, los inscritos reciben consejos nutricionales, recetas y asesorías de manera gratuita, para facilitar el cambio a una alimentación vegetal de forma responsable.