Dimas y Los Pexes o simplemente Los Pexes es una agrupación colombiana conformada por cinco músicos profesionales que se conocieron estudiando en la universidad. El proyecto surgió a finales de 2021 cuando Willie Vargas decidió, con firmeza, emprender todo lo pertinente para consolidar una banda indie (y todo lo que esto implica). Hacen música propia, pero también trabajan haciendo covers de rock. Durante su carrera, han publicado cinco sencillos, cuatro sesiones en vivo y un videoclip animado, además de hacer múltiples presentaciones en grandes venues de Bogotá.
Quienes escuchan a Dimas y Los Pexes dicen que no suenan parecido a casi nadie, marcando una intención que parece olvidada por estos tiempos: ser auténticos. La intención de su propuesta es rock con vertientes indie llevando casi todo su proceso de producción (pre-producción, captación de audio, edición, mezcla, y master) de forma autogestionada, logrando uno de sus objetivos: lograr autonomía musical con canciones que evocan la resiliencia, el amor y desamor, la cotidianidad, lo apolíneo y lo dionisiaco y en sí, el derrotero de la esperanza o de algo que puede llegar a ser, inclusive, como lo postula Coltrane, espiritual.
«A través de nuestras canciones queremos enviar mensajes de amor y esperanza. Asimismo, la amalgama de un mensaje que evoque una atmósfera de virtud, pero también un ambiente de lo festivo. Un poco de despecho, pertinente en la música popular. Diversión, también. Queremos que las canciones sean recordables, que no rayen por lo complejo, sino que cale directo en un público objetivo no experto», comenta la banda con influencias del indie-rock e indie-pop en general, rock en español, funk, indie Iberoamericano, post-punk, rock clásico e indie nacional en artistas como Foals, Motorama, The Whitest Boy Alive, Soda Stereo, El Mató a un Policía Motorizado, Arctic Monkeys y hasta Pastor López y las músicas tropicales o populares.
‘Delirio y resiliencia’ es el disco debut Dimas y Los Pexes, un trabajo que de entrada usa dos sustantivos que contrastan y eso precisamente evoca: la dualidad o lo binario, lo angelical y demoníaco, la luz y oscuridad, lo apolíneo y dionisiaco o, en síntesis, la naturaleza humana.
El disco explora principalmente sonidos no programados, todo hecho como lo harían The Strokes, algo sencillo, limpio, tangible. Casi todo lo que suena en estudio se puede hacer en vivo. Hay una que otra técnica compleja en la suma de bajo y batería, ya que Héctor (bajista) viene de la escuela del metal con su popular banda nacional Darkness y Juan Manuel (baterista), por su parte, gusta de las complejidades rítmicas a pesar que casi todo el álbum está en métrica de 4/4. No obstante, desde las guitarras, que son interpretadas por dos cantantes de profesión, hay algo que tiende más bien a lo Nirvanesco o a la propuesta estética del género grunge que creó Kurt Cobain, algo rayano en reírse de lo virtuoso y quizá más bien esmerado en crear contundencia y lo inteligible. Las cerezas del pastel son los sonidos de dos sintetizadores, factor que da el distintivo sobre la banda de rock usual y el hecho que todos los cinco cantan, a veces en polifonía, elemento que los acerca de manera relativa a una súper banda de indie-pop/funk como lo es Parcels.
«Con este disco queremos enviar un mensaje recordable, no complejo, que se expanda, positivo, que transite todas las emociones posibles, pero que deje un hálito de esperanza y amor», agregan.
El trabajo explora la naturaleza humana en canciones como ‘Como un ángel’ (apolíneo), un tema que le canta a la soledad (que muchos sintieron en pandemia), pero también a la resiliencia de un gran cambio que parte desde la individualidad, para así aportar a la sociedad. Por su parte, ‘Todos estamos locos’ (dionisiaco) aborda el delirio que muchos sintieron en pandemia o después, y el paliativo que es saber que todos tenemos algo de locura y que, a partir de esa premisa, podemos soltar el control de todo (budismo) y bailar tranquilos al ritmo de las olas del mar de Bogotá.
‘Delirio y resiliencia’, como parte del concepto, utiliza también un «caballito de guerra», que es hacerle canciones al despecho, como ‘Gritando tu nombre’, la historia de una traición marcada por la mentira y ‘Esa voz’, una lamentable asíntota, el anuncio de un amor que nunca será. Asimismo, como concepto, busca «lo divertido» con un par de canciones de amor cómico en los tracks 3 y 4, temas que hablan de vender un PlayStation por amor (tema que ha calado muy bien entre el público de preámbulo) y otra dualidad: una rara pareja formada por un tipo pacato y una mujer farrera. Al final, en el último track, llamado El Pez, se buscó amalgamar un sonido indie-pop, evocando también cierta influencia de la descarga del Hillsong, propio de los ámbitos protestantes. En este tema, Willie buscó hacer una canción llena de simbolismo o ambigüedad dedicada a Jesús Nazareno.
‘Delirio y resiliencia’ de Dimas y Los Pexes presenta canciones complejas y largas que hablan de tusas como ‘Gritando tu nombre’, historias dramáticas en ‘Esa voz’; momentos cómicos, dramáticos y postmodernos en ‘YPTVMPS’, temas divertidos y con voltaje en ‘450 voltios’, sonidos fuertes, enérgicos y resilientes en ‘Como un ángel’, le canta a la fiesta y al baile en ‘Todos estamos locos’ y cierra con una historia amorosa, linda y serena en ‘El pez’.
‘Como un ángel’ es el focus track del disco. Compuesta por Willie Vargas Lozano, fundador de la banda, producido y grabado por Dimas y Los Pexes, Santiago García y Sebastián Abril en Groove Studios y Dimas Records, es un canto a la resiliencia, basada en el individuo que entra, trasciende y sale de la pandemia y el paro nacional como aquella persona que sale de la tormenta: más fuerte, distinto. La canción explora, desde la espacialidad y las reverberaciones, propias del post-punk, un viaje introspectivo, que cuestiona asuntos como la soledad benigna, el sentido y el renacer de un sobreviviente, quizá protegido por una fuerza superior.
Respecto a esta canción, su compositor Willie declara que: «esta es la canción, hasta ahora producida, que más me ha enorgullecido. Siento que mi sueño artístico, de la mano de mis increíbles músicos y amigos, cada vez se va consolidando más y más y volviéndose realmente auténtico».
Con este disco, Dimas y Los Pexes quiere dejar una referencia en streaming para que cada evento en vivo tenga sustento y pueda pescar seguidores en Colombia, Latinoamérica e Iberoamérica.
«Dimas y Los Pexes es nuestro proyecto de vida y el que le da sentido. Queremos llegar lejos, lograr que el proyecto sea autosostenible y demostrar que sí es posible hacer y vivir del rock en Colombia. Es importante dejar el rastro de una banda independiente, esmerada en conocer el proceso de producción musical y audio, desde la idea hasta la masterización. Somos grupos que se esfuerzan por crear música buena, con las uñas, con una poética clara. Queremos trascender como artistas porque somos músicos profesionales y estudiamos la ciencia de las emociones».
«Queremos ser referentes filosóficos y estéticos para las actuales y nuevas generaciones, consolidar un nicho que aprecie un arte rico, que se aparte de casi todo lo que implica el perreo y retome las sendas de lo que en verdad es un artista. Desde este prisma, Dimas y Los Pexes es importante para la comunidad nacional e internacional, porque busca retomar el camino de un Gustavo Cerati y toda la generación anterior de poetas, de gente excelente en el estudio de su instrumento, composición, arreglos y orquestación, de gente que se tomó el arte como un ismo y un fin», concluye.
Dimas y Los Pexes es un proyecto musical colombiano conformado por Willie Vargas Lozano (frontman), Juan Guerrero Sierra (batería), Héctor Mariño Pedraza (bajo), Jose Ramírez Aguillón (guitarra líder) y Nicolás Nizo Medina (teclados).