Golpes, ingreso de cuerpos extraños y quemaduras por productos de limpieza como la lejía son causa constante de trauma ocular.
La casa y el trabajo son los ambientes donde ocurren con mayor frecuencia los traumas oculares o lesiones en los ojos. La mayoría de ellas se pueden prevenir; sin embargo, constituyen la principal causa de pérdida de la visión de un ojo, explicó Carlos Wong Morales, médico oftalmólogo de la Clínica Especializada Wong Oftalmólogos.
“Las lesiones oculares por golpes, astillas, agujas, clavos y el ingreso de otros cuerpos extraños, así como las quemaduras provocadas por sustancias químicas de uso industrial o doméstico como la lejía, son motivo recurrente de urgencias oftalmológicas en el país, a pesar de que el 90 % de los casos son prevenibles”, agregó el especialista.
Más de la mitad de los casos de lesiones en los ojos ocurren en el hogar, en el caso de los niños, y en el trabajo, en el caso de los adultos. Dependiendo de la gravedad del traumatismo, puede producirse daño en diversas partes del ojo, como la retina, la córnea, el nervio óptico, el iris o el cristalino, afectando la visión de manera temporal o permanente.
El traumatismo ocular se presenta tanto en niños como en adultos, pero es más frecuente en personas en edad productiva. “En personas jóvenes, la pérdida de agudeza visual tiene como principal causa el traumatismo ocular, aun cuando la mayoría de los casos se podrían prevenir mediante el uso de lentes y cascos de protección adecuados para la actividad que realizan”, sostuvo Wong Morales.
Añadió que “todas las personas que trabajan en construcción, soldadura, limpieza o manipulan sustancias químicas deben usar lentes y cascos de protección para prevenir cualquier tipo de lesión en los ojos”.
Prevención
Con la finalidad de evitar el trauma ocular, se recomienda adoptar las siguientes medidas de protección:
Lavarse las manos antes de tocarse los ojos.
Usar casco si se trabaja en soldadura u otra actividad laboral que implique riesgo para los ojos.
Ponerse lentes protectores al realizar trabajos manuales o al practicar algún deporte.
Utilizar lentes de protección frente al contacto con sustancias irritantes como detergentes, ácidos o lejía.
Protegerse los ojos durante labores en el hogar.
