El 90% de los crímenes son cometidos por hombres. El 100% de las violaciones son cometidas por hombres. El 95% de los robos son cometidos por hombres. El 91% de las ofensas en la familia son cometidas por los hombres. El 94% de los conductores ebrios son hombres, en la periferia de nuestra querida Lima El 70% de los hogares carece de un Padre, solo está la madre. El hombre tiene una mentalidad tan limitada que cuando tiene problemas corre al vicio. El 65% del sueldo del hombre se usa en el alcohol, ¿que es lo que pasa con el hombre?
En América Latina tenemos un dicho bastante común que dice que todo hombre debe tener las 3 efes: Feo, Fuerte y Formal. Las primeras 2 se pueden reunir fácilmente, pero lo de Formales es muy difícil, para eso es muy importante que el hombre se capacite y eleve su “hombría al máximo” sin llegar a ser el dominante o machista.
El Lic. Pedro Sovero nos dice que “la madurez del hombre no viene con los años sino con la aceptación de responsabilidades porque vivimos en una sociedad poblada de niños con arrugas y canas» es por eso que en nuestra cultura muchos hombres no entienden su propósito y lo que significa ser un verdadero hombre, hablar de hombría no se refiere a su sexo si no a su nivel de responsabilidad y madurez, la hombría debe ser enseñada de lo contrario los hombres despiertan hasta ya muy grandes, muchas veces ya casados o con hijos, apenas van entendiendo, lo qué es ser un verdadero hombre, luego de cometer muchos errores, por eso se ven tantos niños en la calle, tantas madres solteras porque el hombre no asume su responsabilidad de hombre, al portarse cual niño irresponsable de sus actos.
“Es el momento de todos restaurar los valores que se nos han enseñado respecto a la verdadera hombría y poder compartirlo con nuestros hijos y nuestras familias, para que esta sociedad empiece a cambiar, el hombre mediocre quiere autoridad más no responsabilidad”, así lo expresó. Pedro Sovero director Perú de la Escuela Hombres Alfa internacional que llega al Perú con el afán de que los varones sean hombres de verdad.
