Personal de salud se mantiene en primera línea esta navidad
Lima. – Médicos, enfermeras y técnicos de primera línea de la Red Prestacional Sabogal de EsSalud, pasarán está navidad al cuidado de los pacientes hospitalizados, lejos de su familia, pero con la satisfacción de cumplir con su vocación de salvar vidas.
“El hospital es nuestro segundo hogar y los pacientes son como nuestros hijitos a los que debemos dar alegría y nuestro contacto de ser humano a ser humano, sobre todo en estas fechas en que extrañan a sus familias, dice con emoción la doctora Hellen Gonzales Ordinola, médico intensivista hace diez años del Hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud.
Agregó que su esposo también es médico intensivista en el hospital Rebagliati y les toca este año dejar a sus cuatro hijos, de 17, 15, 5 y 1 año de edad con los abuelos, porque deben cumplir con su deber y aunque añoran estar con ellos piensan también en la familia de los pacientes que no pueden tenerlos cerca y sufren porque están en un área crítica.
Dijo, que nunca están atentos a las celebraciones porque ocurre que diez minutos antes de las 12 puede llegar un paciente al que hay que correr para intubarlo, salvarle la vida, como ya le ha pasado en años anteriores, labor que agradecen mucho los familiares que depositan su confianza en ellos, afirmó.
Pidió a sus colegas agradecer ese don que les ha dado Dios de lograr que el paciente recupere la salud y poder darles aliento, calor y compañía cuando más lo necesitan.
Por su parte, el doctor José Garro Sánchez, médico psiquiatra y uno de los jefes de guardia de Villa Mongrut del Hospital I Octavio Mongrut Muñoz, donde se atiende a pacientes Covid-19, refirió que es delicado abordar la salud mental en el paciente y su familia que no pueden verse por esa enfermedad, y los psiquiatras propician un acercamiento virtual, en especial cuando es inminente el fallecimiento.
Explicó, que su labor también es orientar a los familiares para que puedan escribir una carta de despedida y leerla a su familiar pidiendo perdón y agradeciendo por lo que han recibido de él. Cuando el paciente no está consciente suelen conectar a un sacerdote para que reciba los santos óleos.
Garro Sánchez agradeció a sus colegas, a todo el personal asistencial y al de limpieza, mantenimiento y seguridad y les dijo que deben sentirse dichosos de tener la oportunidad de dar lo mejor de sí mismos para ayudar a quien lo necesite. Dijo que se siente feliz y orgulloso de poder ayudar a sus pacientes aún en estas fechas, sentimiento que comparte su esposa que estará en casa con sus hijos de 6 años y el de 9 meses, acompañados de los abuelos.
De otro lado, María Jordán Liza, técnica asistencial del Servicio de Neonatología del Hospital I Marino Molina, con 21 años de servicio en la institución, dijo que pasar la Nochebuena en el hospital no es un sacrificio sino su vocación, sus ganas de servir la hace sentir bien, atendiendo a los bebes y sabiendo que su hija de 13 años estará con su papá y comprende el trabajo de su madre.
“Es gratificante servir de soporte a los padres de familia que tienen a sus bebes delicados, darles una sonrisa, una palabra de esperanza, de fe y confianza en Jesús”, agregó emocionada.
Finalmente, recordó que en un Año Nuevo que le tocó estar en el hospital en sala de partos, no pudieron darse el abrazo los de su área porque hubo que correr a atender los partos de pacientes que llegaban una tras otra por emergencia.
