Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo se mantiene con fuerza en los cines peruanos
Lima.- Tras una primera semana complicada debido a la coyuntura política, la cinta peruana ganadora de tres importantes galardones del Festival de Cine de Lima (incluyendo el Premio del Público a Mejor Película), Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo se mantiene con fuerza en los cines en su segunda semana, llenando incluso las salas donde se encuentra disponible. Esta entrañable película, que actualmente compite con blockbusters como Avatar: El Camino del agua y Black Panther 2, cuenta la historia de cómo un niño descubre el séptimo arte en su pueblo natal y sin duda conquistará a los espectadores con una propuesta que mezcla el drama y la comedia de forma notable.
La película hablada en quechua es protagonizada por el niño Víctor Acurio, quien interpreta a Sistu, además de contar con las actuaciones de Hermelinda Luján (mamá Simona), Melisa Álvarez (Lucicha), Alder Yauricasa (Florencio), Cosme Flores (Rolín), Bernando Rosado, que interpreta al proyeccionista y Juan Ubaldo Huamán, que encarna al compadre.
Sistu y su pequeña comunidad en los Andes descubren la magia del cine. Este encuentro causa un gran revuelo pero además los confronta con su cultura y pone en evidencia las limitaciones de la comunidad para entender y leer castellano. Como solución eligen a Sistu para que todas las semanas vaya al pueblo a ver una película y la cuente a todos en la plaza. Un día encuentra vacío el canchón, el cine se ha ido. La ilusión de Sistu por contar la historia semanal a la gente que lo espera, hace que cree su propio cine, con sus propios actores, con su propia cultura y sobre todo, en su propio idioma.
Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo está actualmente en la cartelera peruana y puede ser vista en las siguientes salas: Cinépolis Arequipa, Cineplanet Alcazar, Cineplanet San Miguel, Cinemark Jockey Plaza y UVK San Martín. Luego de su exitoso paso por el Festival de Cine de Lima, es sin duda una de las películas más atractivas de la temporada y además una carta de amor al cine que vale la pena ver en pantalla grande.
