El inicio de la alimentación complementaria marca un hito importante en el desarrollo integral de un bebé. Esta transición gradual, en la que debe empezar a recibir otro tipo de alimentos sólidos o líquidos para complementar la leche materna o la fórmula, es necesaria para compensar los requerimientos nutricionales que se puedan presentar alrededor de los seis meses.
Según la OMS, a partir del sexto mes, el sistema digestivo del bebé ha madurado lo suficiente para procesar la solidez de algunos alimentos, sus riñones funcionan mejor para eliminar los desechos y ha aprendido a deglutir con mayor seguridad. Sin embargo, cada bebé es único, por lo que algunos pueden estar listos un poco antes o después. Entonces, ¿cómo identificar si tu pequeño está preparado para esta nueva etapa?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda identificar tres señales fundamentales: que el bebé pueda sentarse con apoyo y mantener la cabeza erguida, que muestre interés de abrir la boca al acercarle alimentos y que ya no presente un reflejo de extrusión (respuesta involuntaria donde el bebé expulsa el alimento sólido hacia afuera con la lengua).
La primera comida
La pediatra Ana Cecilia Vidal indica que se puede empezar, salvo excepciones, con cualquier tipo de alimento suave, especialmente aquellos ricos en hierro y zinc como las frutas, carnes blancas y rojas, cereales, legumbres y vegetales.
Asimismo, recomienda no aplazar la ingesta temprana de alimentos potencialmente alergénicos como el huevo, pescado blanco, cítricos y frutos secos, para minimizar el riesgo de alergias, siempre consultado previamente con el pediatra y considerando antecedentes familiares de alergias.
Entre los alimentos que deben evitarse hasta que cumplan los 12 meses de edad, la Dra. Vidal sugiere no añadir azúcar refinada ni sal a las comidas, y posponer el consumo de leche de vaca, miel de abeja, embutidos y enlatados.
¿Papillas o trozos?
El método tradicional consiste en dar a los bebés alimentos con cuchara en forma de puré o papilla. Sin embargo, actualmente existen alternativas como el baby-led weaning (BLW) o el baby-lead introduction to solids (BLISS), que incluyen alimentos en trozos o en forma de deditos con distintas texturas, pero de consistencia blanda. “La elección del método debe basarse en las necesidades específicas de cada bebé, lo importante es garantizar que los alimentos introducidos sean seguros al ingerir y nutritivos», sostuvo la especialista.
Consejos para iniciar la alimentación complementaria
Babysec, marca dedicada al cuidado del bebé, junto con la pediatra Vidal, brinda a los padres de hoy cinco consejos que debes tener en cuenta antes de empezar a dar alimentación complementaria:
- Tener mucha paciencia: No te desanimes si al principio tu bebé rechaza nuevos alimentos o come poco. Mantén la calma, cada bebé se adapta a su propio ritmo.
- No sustituir la lactancia: La alimentación complementaria no reemplaza la leche materna o fórmula; esta sigue siendo el alimento principal hasta el primer año. Sin embargo, luego de este periodo, el consumo de alimentos sólidos se vuelve tan importante como la lactancia.
- Crear un ambiente tranquilo: Evita distracciones como la TV, tablet o celular durante las comidas. Esto ayuda al bebé a concentrarse en la nueva experiencia.
- Observar y consultar: Presta atención a las preferencias de tu bebé, las cantidades que consume y las posibles reacciones alérgicas. Ante cualquier duda o síntoma inusual, consulta inmediatamente con su pediatra de cabecera.
- Explorar la alimentación perceptiva: Ofrece al bebé una variedad de alimentos con diferentes texturas y colores. Permítele explorar con sus manos, tocar, jugar y saborear, activando así sus cinco sentidos durante la comida.