Entrevistas de trabajo: qué hacer antes, durante y después para destacar frente a otros candidatos

La mayoría de personas que busca trabajo coincide en lo mismo: la entrevista es el momento más difícil del proceso. Según estudios recientes, 8 de cada 10 candidatos reconocen haber sentido ansiedad, bloqueos o inseguridad al enfrentarse a esta etapa.

“Ya sea presencial o virtual, la entrevista activa emociones como estrés y nervios, lo que puede hacer que el candidato no se exprese como esperaba”, explica Antuanet Elías, LinkedIn Top Voice y docente de la carrera de Gestión de Recursos Humanos en Zegel.

Frente a esto, la especialista propone cinco claves prácticas para mejorar el desempeño y aumentar las probabilidades de éxito.

  1. Conocer a la empresa y al entrevistador
    Investigar la cultura de la organización, su propósito y el perfil del puesto ayuda a formular respuestas más relevantes. También es útil revisar el perfil de quien dirigirá la entrevista, para encontrar puntos en común y generar conexión.
  2. Anticipar preguntas frecuentes
    Las entrevistas suelen girar en torno a tres aspectos: habilidades técnicas, encaje cultural y motivación. Preguntas como “¿Cuáles son tus fortalezas?”, “¿Cómo enfrentaste un error?” o “¿Por qué deberíamos contratarte?” son previsibles y deben prepararse con anticipación.
  3. Definir tu propuesta de valor
    Postular no es solo presentar un CV. Es necesario identificar qué te diferencia entre cientos de candidatos: tus proyectos, tu actitud, tus habilidades blandas o tu experiencia en voluntariados, por ejemplo. Elías sugiere preguntarse: “¿Qué recordará el entrevistador de mí después de esta conversación?”
  4. Practicar frente a una cámara
    La forma en la que se transmite el mensaje es tan importante como el contenido. Grabar simulaciones permite observar el lenguaje corporal, el tono de voz y la duración de las respuestas. Esto ayuda a corregir gestos, mejorar la expresión y ganar seguridad.
  5. Aprender de cada experiencia
    No todas las entrevistas saldrán perfectas, pero cada una deja aprendizajes. Anotar qué preguntas costaron más, qué respuestas podrían mejorar y cómo te sentiste durante la conversación permite ajustar para la siguiente vez.

“Una entrevista también es una oportunidad para evaluar si el lugar es para ti. Estar preparado no significa memorizar, sino saber quién eres y qué puedes aportar”, afirma Elías.

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