Minería urbana, una solución para recuperar metales valiosos de residuos electrónicos

Cada año, millones de celulares, laptops y otros aparatos electrónicos llegan al final de su vida útil, generando un enorme volumen de residuos. Estos desechos, si no se manejan adecuadamente, contaminan suelos y ríos con metales pesados y plásticos. Frente a este desafío surge la minería urbana, un proceso que busca recuperar metales y materiales valiosos de los residuos electrónicos, transformando dispositivos en desuso en recursos útiles. Aunque no reemplaza a la minería tradicional, sí permite recuperar metales que de otro modo requerirían extracción minera, reduciendo la presión sobre los recursos naturales y disminuyendo la contaminación. Según la ONU, en 2023 se generaron 50 millones de toneladas de residuos electrónicos, de las cuales solo el 20% se recicló de manera responsable, dejando un gran potencial económico y ambiental sin aprovechar.

“En 2024, logramos que casi el 80% de los residuos electrónicos gestionados se destinen a procesos de reinserción local y exportación para la creación de nuevos productos, mientras que el 20% restante fue dispuesto de manera segura y responsable, conforme a los más altos estándares ambientales. De esta manera, evitamos que cientos de kilos de metales pesados lleguen a suelos y ríos, contribuyendo directamente a la protección del medio ambiente. La minería urbana demuestra que los residuos electrónicos son un recurso estratégico que, a través de una gestión formal, puede transformarse en valor económico y social”, afirma Edgar Aguilar, gerente general de Comimtel, empresa líder en soluciones de reciclaje y gestión de residuos electrónicos en el Perú.

El reciclaje formal de electrónicos no solo contribuye a la reducción de residuos peligrosos, sino que también fomenta la innovación tecnológica, la generación de empleo y el consumo responsable de tecnología.

En línea con ello, Comimtel comparte cinco recomendaciones para fomentar la minería urbana en el país:

  1. Entregar los residuos a centros certificados: No todos los residuos electrónicos pueden ser tratados de manera convencional. Los gestores autorizados cuentan con la infraestructura, tecnología y protocolos necesarios para garantizar que cada componente se procese de forma segura, evitando impactos en la salud pública y el ambiente. Además, estos centros aseguran la trazabilidad, es decir, la posibilidad de conocer qué destino tuvo cada residuo una vez entregado.
  2. No manipular los equipos en casa: Muchos aparatos contienen sustancias tóxicas en sus baterías o pantallas. Desarmarlos por cuenta propia puede poner en riesgo la salud. La minería urbana requiere procesos especializados y controlados, por eso lo más seguro es entregar los equipos completos a un gestor autorizado.
  3. Aprovechar programas de devolución de fabricantes: Cada vez más empresas tecnológicas implementan programas de take-back o campañas de recolección para equipos en desuso. Estos mecanismos permiten que hasta el 80% de los componentes de un dispositivo puedan ser recuperados y reincorporados a procesos productivos. Participar en estas iniciativas asegura que los aparatos sigan un canal de reciclaje responsable y evita que terminen en rellenos sanitarios o en la informalidad.
  4. Fomentar la economía circular en la comunidad: La minería urbana no depende solo de la industria; la ciudadanía también juega un rol fundamental. Organizar campañas locales de recolección, ferias de reciclaje o actividades educativas en colegios y municipios contribuye a sensibilizar a la población y multiplicar el impacto positivo. Estas acciones generan valor social al mismo tiempo que reducen la presión sobre los recursos naturales.
  5. Promover alianzas entre empresas y ciudadanía: Ningún actor puede enfrentar este reto de manera aislada. La colaboración entre empresas privadas, entidades públicas y la sociedad civil es fundamental para escalar la minería urbana en el país. Las alianzas permiten que los materiales recuperados se transformen en insumos para nuevos productos, desde electrodomésticos hasta piezas industriales, reforzando el concepto de que los residuos electrónicos no son un desecho, sino un recurso estratégico para el desarrollo sostenible.

Con estas acciones, Comimtel reafirma su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y la economía circular. La minería urbana se presenta como una estrategia concreta para transformar los residuos electrónicos en recursos valiosos, reduciendo el impacto ambiental y generando beneficios para la industria y la sociedad.

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